Pasa den martxoaren 3an Bilbon, Spain Global Forum 2014 ospatzen zen bitartean, izandako gertakarien inguruko interbentzio hau honakoa adieraziz hasi nahiko nuke: EH Bilduk, bere helburuak erdiesteko soilik bide politiko eta baketsuak erabiltzeko konpromisoa azaltzen du, instituzionaletik desobedientzia zibilera doan esparru zabal horretan, indarkeri adierazpen eta estrategiak eta giza eskubide guztien urraketan errefuxiatuz. Hau da EHBilduren estatutuak diotena, zehazki, bere jarduera printzipioei dagokion 4. artikuluan gaur Legebiltzarrera ekarri den eztabaida, gure posizioa argi eta tinko horretatik abiatzen da eta ulertu egin behar da.
Y quería empezar con esta aclaración para que, por lo menos y en la medida de lo posible, y no tanto por la gente que está en este debate o participando en este debate en ésta Cámara, sino por quien pueda verlo después, quede clara cuál es la posición de EH Bildu frente a lecturas desinteresadas que se han hecho.
EHBildu no comparte y no ampara, sino que rechaza los incidentes que se provocaron o que se produjeron durante la jornada del 3 de marzo en Bilbao.
Pero no sólo eso o no sólo nos quedamos ahí, porque creemos que tan importante como tener una posición sobre eso, tan crítica como ustedes quieran, es tener una lectura de contexto, es entender, es intentar evitar que vuelva a suceder en el futuro.
Y probablemente ahí es donde deberíamos de centrarnos en el debate, porque parece claro que a nadie le ha gustado –y ése es un verbo que se ha utilizado incluso muchas veces aquí–, diría más, que no nos parece bien –que es otro verbo que también se ha utilizado muchas veces aquí– los incidentes que se produjeron en Bilbao.
Y una vez aclarado eso, lo que podríamos hacer aquí es pensar en qué cosas, en qué actuaciones políticas podemos llevar a cabo para evitar que se produzcan, y probablemente ahí empiezan los disensos, pero ése es realmente el debate interesante, porque en el otro parece que poco recorrido hay ya para el mismo.
Y en el terreno del debate del significado de ese contexto, que no era solo una cita más o menos importante, más o menos querida por según qué formaciones políticas, sino que era una representación más de un organismo que para nosotros adolece de tres elementos claros: No es democrático, no es transparente y no es legítimo.
Y estoy hablando de la Troika, que no es un fantasma que uno saque de un cajón cada dos por tres. La Troika es esa realidad compuesta por FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, creado para rescatar a Grecia en mayo del 2010 y que todavía hoy a través de la figura –no sé si literaria– de los hombres de negro, viene sometiendo a países y vienen sometiendo a personas, a decenas de miles de personas en todo el continente europeo.
Ésa es la foto que para nosotros es indigna de verdad. Como lo es también que se destrozan cristales. Nos parece realmente indigno también que la Troika encuentre cariño encuentre calor, encuentre simpatía entre nosotros y nosotras, porque eso es tanto como devolver al dolor de los ciudadanos simpatía con quien les agrade, porque las medidas que se están aplicando por estos señores y por estas señoras son medidas que están agrediendo de manera directa y fundamental los derechos de la ciudadanía, también de la ciudadanía de Euskadi.
Y por eso decía y empezaba con la cita clara de rechazo a cualquier actuación violenta, moviéndonos siempre desde el marco institucional hasta la desobediencia civil que Bildu tiene en sus estatutos.
Porque también estamos en contra de la vulneración de derechos humanos y quien más está vulnerando los derechos humanos es quien aplica políticas que obligan al paro, la precariedad y la exclusión social a decenas de miles de personas, que nos hace que tengamos que lamentar en nuestras ciudades y pueblos fotografías dantescas, es así también, realmente dantescas, tan dantescas o más que la que hoy estamos comentando aquí con los cristales, que no minimizamos.
Porque es muy duro tener que asistir a desahucios que tienen que ver con políticas que manan de la Troika porque es muy duro ver como se pierde el empleo y como se destruye el tejido industrial por políticas que emanan de la Troika, y ahí también sería bueno que la sensibilidad, que la enorme sensibilidad que esta Cámara puede llegar a demostrar con algunos temas –y nosotros nos sumamos a ella, para que vuelva a quedar claro– se mostrara también para con toda esa gente.
Para que cuando hablamos de gravísimos incidentes, de los más importantes de la historia de Bilbao, podamos hablar de ellos pero a la vez podamos decir que más grave todavía si cabe es que una persona se suicide en Sarriko hace un año y medio porque la desahucian de su piso, y que eso tiene responsables directos y que a esos responsables directos hay que tener la misma valentía de llamarles minoría violenta, si lo son, o de llamarles personas que no respetan la democracia, si no lo hacen.
Y sin embargo, en ese debate no nos encontramos esa correspondencia, no nos encontramos esa empatía, no nos encontramos ese exceso de celo y sería bueno que también ahí lo tuviéramos, porque si lo vamos a tener con esto y se puede tener, y probablemente se debe tener, también habría que tenerlo con todo lo demás.
Probablemente si no entendemos eso, seguiremos haciendo ejercicios de condena o de rechazo, que serán necesarios, pero que no solucionaran nada porque como ha señalado quien me ha precedido en el turno de la palabra esto sistemáticamente se viene produciendo en muchos lugares, y muchas veces se ha hablado en esta Cámara sobre cuáles son los mundos en los que vive EH Bildu.
