Intervención del portavoz de Alternatiba y parlamentario de EHBildu Oskar Matute en el acto central de campaña de la coalición en Orereta.
Las mujeres y hombres que conformamos EH Bildu llevamos cuatro años caminando juntos, peleando cada injusticia y plantando cara a aquellos que han convertido el poder en una costumbre y el robo en una profesión. A los saqueadores de lo público, a esos que utilizan el dinero de todos para el lujo de unos pocos, queremos decirles que tienen las horas contadas, que las gentes de Euskal Herria no vamos a parar hasta arrancar a los corruptos de las instituciones de este país. Y nos da igual que se refugien en la calle Génova, o en Ferraz, o en Sabin Etxea. Nos hemos cansado de su política de especulación, hormigón y sobornos. Nos hemos hartado de que llenen los bolsillos de banqueros y grandes empresarios mientras hunden al pueblo en la deuda y la miseria.
Los veréis estos días fingiendo desacuerdo. Recriminándose unos a otros. Lanzándose acusaciones y reproches. Lo hacen siempre, unos días antes de las elecciones. Están en campaña y saben hacer teatro. El mismo día de las elecciones, como han hecho en todas las ocasiones sin excepción, detendrán su pelea para repartirse el botín, para negociar una vez más las mismas políticas que nos han llevado a la ruina. Se pondrán de acuerdo como lo han hecho para llenarse los bolsillos con la estafa del TAV, con los desfalcos de Bidegi, con la privatización de Kutxabank o con el negocio de la incineración que quieren exportar a Gipuzkoa. Lo demuestran día a día: son el mismo perro con distinto collar.
EHBilduk erakutsi du gauzak beste modu batera egin daitezkeela. Herri honek baduela horretarako indarra eta gaitasuna, eta badirela aldaketarako baldintzak. Eraldaketa soziala eta burujabetzaren bidetik, ezkerretik eta behetik gora eraiki beharreko Euskal Herria nahi dugu.
Los que tienen todo, tienen miedo a perderlo todo. Pero las clases populares de este país no tenemos nada que perder. La rebeldía es nuestro derecho más básico y no vamos a dudar en ejercerla. Ya lo reconocía la Declaración de los derechos humanos de 1793: “Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes.”
Nuestra insurrección se llama Vía Vasca. No es un atajo ni un camino fácil, pero es un camino desobediente para devolver la dignidad al pueblo vasco. En esa vía vasca, como en la declaración de los derechos humanos, todas las personas son iguales. En la vía vasca no puede haber millonarios brindando con champán mientras cada vez más personas se ven obligadas a dormir en cajeros automáticos. Y en la vía vasca, Euskal Herria no puede ser el país con mayor concentración de policías de Europa (máxime cuando demuestran que todas reprimen igual de bien), ni quiere ser un país sumiso que se deshace en reverencias hacia los borbones. Nos lo decía el otro día Lucio Urtubia, histórico militante anarquista: “hay que pelear porque las cosas no caen del cielo”. Un pueblo libre no pide permiso para ejercer sus derechos, por eso vamos a tomar lo que es nuestro sin esperar a nadie.
No nos cansaremos de repetirlo, queremos decidirlo todo para cambiarlo todo. Los poderes financieros no van a decidir el futuro de este pueblo. La patronal de los grandes empresarios no va a decidir el futuro de este pueblo. Ya hemos visto a PNV, PP y PSOE ejercer de marionetas de la banca y la peor calaña empresarial. Los hemos visto traernos paro, precariedad, contratos basura, facturas de la luz más caras, alimentos y productos básicos más caros. La Vía Vasca es el pueblo eligiendo su propio destino, somos la mayoría eligiendo derechos sociales y servicios públicos. En Euskal Herria, como proclaman las comunidades zapatistas, el pueblo manda y el gobierno obedece.
Herriak agindu eta gobernuak bete. Zapatisten leloa Euskal Herrian nahi dugu. Eta horregatik, Erabakitzeko Eskubidea izango da EH Bilduren jardunaren oinarria. Dena erabaki nahi dugu, dena aldatzeko; austeritate politiken aurrean gure politika propioak erabaki nahi ditugu, fiskalitate eredutik politika sozialetara, politika ekonomikoetatik ingurumenarekiko harremanera. Herritarren borondatean oinarrituko den Euskal Herria eraiki nahi dugu.
Han querido ensuciar la palabra democracia. Pero la democracia no puede ser cuatro años de carta blanca para los gobernantes. Queremos decidir día a día nuestro futuro. Queremos que nos pregunten si nuestro dinero debe regalarse a las constructoras del TAV o si por el contrario es una prioridad cubrir nuestros derechos más básicos. Queremos decidir para que no nos decreten recortes sociales, para que nuestro dinero no termine en los bancos alemanes. Queremos decidir un NO muy grande al fracking y a quienes quieren hipotecar nuestra tierra con ánimo de lucro. Queremos decir un NO sonoro al TTIP y a aquellos que someten los derechos sociales y laborales de los pueblos a los caprichos de las transnacionales.
Nuestra brújula no mira hacia Madrid. Nosotras y nosotros somos nuestro propio norte. Porque la soberanía no es sólo un derecho colectivo, es cuestión de derechos humanos, civiles y políticos. De supervivencia. En un país libre y soberano, nuestros jóvenes no serían torturados y encarcelados por su militancia política, y la policía vasca no los detendría a las órdenes de un tribunal franquista.
Por eso, queremos enviar un abrazo lleno de fuerza y solidaridad para todas las personas que han levantado un muro rebelde en Gasteiz. Un abrazo muy fuerte a quienes resisten, a quienes luchan, un abrazo a Aiala, Igarki e Ibon Esteban, los tres jóvenes perseguidos por su compromiso político. Sois el presente y el futuro de este pueblo. Eutsi gogor!
Gehiengo sozialen interesak eta eskubideak babesten dituen indarra de EHBildu. Jendeak badaki, haien artean egon garelako denbora guzti honetan: etxe-gabetzeak geldiarazteko, lan eskubideak aldarrikatzeko, emakumeek beren gorputzaren jabe direla oihukatzeko eta pertsona guztion eskubide guztiak exijitzeko. Erakundeak hartu behar ditugu herritarren zerbitzura jartzeko.
Frente al negocio gris de la especulación y el cemento, levantamos el color verde de quienes pelean por defender nuestra Ama Lurra. Nuestro color es el morado del movimiento feminista, el de aquellas mujeres que han plantado cara Adegi y han defendido los derechos de las trabajadoras de las residencias. Y llevamos también el color rojo de la rebeldía. Porque Euskal Herria es un pueblo hecho de rebeldía.
Hace cuatro años llegamos para decirle a los jueces de Madrid que la democracia no se compra ni se vende. Que somos y existimos. Hoy me gustaría recordar a Galeano, defensor incansable de los derechos de los pueblos. El mundo, decía, “es un montón de gente, un mar de fueguitos”. Durante los próximos días, vamos a encender este país, vamos a iluminarlo para que nadie se olvide de que la dignidad existe y lleva vuestro nombre.
Gora Euskal Herri gorria, berdea eta morea. Gora gu ta gutarrak.
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