El portavoz de Alternatiba y parlamentario de EHBildu Oskar Matute, junto con la también parlamentaria de la coalición Maribí Ugarteburu, han comparecido en rueda de prensa para valorar los últimos pasos dados por el colectivo de personas presas de Euskal Herria y la actitud de quienes pretenden obstaculizar cualquier avance en pacificación.
La declaración de Aiete y la decisión de ETA de poner fin a la lucha armada abrieron el camino para hacer factible un proceso de normalización política y de superación del conflicto y sus consecuencias. Desde entonces, gracias a iniciativas y compromisos impulsados desde diferentes ámbitos, el nuevo escenario se ha consolidado, haciendo posible y viable un proceso de paz, normalización y democracia reales en Euskal Herria.
Ayer, personas que en estas décadas de conflicto han conocido y padecido las consecuencias del exilio, mostraron su adhesión tanto a las decisiones del EPPK como con la declaración dada a conocer en junio por el Colectivo de Refugiados en Biarritz y su disposición a trabajar para facilitar su retorno a Euskal Herria; es, sin duda, un paso importante y una aportación significativa que alimenta el camino de la superación de las consecuencias de un largo y duro conflicto.
Las decisiones y aportaciones que, de manera unilateral, se están materializando tanto desde el EPPK como ahora desde el Colectivo de Refugiados, demuestran una clara voluntad de implicación y compromiso para con el proceso de paz y normalización en Euskal Herria. Una realidad innegable.
Esta misma semana también los presos han comenzado a realizar, conforme a la legalidad vigente, una solicitud individual para poder cumplir la condena en Zaballa, manifestando su voluntad de participar de manera activa en un proceso con garantías en el que se aborde, desde los diferentes agentes implicados, la participación en el conflicto y la responsabilidad en el daño generado.
Estos pasos se producen en un contexto en el que los Estados español y francés se resisten a asumir sus responsabilidades en este proceso y se mantienen en una estrategia de conflicto, convertidos en obstáculos para la paz.
Frente a la construcción e impulso de un proceso en positivo en base a pasos, aportaciones y compromisos concretos, asumidos y materializados, respondiendo al sentir y la demanda social mayoritaria en Euskal Herria, PP y PSOE están empeñados en romper el nuevo escenario colaborando en una estrategia de negación y vulneración de derechos. Desde EHBildu creemos necesario subrayar la gravísima responsabilidad en la que están incurriendo en la medida que han decidido apostar por el sufrimiento y por seguir conculcando derechos.
La involución del Estado, la estrategia de bloqueo y venganza que amparan PP y PSOE, tiene su plasmación más evidente en el mantenimiento de la dispersión y de una política penitenciaria de excepción. Es la evidencia más sangrante de la nula voluntad de Madrid de avanzar hacia la resolución y superación del conflicto y sus consecuencias.
En el contexto actual, acabar con la dispersión, trasladar a los presos y presas a Euskal Herria, terminar con una política penitenciaria de excepción, es necesario y fundamental. Sin excusas, sin contrapartidas, sin condiciones. La inmensa mayoría de la sociedad vasca lo respalda y debe ser un objetivo prioritario para asentar el nuevo escenario. Solo la excepcionalidad, plantear condiciones específicas, la política de venganza, impide la repatriación a Euskal Herria.
Por otro lado, vemos con preocupación la deriva del PNV. No es de recibo que el PNV, que en su día amparó la dispersión, ponga ahora condiciones previas para ponerle fin y cargue contra quienes han demostrado con creces su disposición y voluntad de avanzar, dando por buena la estrategia que marca Madrid. No es legítimo que permita que se sigan vulnerando los derechos humanos y se perpetúe el daño contra las personas presas y sus familias. En la actual coyuntura el PNV puede optar entre adherirse a la demanda de la mayoría social de este país o hacer oídos sordos. Por desgracia, parece ser que su deriva le lleva a ser parte de la estrategia del Estado.
Las instituciones vascas, los gobiernos de Gasteiz e Iruñea, deben responder a lo que demanda la inmensa mayoría de la sociedad vasca, la principal protagonista y beneficiaria de este proceso, y deben ser, por lo tanto garantes e impulsores activos en el proceso de resolución del conflicto y superación de sus consecuencias.
Por último, desde EHBildu reiteramos nuestro compromiso para posibilitar y compartir acuerdos e iniciativas en los diferentes ámbitos en el objetivo de hacer realidad un escenario de paz, normalización y democracia reales en Euskal Herria.