El caso del Sr. Jorge Adolfo Freytter Romero, es un claro ejemplo del modelo de estado colombiano, en el que reina la impunidad. En el que personas como Jorge Freytter Florian, hijo del asesinado, tienen que verse obligadas a abandonar su país, porque su vida está en grave peligro y más aún, cuando salen resoluciones como la que hoy nos has explicado, en la que algunas de las personas implicadas directamente en el asesinato de tu padre, están en la calle.
Si a este carácter impune, añadimos la aprobación en junio del proyecto de reforma constitucional que amplía el fuero militar, norma criticada y rechazada por organizaciones defensoras de los derechos humanos y por la propia ONU, ente que la considera “perjudicial”. Esta Ley blinda a los militares que cometen delitos de lesa humanidad y les da poderes para legitimar crímenes contra civiles en medio del conflicto.
Por no hablar de una de las grandes lacras que padece el país, el paramilitarismo que continúa vivo y con total impunidad. Alvaro Uribe, quien por cierto, fue recibido con honores en Sabin Etxea, está siendo investigado por el Tribunal Superior de Medellín, por, según este organismo; promover, auspiciar y apoyar a estos grupos paramilitares.
Vulneraciones tan brutales de derechos humanos, se repiten desde hace 60 años. 60 años de conflicto, una guerra que no ha hecho más que arrebatar a la población colombiana, sus derechos más elementales.
Colombia cuenta hoy con más de 6 millones de refugiados internos. Es el país con el mayor número de refugiados en el mundo. Casi todas son campesinas/os que fueron obligados a abandonar sus tierras y no tienen la posibilidad de salir del país, como en este caso, la ha tenido Jorge.
Existen registros de 67.000 personas desaparecidas (cifras oficiales de la ONU). El 64% de los asesinatos de sindicalistas de todo el mundo se producen en Colombia, 3000 sindicalistas asesinados desde el año 77. Más de 9.000 presas/os políticos, entre ellos sindicalistas, líderes sociales, defensores de derechos humanos, periodistas independientes, líderes indígenas y estudiantiles.
La realidad de Colombia, ante la comunidad internacional, es distorsionada, por ello es indispensable, que es lo que realmente ocurre en el país.
Una de las muestras más evidentes de la impunidad que reina en Colombia, es el exterminio al partido político UP en los años 80, un Partido político compuesto en su mayoría por miembros del partido comunista colombiano.
Según líderes de este grupo político, fueron 5.000 las personas asesinadas, “desaparecidas” y torturadas, entre quienes se cuentan dos candidatos a la presidencia, ocho congresistas, cientos de alcaldes y concejales, y miles de activistas locales, así como familias enteras exiliadas. Y hoy es el día en que los culpables de dicha atrocidad no han pagado por ello.
En Colombia no existen garantías políticas para quienes no solo reivindican los derechos de la clase popular, sino que además, presentan alternativas de país, para erradicar el modelo capitalista y por tanto, opresor, existente.
Un país que presume de tener uno de los mayores modelos democráticos del mundo, arrebata las tierras a su pueblo para entregárselas al mejor postor, reprime a la población por algo tan elemental como la libertad de expresión, encarcela a quienes defienden los derechos humanos y la paz con justicia social.
Tenemos casos en todos los ámbitos, hemos visto el caso de tu padre, en el ámbito sindical y educativo, voy a destacar 1 caso en el ámbito campesino, el de Hubert Ballesteros, destacado líder sindical, campesino, miembro del movimiento político y social MP, quien desde el pasado 19 de agosto se encuentra privado de libertad, por defender las condiciones de vida digna para el campesinado, en el marco del paro nacional agrario y popular que se estaba llevando a cabo en el país.
Así mismo, nos gustaría manifestar indignación ante el asesinato de Adelinda Gómez Gaviria, destacada lideresa campesina. Quien dedicó su vida al trabajo comunitario, realizó muchas denuncias en contra de la minería ilegal y trasnacional y la violación de derechos humanos en el macizo colombiano. Fue impulsora del Foro Minero y Ambiental que congregó a más de 1500 campesinos e indígenas. Y que emboscada y asesinada el pasado 30 de septiembre.
