La Diputación Foral de Gipuzkoa ha pedido que se suspenda el proyecto de líneas de 400.000 voltios entre Dicastillo y Ezkio-Itsaso y Castejon-Muruarte. Según el ente foral, el proyecto que quiere desarrollar la empresa Red Eléctrica Española no se encuentra dentro de la planificación de la red de transporte de energía eléctrica del Estado, en relación a la cual el Real Decreto Ley 13/2012 indica lo siguiente: «hasta la aprobación por parte del Consejo de Ministros de una nueva planificación de la red de transporte de energía eléctrica queda suspendida el otorgamiento de nuevas autorizaciones administrativas para instalaciones de transporte competencia de la Administración General del Estado». Por lo tanto, dado que el proyecto de líneas entre Dicastillo y Ezkio-Itsaso y Castejon-Muruarte no se encuentra en la planificación actual, y dado que queda suspendido el otorgamiento de nuevas autorizaciones hasta que se apruebe una nueva planificación, las administraciones competentes deberían suspender el proyecto en cuestión. «De lo contrario, actuarían contra la normativa», ha señalado el Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Diputación.
Cabe recordar que ambas líneas suman un total de 120 kilómetros, de los cuales 14 transcurrirían por Gipuzkoa; concretamente, entraría en el territorio a través de la Parzonería de Gipuzkoa, y afectaría a los siguientes municipios: Idiazabal, Zegama, Segura, Zerain, Mutiloa y Gabiria. La línea se sostendría sobre torres de acero de hasta 80 metros de altura. Concretamente, en Gipuzkoa se requerirían 28 torres, con un espacio entre ellas de 400 o 500 metros. Para la protección de la línea, se debería hacer un corredor de 40 metros de ancho, con restricciones para la arboleda. Por otra parte, se necesitarían 5,3 kilómetros de nuevos caminos para la realización de labores de instalación y del mantenimiento posterior de las torres.
La Diputación Foral de Gipuzkoa ha presentado diferentes recursos al informe medioambiental del proyecto de línea de alta tensión, entre los que destaca el comentado anteriormente. Además, según afirma la Diputación, «la información presentada no es suficiente para justificar la necesidad objetiva de las instalaciones. Tal carencia básica debería traer consigo una reflexión real y seria en torno a la conveniencia o no del proyecto».
La Diputación sostiene, además, que hay que tener en cuenta el notable descenso a nivel estatal, en los últimos seis años, del consumo bruto de energía eléctrica y que se espera que tal tendencia se mantenga en el futuro. Por ello, «los datos de bajada de demanda demuestran que no existe necesidad de nuevas instalaciones de generación y transporte de electricidad y que, desde un punto de vista sostenible, lo pertinente en este momento deberían ser el ahorro y la eficiencia energética». En ese sentido, el proyecto carece tanto de datos relativos a nuevas plantas de energía que justifiquen la necesidad de nuevas líneas, como de una hipotética saturación de las líneas existentes.
Según La Diputación Foral, no se ha realizado una correcta valoración del impacto medioambiental. No se debe olvidar, por ejemplo, que la línea de alta tensión supondría un importante impacto en diferentes zonas protegidas por la red Natura 2000 y que resultaría perjudicial para diferentes especies –aves, especialmente–. Asimismo, la Diputación ha subrayado la preocupación y rechazo que el proyecto ha generado entre la ciudadanía.
«Resulta evidente que este macroproyecto tiene notables carencias y lagunas: los promotores no han justificado debidamente su necesidad; no se ha realizado un análisis medioambiental serio, pese a que tendría, tanto en el entorno como en los espacios protegidos y las especies que los habitan, un impacto enorme; cuenta con la clara oposición de la ciudadanía; y, además, no cumpliría con la normativa vigente. Por lo tanto, hemos pedido al Gobierno español que deniegue el permiso y que el proyecto sea suspendido», ha dicho Iñaki Errazkin, diputado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.