El PNV está utilizando el sufrimiento que el Estado español infringe a las personas presas para desviar la atención de los temas de la actualidad que están dejando al descubierto la falsedad de su modelo Euskadi.
Las y los presas políticos vasos están sufriendo un castigo añadido impuesto por una política que no responde ni al tiempo político en el que se encuentra la sociedad vasca ni al sentir de la misma. Y aun así no se puede negar que están dando pasos para la resolución efectiva del conflicto y la construcción de la convivencia. Es una irresponsabilidad que el PNV utilice un conflicto humano que preocupa a la sociedad vasca para tratar de desviar la atención y esconder sus carencias.
Y mientras, el PNV sigue sin aclarar dónde se sitúa ante esta grave vulneración de derechos y ante las consecuencias de las mismas, tan graves como los accidentes que la dispersión sigue generando o la situación de las personas que aún con graves enfermedades siguen presas en contra de la legislación. Debe decidir si mira a la voluntad mayoritaria de la ciudadanía vasca o si, por el contrario, mira a Madrid, que por el momento parece su elección.
Lo cierto, es que la táctica de mentir para tratar de engañar a la sociedad vasca está llegando a su fin. Han impulsado el fin del control público de Kutxabank, y se han repartido los puestos de las Juntas de las fundaciones como si de un pastel privado se tratase. Hablan de la obligatoriedad impuesta por la legislación aprobada en Madrid ocultando que ellos mismos aprobaron la Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias.
Repiten una y otra vez el mantra de que la fiscalidad en Bizkaia es la correcta cuando la realidad demuestra que otros modelos más progresivos y que buscan una redistribución de la riqueza más equitativa son eficaces y sus anuncios apocalípticos no se cumplen.
El Parlamento Vasco está cerrando la comisión de investigación del caso Epsilon-Hiriko, en la que se ha demostrado la afición del PNV a desviar fondos públicos a empresas privadas, las graves irregularidades en el Tren de Alta Velocidad, etc.
La ilusión de la buena gestión del PNV se derrumba e Itxaso Atutxa, como antes Ortuzar o Erkoreka, trata de esconderse en mentiras utilizando el sufrimiento de los presos y presas políticas vascas.
EHBildu