El 8 de Marzo es una fecha señalada: el día internacional de la mujer trabajadora. Pero, todavía tenemos que seguir subrayando el carácter integral del trabajo cuando hablamos de «trabajadora». Y es que uno de los pilares del sistema patriarcal es el reparto de trabajo por sexos, y el carácter de trabajo que se le otorga exclusivamente al empleo del sector productivo, es decir, al trabajo remunerado. Ello conlleva la invisibilidad de los trabajos de cuidado y del hogar y se les niega incluso el carácter de trabajo. Es necesario superar ese reparto de trabajo y situar en el centro el empleo pero también los trabajos de cuidado y del hogar, exigiendo su necesario reconocimiento.
Las condiciones de vida de la ciudadanía vasca están empeorando considerablemente y los recortes sobre todo nos afectan a las mujeres. Por un lado, por el aumento de la precariedad laboral; y por otro lado, porque los recortes de los servicios públicos sitúan sobre las espaldas de las mujeres los trabajos que no asume el sector público, los relacionados con el bienestar y el cuidado de las personas. Los recortes en los servicios relacionados con el desarrollo y el bienestar de las personas no cesan, sobre todo en los servicios sociales, en la educación y en el sistema sanitario. Ante esta situación, las condiciones de vida de las mujeres están empeorando.
El empleo formal se está convirtiendo en sinónimo de precariedad para sectores cada vez más amplios. Ello conlleva la precarización de las condiciones de vida de las personas. Los precios de los alimentos y de los servicios básicos han tenido una subida muy grande, y en los bancos de alimentos las usuarias son principalmente mujeres, y estamos conociendo la pobreza energética, con un descenso en los consumos de electricidad y de gas. Además, las condiciones laborales y los sueldos de las mujeres están empeorando, está aumentando el trabajo informal, y cada vez somos más las mujeres que no tenemos ningún sueldo.
A pesar de que las condiciones laborales y sueldos de las mujeres estén empeorando, las mujeres tenemos ahora más trabajo que nunca. Porque la cantidad de trabajo no nos ha disminuido. Tenemos que trabajar más para asumir el cierre de centros de 0 a 3 años y los recortes en las guarderías, el cierre de centros de día y de la tercera edad y los recortes en servicios sociales. Hemos tenido que seguir asumiendo el cuidado colectivo, manteniendo la responsabilidad sobre las necesidades afectivo-psicológicas. Los trabajos de cuidado y del hogar son tan necesarios como el trabajo remunerado. Es más, son necesarios para el bienestar de las personas. Para hacer frente a las necesidades de la sociedad, de los individuos, de las familias, de los barrios y de los pueblos, reivindicamos que los hombres también tienen que participar en los trabajos relacionados con el cuidado de las personas; como también reivindicamos que las mujeres también tenemos derecho y necesidad de ser cuidadas.
Reivindicamos la visión integral del trabajo e intentaremos mediante nuestra actividad política, en la calle y en las instituciones, situar los trabajos del hogar y del cuidado en el epicentro de la actividad política, alejándolos de la lógica del mercado y situándolos al servicio de la vida y de las personas.
Para hacer frente a esta situación, las mujeres de EH Bildu reivindicamos que es necesario superar las relaciones de poder que existen entre mujeres y hombres y construir nuevos modelos de relación. Nos marcamos como objetivo la transformación de la sociedad en clave feminista para hacer frente a esta situación. Para ello, se deben redistribuir los espacios y los recursos, conseguir espacios donde tomar decisiones y participar y equilibrar el reparto de los trabajos del cuidado y los remunerados.
Antes de terminar, queremos adoptar públicamente el compromiso de que haremos frente a los recortes que nos quieren imponer: haciendo frente a la precarización de las condiciones de vida de las mujeres, mejorando los servicios sociales, reconociendo los trabajos relacionados con el cuidado, trabajando para mejorar las condiciones de los sectores laborales donde predominan las mujeres y exigiendo medidas para mejorar las condiciones de las mujeres que se dedican al empleo sumergido.
Por último, y ante la ofensiva que nos llega desde la derecha, no podemos dejar de citar la involución que quiere aplicar el Estado español en la Ley del Aborto, una decisión que va en contra de la capacidad de decisión de las mujeres. Nos tendrán enfrente, porque nuestro cuerpo es nuestro. Recuperaremos esa reivindicación histórica y saldremos a la calle junto con el movimiento feminista. Porque en pleno siglo XXI nos quieren negar el control y la capacidad de decisión sobre nuestros propios cuerpos.
Las que nos hemos reunido hoy aquí hacemos nuestras las reivindicaciones del feminismo y del movimiento feminista y nos comprometemos a desarrollar una dinámica política eficiente en esa dirección. Y os animamos a participar en las movilizaciones convocadas por el movimiento feminista para el 8 de marzo, porque es responsabilidad de todos construir una Euskal Herria feminista.
Convocatorias del movimiento feminista:
Mediodía: 8 de marzo, 12:30, Parlamento de Gasteiz
Altsasu 19:00 plazan
Arrasate 19:00 Seber Altube plaza
Baionan 18:30 Herriko etxea
Barakaldo 12:00 Herriko plaza
Barañain 19:00 udaletxe plaza
Basauri 17:00 Arizgoiti plaza
Bilbon 19:30 Arriaga
Donostian 19:30 Boulevard
Durangon 20:15 Santa Ana Plazan
Gasteizen 20:00 San Anton
Irunean 20:00 gaztelu plazan
Itzulbaltzeta 20:00 Santa Eugenia Plaza
Legazpi 19:00 Euskal Herria plaza
Leioa 20:00 Boulevard-en
Ondarru 18:00 Alamedatik
Urretxu-Zumarraga 19:00 Areizaga kaleibarren