Hoy hemos conocido por los medios de comunicación el contenido del informe solicitado por la Diputación de Bizkaia sobre los gastos de Metro Bilbao. Un contenido impresentable y que demuestra la imperiosa necesidad de que se produzca un cambio en la manera de hacer política. El PSE ha permanecido solo 4 años en el Gobierno Vasco, pero ha sido tiempo suficiente para que haya realizado gastos inaceptables con dinero público, con el dinero de todos. Y todo ello de manera encubierta.
El contrato laboral de Iñaki Prego es una burla para ese sector cada vez más amplio de nuestra sociedad que vive con graves penurias económicas. Ese contrato lo firmó el gobierno de quienes se definen socialistas. Fue el supuesto socialista Ernesto Gasco, consejero de transportes por aquel entonces, quien firmó ese contrato plagado de privilegios. Son los mismos que sienten legitimados a mirar de arriba abajo a sus adversarios políticos salvaguardánsode sin ningún rubor en los mínimos éticos políticos.
Prego originó gastos de miles de euros en Metro Bilbao, percibió 183.000 euros de manera ilegal, y no conformándose con eso, propició una confrontación entre las y los trabajadores del Metro y las y los usuarios. Pero tampoco nos olvidamos de que los que precedieron a Prego dejaron una deuda de 500 millones de euros en el Consorcio de Transportes de Bizkaia.
Por desgracia, la noticia de hoy no es la única muestra de que hay personas que se intentan lucrar a costa de la ciudadanía. Si se producen decisiones de este tipo es porque el modelo de gestión opaco vigente así lo permite. Las sociedades mercantiles, las sociedades públicas, se abastecen de dinero público para realizar una gestión privada. La sociedad no conoce lo que hacen esas sociedades con el dinero de todos y todas y además endeudan a nuestras instituciones.
El modelo de Bizkaia es un buen ejemplo de todo ello. José Luís Bilbao ha afirmado hoy en una emisora de radio que todavía nos queda mucho trabajo por hacer en lo referente a la transparencia, que quienes ostentamos un cargo público debemos mantener una actitud ejemplar. Pero el señor Bilbao olvida que también él y su Diputación aplican y fomentan ese mismo modelo. En Bizkaia, las Socieades Forales Mercantiles han originado una deuda al territorio de más de 1.000 millones de euros. Los sueldos de los altos cargos de las Sociedades Forales de la Diputación son escandalosos. El gerente del BEC, por poner un ejemplo, percibía un sueldo de 105.000 euros anuales hasta el pasado año. Si como dice el señor Bilbao quiere profundizar en la transparencia, ya sabe por donde empezar.
Que el señor Bilbao utilice términos como profundización de la transparencia en la gestión pública es un ejercicio de cinismo que llega al insulto a la ciudadanía. El señor Bilbao y su partido, el PNV, son los precursores del modelo de gestión vigente que permite que se produzcan casos como el de Metro Bilbao o el vergonzoso endeudamiento de nuestras instituciones. Que nos vengan ahora hablando de transparencia o que los cargos públicos del Gobierno Vasco intenten lavar su imagen con la firma de un código ético totalmente vacío y sin consecuencias penales reales demuestra hasta donde llega su compromiso con una gestión pública ejemplar.
La transparencia, el control público, la gestión directa y la participación ciudadana son las garantías para que no se sigan produciendo casos como este. El modelo que defiende EH Bildu difiere diametralmente con el modelo de gestión oscurantista que vienen aplicando PNV, PSE y PP. Resulta totalmente necesario, más si cabe en los tiempos que corren, el situar la política al servicio de la ciudadanía y para ello es totalmente necesario dar un giro de 180 grados al modelo de gestión que hemos conocido hasta ahora.