Luis Salgado – Alternatiba
Como amenacé en mi anterior post, voy a intentar diseccionar, según mi parecer, los últimos acontecimientos en mayor profundidad que lo realizado en aquel. Es por ello, y por el “debido respeto institucional” al que tanto hace referencia el Lehendakari que quiero empezar mis monográficos por la Casa Real, por aquello de la Jefatura del Estado y tal.
Empezaré por poner en duda el cardinal que le van a imponer al “preparao”. El VI adosado al nombre es la primera gran mentira de este personaje que parece ser va a gobernar los designios del Reino de España. Y lo es por una simple cuestión de títulos, veamos, el primer Felipe, “el hermoso”, además de decenas de títulos nobiliarios de los actuales Países Bajos fue Felipe I de Castilla con una más que dudosa capacidad de mando sobre el Reino de Aragón donde su suegro Fernado el Católico mantenía mando en plaza y enfrentamientos constantes con su yerno.
Será Carlos I el primer Rey de España como único reino fruto de la unión de las coronas de Castilla y Aragón, y por tanto, correspondería a su hijo Felipe el primer cardinal. Esto, que a quienes estéis leyéndolo os puede parecer algo trivial, es una de las tantas medias verdades sobre las que se establece la ficticia historia de la España del destino universal. Admitir que Felipe de Borbón y Grecia es Felipe VI es tanto como admitir que España es en origen heredera directa del Reino de Castilla y omitir de esa forma las diversas realidades que la conformaron, voluntaria o militarmente. De forma que no hay que obviar que, por ejemplo, el Reino de Navarra contó con 3 reyes bajo el nombre de Felipe antes de su anexión y conquista en 1512. Es en definitiva, admitir algo que a los nacionalistas españoles no les gusta, que España es el fruto y resultado del imperialismo castellano y una imposición sobre el resto de realidades peninsulares a excepción de Portugal. Al margen dejo las colonias de ultramar aún existentes (Canarias, Ceuta, Melilla e incluso la isla de Perejil).
Sirva por tanto, está “anécdota cardinal” para mostrar la primera, que no la única, y por supuesto tampoco la más grave de las mentiras e imposiciones con las que nos van a hacer comulgar con la coronación de Felipe “el preparao”. Aún así, a pesar de su más que dudosa importancia, lo cierto es que para mí era necesario empezar este análisis, que continuaré en breve, señalando esta realidad histórica.