Por si faltaba algo, la entrada en vigor de los tratados de libre comercio que el gobierno de Colombia ha firmado con EE.UU y la Unión Europea, han provocado que amplios sectores productivos del país como la agricultura, el transporte y la industria, entre otros, se hayan visto afectados de manera aún más negativa.
La pobreza endémica de las capas más desprotegidas de la sociedad se ha cronificado. Pero el pueblo ha dicho basta. Con la entereza y la valentía que caracteriza a los pueblos humildes y trabajadores del mundo, la ciudadanía colombiana se ha levantado en enormes y multitudinarias manifestaciones que, a lo largo y ancho del país, han enviado el mensaje claro y contundente de que la justicia social no puede esperar más, de que las condiciones de vida dignas de la ciudadanía tienen que ser la prioridad de estado.
Colombia por fin, ve la resolución del conflicto más cerca que nunca, la mesa de dialogo de la Habana entre el presidente del gobierno y las FARC, lo demuestra, por ello es fundamental la participación de la comunidad internacional a la hora de ejercer presión sobre quienes se sientan en la mesa, para que no se levanten hasta que hayan acordado todos y cada uno de los puntos clave para que Colombia se encamine hacia la paz con justicia social.
Prueba de que Colombia se encuentra en un momento histórico, fue la «Marcha por la Paz» del 9 de abril, que reunió a 1,5 millones de personas en las calles de Bogotá.
Han sido 60 años de lucha, de lucha por conseguir esa paz que tanto anhela el país, una paz real; no solo el fin del conflicto armado. Porque ya lo decía Rigoberta Menchú, No puede haber paz cuando existe un sistema que mata a la gente de hambre, que es cómplice de la explotación infantil, que vulnera los derechos sexuales y reproductivos y que utiliza a las mujeres como arma de guerra, que no respeta el medio ambiente, que despoja a la gente de sus tierras, que vende el país a las empresas trasnacionales, para que arrasen con sus recursos naturales, esos recursos que pertenecen única y exclusivamente al pueblo colombiano, y no a estas empresas que vulneran de manera sistemática los derechos humanos, con la complicidad del gobierno. La paz, no es únicamente la ausencia de guerra. Mientras existan estas brutales desigualdades, Colombia difícilmente podrá alcanzar la paz por ello tenemos que tener la mirada puesta en la Habana.
Muchas son las personas que reivindican la justicia social en Colombia, la juventud por ejemplo, quien es constantemente criminalizada por presentar un modelo propio y alternativo, las campesinas/os, quienes por si fuera poco, ahora ven amenazadas aquellas zonas denominadas “Zonas de reserva campesina” las cuales podrían desaparecer del ordenamiento jurídico Colombiano, las personas que han luchado activamente en la defensa de los derechos humanos, como la ex senadora Piedad Córdoba, portavoz del movimiento político y social, MP, a quien se le ha inhabilitado para ejercer la política por un periodo de 20 años.
Es importante que Colombia sepa que desde la comunidad internacional, en este caso, desde EH Bildu, nos solidarizamos con la población colombiana en su consecución de la paz, apostando por el dialogo como la única vía para la resolución del conflicto. Que mostramos nuestro más profundo rechazo a la presencia de las trasnacionales en el país, que apostamos por una Colombia libre de paramilitarismo, una Colombia soberana, por una Colombia plural, en definitiva por una Colombia en Paz.
Que apostamos porque Colombia siga los pasos de sus países vecinos, para que Latinoamérica en su conjunto, pueda liberarse de las ataduras imperialistas que tiene a sus espaldas.
Desde nuestro grupo, queremos manifestarte, Jorge, nuestro total apoyo no solo a la asociación, si no a ti como persona en condición de asilado político, quien consideramos, debes contar con todas las garantías necesarias para continuar con tu labor en la defensa de los derechos humanos. Por este motivo, cuenta con nuestro grupo, con EH Bildu, para apoyar la proposición no de ley que nos has hecho llegar.