Una de ellas ha sido la elaboración y distribución de un folleto por parte del Área de Seguridad que recoge recomendaciones para mujeres con el objetivo de prevenir las agresiones sexuales. En él se recoge una serie de consejos en los que el mensaje que se está trasladando es que las mujeres corremos peligro, que la calle y la noche no son para nosotras; que es mejor que no estemos a determinadas horas, y de estar, lo hagamos siempre acompañadas. Con estos mensajes no se protege a las mujeres, sino que se promueve un terror sexual que nos convierte en víctimas, en personas dependientes y temerosas. E, incluso, en ocasiones, culpables por no haber tomado las precauciones necesarias.
En este folleto, la responsabilidad de prevenir las agresiones sexistas recae exclusivamente en nosotras, las mujeres, a través de unos consejos que suponen una limitación de nuestra autonomía y libertad. Nada se dice del orden social que utiliza la violencia contra las mujeres como sistema de control; nada se dice de los agresores y de todo aquel que no hace nada para evitarla, convirtiéndose en cómplice; nada se dice de las instituciones y de su responsabilidad para situar la lucha contra la violencia machista en una apuesta política real de primer orden.
De esta manera, en dicho folleto se recoge que «hay que estar atenta a las zonas poco iluminadas o de escasa visibilidad y zonas poco transitadas y, si es imprescindible, cambiar de itinerario». «Hay que evitar hacer autostop, recoger a desconocidos o subir sola en el ascensor con personas que no conozca». «Por la noche, procurar evitar las paradas solitarias de autobuses». «En los autobuses y zonas de aglomeración que son aprovechadas por algunas personas para realizar tocamientos, reaccionar y responder, pero, de forma que no salgas perjudicada».
¿Qué pretende el Ayuntamiento con estas recomendaciones? ¿Qué nos quedemos en casa mientras que esta ciudad siga teniendo lugares inseguros y paradas de autobuses solitarias porque ellos no se hacen cargo de construir una ciudad segura para las mujeres? ¿Que desconfiemos de todo el mundo porque pueden ser violadores en potencia? ¿Que si alguien nos manosea en el autobús o en cualquier otro lugar es mejor callar y no hacer nada, no vaya a ser que salgamos perjudicadas?
Estas recomendaciones, que pasan principalmente por dejar de hacer cosas para no correr riesgos, son inadmisibles. Además, el Ayuntamiento está dando la espalda y despreciando el trabajo que el movimiento feminista lleva años realizando, y que consiste en construir otra forma de entender las agresiones sexistas y la manera para enfrentarlas, que es a través de la Autodefensa Feminista.
La Autodefensa Feminista es una manera de vivir nuestra vida mediante el empoderamiento personal y colectivo. Nos sirve para prevenir y combatir todo tipo de discriminaciones y desigualdades en todos los ámbitos de nuestra vida, además de hacer frente a las agresiones sexistas. No se trata solamente de aprender técnicas de defensa personal sino, sobre todo, de desarrollar todas nuestras capacidades para defendernos por nosotras mismas y convertirnos en personas que decidimos nuestras vidas. De esta manera, estaremos preparadas para no aguantar actitudes machistas bajo ninguna circunstancia y exigir respeto.
Creemos que es urgente que el Ayuntamiento revise su forma de abordar las agresiones sexistas, que abandone el discurso del miedo, paternalista y victimista, que nos convierte a las mujeres en dependientes y desvalidas, y que empiece a abordar el tema desde una perspectiva feminista. Todas las mujeres somos susceptibles de sufrir una agresión sexista, pero cuanto más empoderadas y concienciadas estemos, más preparadas estaremos para responder ante una agresión. La Autodefensa Feminista es una forma de lograrlo.
Para ello, y ahora que han empezado las fiestas de muchos barrios, y que muchas de estas agresiones se producen en los espacios de ocio, EH Bildu y Bilgune Feminista hemos elaborado unos folletos, “InfoBilbo Feminista”. De esta manera queremos contrarrestar los mensajes lanzados por el Ayuntamiento, que nos coloca en el papel de víctimas, y lanzar un mensaje totalmente diferente. El mensaje de que podemos defendernos por nosotras mismas, que la calle y la noche también son nuestras, pese a quien le pese, y que para hacer frente a la violencia machista tenemos la Autodefensa Feminista.