La sentencia contra los activistas anti-TAV condenados hoy por la Audiencia Nacional a entre uno y dos años de cárcel supone para Euskal Herria Bildu una barbaridad jurídica que deja en evidencia la sucesión de funciones de este órgano judicial respecto al Tribunal de Orden Público del Franquismo. EHBildu considera que no busca otra cosa que criminalizar a los movimientos sociales y a las personas que disienten y resisten ante un sistema neoliberal que no duda en arrasar nuestro medio natural y sus recursos en beneficio de los grandes poderes empresariales.
Desde EHBildu reiteramos nuestro rechazo al proyecto del Tren de Alta Velocidad en la medida que hipoteca el futuro de Euskal Herria, tanto económicamente haciéndonos contraer una deuda que pagaremos durante generaciones, como en lo que artificialización de nuestro territorio se refiere, con un impacto perpetuo. Se trata, además, de un proyecto innecesario, que no ayuda a vertebrar Euskal Herria en la dirección adecuada y que ha carecido del más mínimo debate social.
Y del mismo modo que rechazamos la imposición de una macro infraestructura, nos solidarizamos con las personas y colectivos que luchan de forma encomiable por detener un proyecto que no lleva a ninguna parte. Personas y colectivos que, una vez más, sufren la criminalización y el castigo de un sistema dócil con los poderes financieros e inflexible con cualquiera que se enfrente a los mismos.
Finalmente, debemos subrayar que la dureza de la sentencia contrasta en primer lugar con este y otros casos homologables a nivel internacional que en han terminado en absolución o multas menores, y en segundo lugar con las sentencias que dejan en libertad a personas corruptas, a responsables políticos que han malogrado cajas de ahorro públicas como la CAN o con las que no observan delito en operaciones de las fuerzas de seguridad que culminan en graves lesiones o incluso la muerte de personas.