Luis Salgado – Alternatiba
Bendita Internet que te permite saber si un programa merece la pena antes de su visionado y elegir cuando lo quieres ver. De ese modo me pude permitir ver en la tarde del domingo una entrevista realizada en Telecirco a Guillermo Toledo el día anterior. El actor, como siempre, desplegó su habitual valentía a la hora de encarar las preguntas malintencionadas y llamar a las cosas por su nombre. Se podrá estar más o menos de acuerdo con él, se podrá cuestionar sus argumentaciones, pero lo que nadie podrá poner en duda es que cree en lo que dice, y sobre todo lo siente, algo que no suele ser muy habitual en estos tiempos de hipocresía galopante y mentiras creativas para enmascarar realidades incómodas.
Con esos ingredientes y con el más que cuestionable nivel de los inquisidores de la más que cuestionable cadena televisiva, la entrevista resultó de lo más predecible. Tres tertulianos dispuestos a bombardear al actor, ninguneando sus argumentaciones y con el beneplácito de una presentadora hostil capaz de insinuar signos de locura en el entrevistado. Sin embargo el sumun del absurdo llegaría casi al final de la entrevista cuando Willy Toledo ponía en cuestión el modelo “democrático” estadounidense poniendo sobre la mesa cuestiones cómo la pena de muerte, el alto número de presos (un 25% de la población reclusa mundial cumple condena en los USA) y entre otros destacó la segregación racial que aún en pleno siglo XXI existe en aquellas latitudes. Y entonces, una de las tertulianas, Pilar Gómez, haciendo caso omiso al dicho de que “Más vale permanecer callado y parecer idiota que abrir la boca y despejar todas las dudas” soltó aquello de “¿Cómo va a ser EEUU un país racista? ¡Pero si tienen un presidente negro!” Pues mire Señora, en EEUU existe el racismo aunque tengan un presidente negro, igual que su España existe el machismo aunque tengamos alcaldesas, o presidentas de comunidades autónomas. Porque casi a diario nos desayunamos mujeres asesinadas. Porque en EEUU la mayoría de sus presos son afroamericanos. Porque esos afroamericanos tienen muy cuestionados sus derechos civiles, entre ellos el de voto. Porque son mayoría los afroamericanos asesinados en sillas eléctricas o con la inyección letal. Obama, muy Señora mía, no es sino una excepción, y cómo usted seguro que sabe la presencia de una excepción no hace sino confirmar la existencia de una regla.
Pero claro, no es casualidad que quienes defienden este Sistema utilicen las excepciones como máximas, ya que con ellas tratan de esconder esas reglas que de conocerlas seguramente provocarían que la mayoría de los mortales saltaran de su sofá y dejaran de pagarle el sueldo a este tipo de personajes. Sin embargo, existen esas reglas. Existe una que mandata que para ser rico hay que cumplir una serie de condiciones, cómo no nacer en la indigencia, aunque claro, el cine, los libros, los medios de comunicación, todos gustan de enseñarnos excepciones de personas “hechas a sí mismas”. Existe ese machismo estructural o patriarcado que limita el empoderamiento de la mujer, aunque nos quieran mostrar ciertas excepciones cómo ejemplo de su inexistencia y así, en una foto de una manifestación de presidentes europeos en París sólo había tres mujeres, eso sí, puestas en primera línea para que la foto no “cantase” en exceso. Existe aún una homofobia palpable dónde el ser trans-marica-bollo limitará tus opciones de aspirar a una vida en libertad, por mucho que se empeñen en colarnos en programas de televisión a algún gay simpático, o tengamos un Alcalde gay que se guarda mucho de parecerlo o mostrarlo. Pero esas son excepciones, las cadenas nos sujetan bien aunque nos las difuminen.
Desde luego este tema fue algo secundario, anecdótico, pero las anécdotas también aleccionan, de todos modos me guardo para el siguiente post un tema que sí fue central durante la entrevista y del que sí que creo que hay que aclarar algunos términos. ¿Qué es un preso político?
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