Luis Salgado – Alternatiba
70 aniversario de la liberación de Auschwitz a manos del ejército de la URRS. Hoy el mundo celebra con gran bomba y boato la caída del III Reich, y sobre todo, debería servir la fecha para no olvidar y no volver a caer en los mismos errores. Sin embargo no es oro todo lo que reluce, y el olvido, pero sobre todo la constante revisión histórica nos lleva a que en la actualidad aquel terror vuelva a estar en el hall de Europa. Y no, no me refiero yo al auge continuo de los partidos de extrema derecha como el Frente Nacional francés, Amanecer Dorado en Grecia, o Svoboda en Ucrania, me refiero al miedo liberal, al miedo de la derecha, ese miedo que aupó al fascismo en la Europa de los años 30.
Y es que la situación de Europa de entonces y ahora no dista tanto como pudiera parecer, que 70 años no son nada, que febril la mirada. Una Europa dividida donde la pobreza campa a sus anchas entre una clase trabajadora sin esperanza, mientras la burguesía amasa fortunas y se encierra en sus guetos de lujo y placer. Unos gobiernos corruptos hasta las trancas que viven sumisos al poder del Capital y se reparten las migajas que les dan sus amos. Y un fantasma que recorre Europa, la dignidad, la democracia, el Pueblo. Ese fantasma que empieza a tomar conciencia de sí mismo, de su existencia y comienza a reivindicar su espacio. Syriza, sí, pero también el crecimiento de los movimientos libertarios, de las experiencias de autogestión, del auge de la contestación.
Los Gobiernos de Europa miran con temor a las clases populares y empiezan a alarmarse. El auge de esos movimientos rupturistas pone en cuestión su modelo y con él su estatus. Y la burguesía no se siente cómoda, pero tampoco le gusta mancharse sus manos. La sangre no liga con sus trajes impolutos. Ellos no serán quienes aplasten la revuelta. Ya lo decía Durruti; Cuando la burguesía ve que el poder se le escapa de las manos, recurre al fascismo para mantener el poder de sus privilegios. Y esa es la parte de la historia que nos han hecho olvidar.
Primo de Rivera o Mussolini son impuestos directamente por esa burguesía, Franco y los sublevados fascistas españoles contaban con el apoyo del CEDA la derecha liberal de la época, y Hitler, alcanzó el poder con el apoyo decidido del arco diestro del Reichstag y la eliminación del partido comunista y el socialista. No es casualidad que fuera en estos tres estados donde existiese una izquierda más combativa, revolucionaria y capaz de poner en jaque al Estado donde el fascismo alcanzase el poder. Olvidar esto es querer obviar una realidad presente. Cómo dice Evaristo en una entrevista reciente No los veo(refiriendose al poder) con ninguna intención de decir “tenéis razón, mañana a las tres hacemos el relevo de poderes y nos vamos”. No están dispuestos ni a llegar a un pacto.
La realidad es que no vivimos en países libres, ya que cualquier individuo tiene que tener sus necesidades elementales cubiertas para luchar por su libertad, y si ya antes de esta crisis-estafa, el Sistema mantenía una amplia franja de desprotección, esta se ha ensanchado hasta la misma puerta de las urbanizaciones de lujo. Y sin libertad, la vida es una quimera, y la utopía una necesidad. Y nuestra lucha ya no puede detenerse, pero en un día como hoy, en el 70 aniversario de la liberación de Auschwitz es un buen momento para que eliminemos la ingenuidad.
Para concluir quisiera remarcar que nuestra lucha ha de ser por el Buen Gobierno, por la Dignidad, por la Justicia, por nuestro derecho a la Libertad. Hoy, que el trabajo no existe, o es precario, hoy que el trabajo no es garante de prosperidad, hoy es el mejor día para recordar las letras metálicas que presidían la entrada a Auschwitz Arbeit macht frei, el trabajo os hará libres, para recordar como el sentido puede ser corrompido, igual que se corrompe un homenaje en una Europa que se aproxima al abismo.