Hoy, la miembro de Alternatiba y parlamentaria de EHBildu Diana Urrea, ha intervenido en cámara parlamentaria para pedir explicaciones al lehendakari sobre las fallidas medidas que se han tomado desde el Gobierno Vasco para hacer frente a la falta de cumplimiento de la ley de Igualdad durante la celebración de los alardes de Irún y Hondarribia. Urrea ha respondido al lehendakari firmemente subrayando que «los derechos ni se votan ni se negocian; los derechos se conquistan, y por ello se lucha para protegerlos. Algo que todavía es una irrealidad en estas localidades». Para terminar, Urrea le ha pedido a Urkullu que se comprometa a garantizar que este año sea diferente.
Sabemos que como gobierno están en esa clave a través del espacio interinstitucional, reconocemos su trabajo, pero le pedimos que como Lehendakari, de pasos valientes y muestren la honestidad de su compromiso, empezando por exigir a los 2 alcaldes de Irun y Hondarribi el respeto por el alarde igualitario y la compañía Jaizkibel, recibiendo con los mismos honores con los que cada año se recibe al alarde discriminatorio.
Como miembro además, del PNV, le solicitamos que exija a Aitor Kerejeta que reciba a la compañía jaizkibel el próximo 8 de septiembre y que se sume públicamente al proceso de resolución que se articule durante los próximos meses desde un espacio interinstitucional.
Turno de respuesta
Consideramos importante trabajar para crear espacios de dialogo entre la gente, especialmente joven, pero las condiciones para el dialogo también las deben facilitar las instituciones moviéndose y más cuando se enfrentan al incumplimiento de un derecho fundamental como es el de la igualdad.
Los derechos no se votan, no se negocian, se conquistan. Y una vez conquistados se lucha para no perderlos, para protegerlos. Y de eso, las mujeres, sabemos un rato. ¿Acaso creemos que se puede someter al juego de mayorías la libertad de expresión, el derecho a la integridad física o a la libertad religiosa?
Los Alardes tradicionales no, los sexistas, constarán como uno de los puntos más vergonzosos en la historia de Euskal Herria. Un lugar donde se insulta, veja y golpea a quienes luchan por los derechos de las mujeres y por un alarde igualitario y público. Es el único lugar en el que se defiende a los que quebrantan la ley y se castiga a sus defensoras y defensores.
Los alardes sexistas son indefendibles e ilegales. Vulneran el principio de igualdad y la Ley de Igualdad 4/2005. Son tan peligrosos e ilegales los argumentos utilizados para justificar los Alardes sexistas, que los alcaldes de ambos municipios han promovido su privatización. No podían arriesgarse a ser acusados de prevaricación. Los alardes se han privatizado para evadir las obligadas sanciones públicas y hoy idean estrategias, difícilmente demostrables, dicho sea de paso, a través del tejido asociativo para seguir dotando a los desfiles sexistas de recursos públicos.