No quiero, no debo y no puedo quedarme parada. Mi condición de persona comprometida, activa, responsable, solidaria; pero sobre todo, mi condición de persona libre me lleva, una vez más, a actuar en consecuencia con mis ideas, ideas en movimiento, ideas vivas y sin miedo a cambiarlas. Porque mis ideas hacen de mí lo que soy, hacen que me sienta realizada como persona; con ellas nunca dejaré de ser yo misma, y muchísimo menos dejaré de tener un pensamiento libre.
Hace diez años afirmaba brillantemente José Saramago: “Existen dos superpotencias: unason los Estados Unidos, la otra eres tú”. Lo hacía , en el contexto del ataque liderado por EEUU contra Irak, pero nos brinda una idea atemporal. Es necesario convencernos de que no podemos resignarnos frente a los ataques ya que, lejos de avanzar en la lucha frente a los diferentes sistemas de dominación que nos atenazan, corremos el riesgo de caer en la resignación, de ser parte de eso que la derecha llama mayoría silenciosa que permanece en sus casas. Por eso, debemos establecer como uno de los grandes retos el de lograr trasladar a las personas la necesidad de no asumir ataques en forma de recortes, sumisiones y dependencias; es momento de activarnos frente a quienes nos someten, frente a quienes nos niegan la identidad y nuestro derecho a decidir y construir, tanto nuestro futuro como un modelo alternativo.
Hoy es más necesario que nunca organizarnos. Hay muchas formas de hacer frente a este sistema injusto, desde la participación en asociaciones de barrio pasando por movimientos sociales o en organizaciones sindicales y políticas. Cada cual desde su propia realidad y sus posibilidades. Pero realmente,lo más importante es el tú. No el tú o yo, con una “o” que nos contrapone y que ejerce como ley básica del capitalismo, sino el tú y yo, con una copulativa que inevitablemente nos lleve a conformar un frente amplio de iniciativas y movimientos alternativos, un muro de resistencias sociales.
Frente a tanta represión e injusticia tenemos que movilizarnos, tenemos que activarnos, porque la revolución comienza por una misma, pero sobre todo, porque esto es lo que soy y seguiré siendo. Ideas, ideas en movimiento que hacen de mí lo que soy; ideas que, junto con otras, nunca se cansarán de idear un mundo mejor. Actívate, aktibatu.