Jonathan Martinez – Alternatiba
Hoy hemos sabido que el Gobierno de Felipe González reservó 25 millones de pesetas para asesinar al diputado vasco Santi Brouard el 20 de noviembre de 1984. González nunca ha sido juzgado y a día de hoy factura 126.500 euros anuales como consejero de Gas Natural y se dedica a dar lecciones morales sobre la perversidad de los escraches.
Hoy hemos conocido que la ertzaintza de Rodolfo Ares diseñó el asesinato de Iñigo Cabacas, que los soldados recibieron órdenes de “entrar con todo lo que tenemos, entrar a la herriko” cuando se comunicó que no había ningún problema. Ares nunca ha sido juzgado y podrá retirarse con un jugoso sueldo vitalicio.
Pero no vayáis a pensar que la justicia no actúa: esta misma mañana, la guardia civil ha detenido al dirigente de Sortu, Iker Rodrigo, por haber presenciado la repatriación de un cadáver que las autoridades han ocultado durante varios días.
Claro que existe la justicia; los poderosos la administran y los miserables la padecemos.