El portavoz de Alternatiba y parlamentario de Euskal Herria Bildu Oskar Matute ha comparecido esta mañana en rueda de prensa junto con la tambíen parlamentaria Maribi Ugarteburu para valorar el reciente nombramiento de Josu Jon Imaz como Consejero Delegado de Repsol.
El de Josu Jon Imaz es un caso que ilustra a la perfección un fenómeno al que llamamos «puertas giratorias» y que es totalmente denunciable desde un punto de vista ético. Para EHBildu, es visible la sombra alargada del modelo económico del PNV tras los cargos asignados a Imaz (no pudiendo olvidar el que ocupaba en Petronor).
El PNV lleva varios años defendiendo, más si cabe, intereses muy determinados: los de los mercados financieros y de las transnacionales; los intereses de las élites económicas en definitiva. Los cargos de Josu Jon Imaz son tan solo ejemplos de los premios en forma de puestos de responsabilidad por los servicios prestados en la defensa de los intereses de los poderes financieros.
Sólo así se puede entender el orgullo mostrado por la consejera Arantxa Tapia por la carrera de Imaz, tildando de muy beneficioso el nombramiento de aquel que ocupó su mismo cargo. Quizá porque espera un futuro similar para sí misma, es decir, que las puertas giratorias sigan girando, también para ella.
Para Euskal Herria Bidu estas actitudes merecen la crítica más severa, porque nos parece un insulto a las miles de personas que a día de hoy afrontan situaciones muy difíciles. Algo inaceptable para una ciudadanía cada vez más empobrecida que tiene que ver como el partido que gobierna la Comunidad Autónoma Vasca baila al son de los poderes financieros. También señalamos que la cercanía entre Imaz y Urkullu trasciende el conocimiento personal mutuo ya que también comparten por completo su posicionamiento político.
El modelo político y económico impulsado por el gobierno de Urkullu se corresponde con el modelo que defienden Imaz y las élites financieras, un modelo que se limita a replicar todas las decisiones tomadas por la Troika y aplicadas dócilmente por el gobierno de Madrid.
Ese seguidismo deja en evidencia que el ejecutivo de Urkulu carece de la capacidad necesaria para gestionar una situación de emergencia como la que vivimos y que es incapaz de poner soluciones sobre la mesa.
Finalmente, desde Euskal Herria Bildu queremos destacar dos consecuencias de todo esto:
Josu Jon Imaz es el reverso de la misma moneda que representa Urkullu y por tanto, ejemplo del modelo político y económico del PNV .
Este modelo defiende a los poderes financieros mientras da la espalda a la ciudadanía, y ese modelo se pone en práctica desde los despachos políticos de Sabin Etxea; y cuando se dejan estos, se impulsa desde los despachos de multinacionales, como Repsol en este caso.