La probable ratificación de la sanción que Europa va a imponer a las diputaciones vascas por la cuestión de las vacaciones fiscales vuelve a poner en cuestión el modelo fiscal que ha impulsado, fundamentalmente, el PNV.
La chapuza fiscal que vamos a tener que pagar tiene responsables con nombres y apellidos. Ellos impulsan ese modelo fiscal, ellos favorecieron a determinadas empresas, ellos han provocado la sanción, y ellos deber asumir su responsabilidad de manera pública ante la sociedad.
La discusión, el debate fundamental, no es quién tiene que pagar, porque las cosecuencias directas recaen nuevamente sobre el conjunto de la sociedad, que se verá privada de una importante cantidad de fondos públicos (50 millones de euros) que habrá que destinar a pagar la sanción.
El debate debe ser por qué se permite e impulsa un modelo fiscal que protege y beneficia a unos pocos y hace recar la carga de la contribución fiscal en las rentas de trabajo mientras se beneficia a las rentas de capital y, en general, a quien más tiene. Eso no es aceptable.
Los mecanismos y artimañas que se ofrecen a algunos privilegiados para que paguen menos impuestos, deben desaparecer. No es de recibo eximir a empresas o particulares de sus obligaciones fiscales ni facilitar caminos para eludirlas. ¿Por qué a algunos si y a otros no? Esos productos fiscales, esa especie de premio o fiscalidad a la carta, son una injusticia social y una muestra de insolidaridad.
Sin embargo se sigue insistiendo en el mismo modelo, y restan recursos públicos para cubrir las necesidades y prioridades públicas a otros niveles.
La fiscalidad debe ser un instrumento para redistribuir la riqueza, garantizar la equidad y hacer frente al fraude fiscal. Un instrumento para impulsar y fortalecer políticas públicas que garanticen y cubran las prioridades y necesidades del conjunto de la sociedad.
Sin embargo, padecemos un acuerdo fiscal de manos del tripartito PNV-PSE-PP que supone una evidente marcha atrás en términos de justicia social y que pretende blindar un modelo que premia a los poderosos sobre los más desfavorecidos. Es un pacto para tapar las carencias propias y satisfacer intereses de partido, no para beneficiar a la sociedad.
No nos sorprende que PNV o PP defiendan un modelo fiscal de derechas, pero es una gran decepción que el PSE, supuesto partido socialista, de izquierdas, impida que quien más tenga pague más y se muestre dispuesto a proteger a las rentas de capital y a los más ricos.
Y en ese camino, el próximo asalto de la contrarreforma fiscal del tripartito lo quieren plantear en el impuesto sobre Grandes Fortunas. Quienes inicialmente negaban la necesidad de abrir el debate fiscal, de replantear el modelo,… lo han abierto, pero para impulsar una contrarreforma con un objetivo: frenar y hacer fracasar el modelo fiscal que impulsa EH Bildu. Un modelo que da resultado, que marca un camino alternativo.
Quieren vestir de armonización lo que no es más que una uniformización a la baja diseñada y dictada desde la Diputación de Bizkaia a imagen y semejanza de los intereses de ADEGI y CONFEBASK. Una uniformización fiscal que abrirá aun más la brecha social y económica entre ricos y pobres.
El panorama es desolador. Miles de familias sin recursos, indices de pobreza intolerables, decenas de miles de personas sin trabajo y sin ingresos, contrataciones precarias y sin derechos, abusos patronales, políticas de recortes en servicios públicos y sociales… y frente a esa realidad, tienen la poca verguenza de justificar un modelo fiscal injusto, desequilibrado y abierto al fraude y la elusión.
La situación política y social amenza nuestro futuro y requiere superar modelos fracasados, discriminatorios o injustos. La fiscalidad adquiere un papel relevante para afrontar la salida de la actual crisis. La política fiscal tiene que activarse en esa dirección, acompañando otros ejes como el impulso de políticas de empleo propias, garantizar los servicios públicos y la asistencia social.
Por todo ello, desde EH Bildu:
- En el caso de las vacaciones fiscales, instamos a los partidos gestores implicados a que asuman su responsabilidad ante la sociedad y abandonen de manera definitiva su modelo fiscal
- Interpelamos nuevamente al PSE para que abandone la contrarreforma fiscal de la derecha y vuelva a sumar fuerzas por un modelo fiscal progresista, justo y equitativo
- Llamamos a los agentes sociales y sindicales, y a la ciudadanía en general, a oponerse y mostrar su rechazo frente a una política fiscal regresiva
- Desde EH Bildu reiteramos nuestra apuesta por otro modelo fiscal, por reforzar una fiscalidad progresivay justa, y denunciar los privilegios que se esconden tras la contrarreforma impuesta por el tripartito PNV-PSE-PP