El periodista del Diario Vasco Joxebi Ramos ha publicado hoy un reportaje con la valoración sobre la implantación del sistema de recogida de residuos puerta a puerta del compañero de Alternatiba y concejal de Aretxabaleta Tomás Fernández.
Continúa hablándose mucho del que será nuevo sistema de recogida de basuras en el municipio atxabaltarra. El miembro de la asamblea Alternatiba de Aretxabaleta, Tomás Fernández, comenta que «se dice que este asunto se ha politizado demasiado y que es un sistema que se quiere imponer desde la diputación gobernada por Bildu. Pues sí, se puede decir que es cierto, la política no es sólo lo que hacen los políticos en los órganos de representación, y estos son problemas que nos conciernen como ciudadanos y que tenemos que abordar».
Añade que «podría dar muchísimos datos que demuestran que el sistema del PaP es aplastantemente mejor que el del 5º contenedor. Comparando siempre los datos de pueblos con los diferentes sistemas nos encontramos casos como los de Aretxabaleta (5º contenedor) y Antzuola (PaP), en todos los casos nos dan datos parecidos a estos: Aretxabaleta, orgánico: 13,5 kg/persona; resto: 257 kg/persona; envases ligeros: 13,8 kg/persona y vidrio y papel: 43,7 kg/persona. Y en Antzuola: orgánico: 88,6 kg/persona; resto: 34,1 kg/persona; envases ligeros: 26,1 kg/persona y vidrio y papel: 50,4 kg/persona. Son datos muy claros que cualquier ciudadano puede consultar en la página web del consorcio de residuos de Gipuzkoa, que coinciden con los cálculos que se han hecho sobre el PaP en los que más del 80% de los residuos son reciclables y un 20% son residuos no contaminantes. Mientras el sistema opuesto, difícilmente supera el 30% de residuos reciclables y un 70% es el resto, esta fracción resto como tiene todo tipo de productos sólo se puede quemar en una incineradora».
Ventajas del PaP
Sobre las ventajas del PaP, Tomás Fernández comenta que «lo importante es que sepamos que ese sistema es el más limpio, eficiente y barato de los que hay en la actualidad. Cumple los objetivos de la Unión Europea ya que para el año 2020 desde Bruselas se obligara a que todos los estados miembros tengan una tasa de reciclaje mayor al 50%, con el sistema propuesto se supera esto con siete años de antelación, mientras que con el sistema de contenedores no se ha llegado nunca ni siquiera al 40%. Por lo tanto, el PaP cumple con las leyes establecidas por los organismos de la Unión Europea. También proponen que se reduzca la generación de residuos, reutilizarlos, reciclarlos, cargar por medio de tasas a los que más contaminen, reducir la contaminación ambiental y tratar los residuos lo más cerca posible de su origen. Esta última parte también la superaríamos sin mucha dificultad. Es respetuoso con el medio ambiente», subraya. «Si se consiguen tasas de reciclaje tan altas, hay menos cantidad de fracción resto de la que tenemos que deshacernos. Además por medio de un proceso químico estos restos son inertes y se pueden situar en pequeños vertederos especiales. Con esto evitamos tener que deshacernos del 70% de la basura en los vertederos y las incineradoras (que a la larga estarán prohibidas por Europa), porque estos últimos sistemas contaminan la tierra, los acuíferos y la capa de ozono y pone en peligro la salud de las personas que viven cerca. Con esto protegemos el medio rural, muy apreciado y muy importante, porque no hay que olvidar que en el primer sector conseguimos gran parte de nuestros alimentos».
A lo que añade que, además «es más sostenible. Es importante porque además de reducir los residuos con el PaP conseguimos otros objetivos importantes, que reciclamos las fracciones de vidrio, papel/cartón y envases ligeros volviéndose a introducir gracias a que es un sistema circular. Mientras que el orgánico, que es la mayor parte, se puede reutilizar como abono en la agricultura, una vez tratado por lo que entra en el ciclo natural. Además es más económico. Este plan rondará los 187 millones de euros a los que podríamos incluso sumar los 8 millones que ha costado paralizar las obras de la incineradora de Zubieta, que por cierto, el mismo terreno se aprovecharán para construir una planta de tratamiento orgánico». Asegura que es «más cómodo. Se ha dicho que este sistema es muy incómodo para el ciudadano, a la hora de decidirse por el reciclaje, porque tiene unas horas establecidas para sacar cada fracción. Lo cierto es que con este sistema la recogida se hace prácticamente en la puerta de casa y ya no hay que desplazarse hasta los contenedores. Por otro lado el orgánico se recoge tres veces a la semana, de esta manera si se establecen en días salteados los malos olores no llegarán, la putrefacción no llega en 24 horas, demostrado científicamente».
Finaliza diciendo que «merece la pena ser solidario con el entorno y con nuestros conciudadanos, esforzarse por un futuro más amable, limpio y respetuoso. Hay que pensar en las generaciones que vendrán por detrás, hay que recapacitar y pensar sobre el mundo que queremos dejar a nuestros hijos, el esfuerzo no es grande para los resultados que podemos conseguir entre todos».