Ante las reuniones planteadas por Urkullu, tanto en la negociación de los presupuestos como ahora, desde EHBildu hemos mantenido una postura clara desde el principio. Euskal Herria está en una situación de emergencia, que requiere poner sobre la mesa medidas de emergencia para afrontarla. No es momento para fotos; la sociedad exige respuestas y que se asuman responsabilidades.
Para salir de esta situación, se requieren cambios profundos en las políticas. Y así lo hemos expresado desde todos los ámbitos en los que participamos. Situamos esos cambios en cuatro pilares fundamentales:
– Es imprescindible una nueva política fiscal, basada en la justicia social.
– Mientras no pueda aumentarse la recaudación, debe hacerlo el endeudamiento público.
– Acabar con los recortes sociales impuestos y habilitar alternativas.
– Un plan integral para crear empleo y construir un modelo socioeconómico diferente.
Frente a eso, la respuesta del PNV siempre ha sido negativa, lo que es realmente grave, en la medida en que con el no por respuesta han decidido también continuar con las recetas de siempre. Nos han demostrado que no tienen voluntad de cambiar las políticas ni el modelo, demostrando una y otra vez más su sumisión a Madrid.
Así nos demuestran que no pretenden hacer ni el más mínimo ejercicio de soberanía, y las consecuencias de ello las pagará la sociedad, al no ofrecer alternativas para el desarrollo social y económico de este país. ¿Dónde queda nuestro derecho a decidir nuestras políticas y nuestro futuro?
Queremos denunciar el debate que se está produciendo estos días en torno a un hipotético aumento del endeudamiento: ¿Por qué tienen que decidir desde Madrid o Bruselas nuestra deuda pública? Cómo pretenden aplicarnos la misma ley que le aplican a la comunidad Valenciana? Urkullu está esquivando este debate, y lo hace para no enfrentarse al debate de fondo: la falta de soberanía.
En segundo lugar, y en cualquier caso, si hay opción a endeudarse más, desde EHBildu decimos claramente que estamos en disposición de buscar un acuerdo en torno a esto. Eso sí, consideramos totalmente equivocado lo que el gobierno de Urkullu está planteando en este momento, tanto en forma como en contenido.
En lo que respecta al contenido, Urkullu debe reconocer que las políticas y medidas que se vienen usando hasta ahora han fracasado. Manteniendo ese mismo rumbo, pero con menos fondos, solo conseguirá llevar este pueblo al desastre. Nuestro pueblo necesita un plan que camine hacia un modelo social diferente, y por lo tanto, el presupuesto disponible o la posibilidad de endeudamiento debe tomar ese nuevo rumbo, y dejar de preocuparse por finalizar determinadas infraestructuras. Se necesitan nuevas inversiones basadas en los cuatro pilares anteriormente planteados para poder construir en esa nueva dirección, para crear empleo digno y para crear un nuevo modelo social.
Y respecto a las formas, queremos decir alto y claro que ese debate no puede quedarse entre cuatro paredes y tampoco puede ser decisión única de los representantes de las cuatro instituciones. Deben ser los plenos de las instituciones los que tomen la palabra, así como los partidos, y por supuesto, los órganos sociales y sindicales. ¡No se le puede robar el debate a la sociedad!
Por consiguiente, y ante la grave situación económica, hacemos un llamamiento a Urkullu para que por un lado, fomente la reflexión entre los entes políticos, sociales y sindicales, y al mismo tiempo, le pedimos que no deje a un lado el debate, la reflexión y la decisión que ha de tomarse desde las juntas generales de los tres territorios y desde el Parlamento de Gasteiz. Debemos contar con todos los órganos, ya que es allí donde se ha de decidir cómo usar el nuevo endeudamiento.
Para finalizar, decimos que ese endeudamiento será en vano si no revisamos en profundidad la política fiscal y no avanzamos hacia un modelo social alternativo.