Los portavoces nacionales de Alternatiba, Amaia Agirresarobe y Oskar Matute, han comparecido en rueda de prensa en Donostia esta mañana para hablar de la denuncia de Adegi contra Ander Rodriguez.
Esta semana hemos conocido la denuncia interpuesta por Adegi contra el Diputado de Política Social y compañero de Alternatiba Ander Rodriguez. Ante este despropósito, además de reiterar el apoyo expreso de toda la organización a nuestro compañero, desde Alternatiba queremos exponer nuestra valoración sobre la actitud de la patronal en el marco del llamado conflicto de la residencias de Gipuzkoa.
Constatar, en primer lugar, que las únicas amenazas reales son las sufridas por las cientos de personas que han comenzado a ver recortados sus salarios y sus derechos laborales como consecuencia de una reforma laboral diseñada por grandes empresarios y ejecutada por políticos serviles. Esas, y no las que le imputan al diputado de Política Social, son las únicas amenazas dolorosamente constatables para la sociedad vasca.
Son las mismas amenazas que parte de la patronal de las residencias de Gipuzkoa puso encima de la mesa de cara a negociar las condiciones laborales de su personal, mayoritariamente conformado por mujeres que, ante la perspectiva de ver sus derechos nuevamente pisoteados, han protagonizado una lucha ejemplar. Son mujeres que desarrollan un trabajo fundamental para la sostenibilidad de la vida, pero en un sector totalmente invisibilizado y precarizado, que algunos empresarios sin escrúpulos han convertido en nicho de negocio.
Realizando una propuesta que garantizaba la mejora de las condiciones laborales del sector, la Diputación de Gipuzkoa demostró que existe otra forma de gestionar el dinero público, y de hacerlo además con el objetivo de ofrecer unos servicios públicos de calidad a la ciudadanía. Podemos entender que para Adegi sea insólito un representante institucional que se posiciona a favor de preservar los servicios sociales públicos y el bienestar de las personas usuarias, ya que hasta la llegada de Bildu las únicas injerencias que han sufrido han sido las palmaditas en la espalda y la firme defensa de sus beneficios a costa de la precariedad las personas.
Si hay algo que denunciar, es sin duda la dejadez que demuestran la gran mayoría de las instituciones ante las condiciones que aplican las empresas subcontratadas para ofrecer servicios públicos a la ciudadanía. Entendemos que las instituciones deben implicarse tanto en la calidad de los servicios que ofrecen, máxime en sectores como el de los cuidados, como en la garantía de unas condiciones de dignidad para las personas que desempeñan estos trabajos.
La gestión de nuestro compañero, por tanto, resulta intachable y debiera servir de ejemplo para acabar con las relaciones caciquiles que priman en la relación de demasiados representantes políticos con empresas a las que destinan ingentes cantidades de dinero público sin controlar si cumplen, tanto con la ciudadanía como con sus empleadas y empleados.
Sabemos que ha sido el modelo del anterior gobierno de Gipuzkoa, así como lo es para los actuales ejecutivos de Araba y Bizkaia: negociar a puerta cerrada y solo con las patronales. Y PNV, PSE y PP saben que cuando actúan así perjudican a la ciudadanía, que es la que sufre el deterioro de los servicios públicos, y que lo hacen en beneficio de una patronal que ha dicho alto y claro que aprovechará las oportunidades que le da una reforma laboral que condena a la precariedad a la mayoría mientras engorda los beneficios de unos pocos.
Parece evidente que Adegi busca desalojar de las instituciones a quienes defienden los derechos de las trabajadoras frente a la reforma laboral española. Es una patronal con objetivos y opciones políticas muy determinadas. Y hay que carecer de la más mínima vergüenza para hablar de victimismos cuando las mayores damnificadas han sido las mujeres cuyas jornadas pretendían incrementar mientras reducían sus salarios, y todo con la complicidad del PNV.
Desde Alternatiba, desde EHBildu y desde aquellas instituciones en las que la ciudadanía nos ha asignado la responsabilidad de gobernar, seguiremos trabajando en defensa de unos servicios públicos de calidad y seguiremos denunciando la alianza entre patronales avariciosas y políticos serviles. Porque es esa relación la que permite las puertas giratorias entre política y empresa, y los donativos a cambio de facilitar concesiones, que tanto denunciamos cuando suceden en Madrid pero que algunos prefieren ocultar en Euskal Herria y precisamente en sectores como este.