Yo no sé cuáles son sus mundos, mi mundo es bastante plural y seguramente lo que voy a decir ahora no sea algo que sólo he escuchado yo, probablemente lo haya escuchado mucha gente en esta Cámara y mucha gente que pueda seguir este debate, si así lo estima pertinente, a través de las redes sociales.
Cuántas veces viendo las noticias en televisión o en prensa hemos oído alguien declamar cerca de donde estábamos nosotros no sabemos como esto no revienta, cuando estamos haciendo moverse a la gente entre la frustración y el hartazgo, por qué no intentamos analizar cuales son esas causas para intentar evitarlas.
Y nosotros tenemos ahí una posición muy clara, nuestra posición es muy clara y muy alineada con la defensa de todos los derechos humanos, para todas las personas y el mayor vulnerador de derechos humanos, el mayor vulnerador de derechos humanos es quien con sus políticas sacrifica y lanza a la periferia de la sociedad a una parte de los ciudadanos para seguir acumulando beneficios de manera no sólo deshonrosa, sino absolutamente injusta. Ésa es la fotografía real.
Y ésa es la fotografía de los grandes destrozos que al conjunto de la sociedad, no sólo vasca, sino que diría europea le está provocando la Troika. Y si no hacemos eso nos vamos a limitar a reproducir el debate que hasta ahora estamos teniendo aquí. Y nos limitaremos a hablar de los daños materiales y lo vuelvo a decir otra vez, para que quede claro, no compartimos, rechazamos esas prácticas, esas actuaciones violentas, no tenemos ningún problema en decir que esas actuaciones violentas no son compatibles con el país que queremos construir, pero eso en sí mismo no lo soluciona.
Y supongo que en eso podríamos estar todos de acuerdo. Y podemos decir que 100.000 euros es muy elevado, pero insisto, tengamos también esa fina sensibilidad, esa epidermis tan sensible para que cada vez que en nuestras ciudades hay gente que se siente excluida, botada –con b– de esta sociedad por las políticas que emanan de la Troika seamos capaces de alzar tanto el verbo y de alzar tanto la voz.
Y diremos que esos 100.000 euros son muchos, y lo son, y también son muchos y también de esa ciudadanía gastarse 72.800 euros para que los señores de la Troika reciban ese agasajo en el Palacio Guggenheim, y no son datos que nos inventemos nosotros, también lo señaló la consejera.
También ése es mucho dinero y también ese dinero lo pagamos todos los vascos y las vascas, para algo que además parece que no ha gustado a prácticamente nadie, salvo a la representante del Partido Popular, que así lo ha señalado, porque del resto de formaciones políticas parece que el entusiasmo no era una lectura compartida con respeto a lo que suponía esa cita y también podremos seguir hablando de la actuación policial, sobre si fue proporcionada o no.
A lo largo de todo este mes hemos asistido a diferentes declaraciones que cuestionaban la actuación de la Ertzantza, que señalaban si había sido más o menos relajada, más o menos condescendiente, que si había provocado más o menos que la situación alcanzara esas dimensiones que alcanzó.
Hay incluso declaraciones que decían, y eran de una representante del Partido Socialista, que la policía vasca tenía temor a que por una operación policial o una actuación policial, pudieran desencadenarse o pudiera acabar en una situación como la de Íñigo Cabacas.
Y me parece muy razonable que se tenga temor. ¿O es que no es más importante que una actuación policial llevada a un extremo desde luego no deseado pueda acabar con una vida? ¿No es mucho más importante evitar que eso pase en cualquier circunstancia que otro tipo de cuestiones que están ustedes entremezclando en el debate?
En cualquier caso, también hay que señalar, y también lo señala EHBildu, que todo ese dispositivo tan amplio y policial que se tuvo del que también nos dieron cuenta a través de los agentes, es curioso que en esa lógica de los anillos, para que de El Señor de los Anillos, y parece que está claro donde estaba Saruman que era en el Guggenheim, la mayor parte del dispositivo policial se dedicara a protegerles a ellos. Quizás tendrían que estar protegiéndonos a nosotros y a nosotras de sus políticas.
Pero en cualquier caso, una vez incidido y reincidido en este debate y en no sé cuántos más sobre los daños materiales, sobre la actuación de la Ertzantza que a nosotros nos pareció que al menos en la medida que evitó que estemos hablando de lesiones graves fue una actitud proporcionada, también se seguirá hablando de la caracterización de quienes realizaron esos
actos violentos.
Y se hablaré de minoría violenta. Hoy se ha utilizado más minoría violenta que en días posteriores, como hizo el propio portavoz del Gobierno cuando hablaba de minoría radical, violenta y antisistema.
Y es probable que esa minoría fuera radical, violenta y antisistema, pero además de ser radical y antisistema, algo con lo que yo no tengo ningún problema en identificarme, también probablemente sería de mayoría abertzale, o sería socialista o anarquista. En fin, la caracterización no es neutra y la caracterización se hace con una intencionalidad. Y también eso
hay que señalarlo.
Termino ya. Termino mostrando la solidaridad de EH Bildu con todos los damnificados por lo que ocurrió el 3 de marzo y por lo que ocurre todos los días por las políticas de la Troika, con aquellas personas que sufrieron destrozos en sus comercios o en sus inmuebles y por todas las personas que sienten destrozadas sus vidas con las políticas inhumanas y crueles de la Troika.
Y mostrando también nuestra solidaridad con los heridos que pudieron ocasionarse en esa jornada, como también mostramos solidaridad con todas aquellas personas que tienen que sufrir las políticas de aquello que se representó en el Museo Guggenheim, que tampoco nos gusta, pero tanto nos ha costado.