Parece que ya es inevitable la cacareada reforma de Gallardón sobre la Ley del aborto. Se nos viene encima una estocada brutal contra los derechos de las mujeres, ya que cuando hablamos del derecho al aborto libre y gratuito, sin plazos ni supuestos, estamos hablando del derecho a la toma de decisiones de algo tan fundamental como nuestros propios cuerpos y nuestras propias vidas. La tutela a la que nos quieren someter es un gravísimo acto de violencia patriarcal al que creemos que se debe responder de manera contundente y desde todos los ámbitos, pero una vez más sabemos que encontraremos tibieza en la respuesta, cuando no manipulación interesada.