Mikel C. García – Alternatiba
Quisiera felicitar al nuevo Diputado General de Gipuzkoa, Markel Olano, – sí, ese que se fundió miles de euros del erario público en angulas con sus amiguetes, y el que quizá tenga que responder ante la justicia por los desmanes de Bidegi-, por el agradecimiento expresado por el Alarde discriminatorio a su labor, es decir, por haber retrocedido casi un lustro en el reconocimiento y acompañamiento de las instituciones a las mujeres que,osadas ellas, reivindican su derecho a participar en las fiestas de su pueblo.
Y una vez felicitado, el señor Olano tendrá que aceptar un poquito de sinceridad. Y es que me produce auténtica repulsión que una banda organizada de machistas, protegidos por su alcalde Santano, felicite al Diputado General y la presidenta de las JJGG de Gipuzkoa Eider Mendoza por no haber acudido a Irun el pasado 30 de junio a defender la Ley de Igualdad de la CAV (promulgada por el mismo PNV por cierto), a apoyar a los hombres y mujeres que desfilan en pie de igualdad en el alarde paritario y a arropar, en definitiva, a quienes tan solo persiguen la participación igualitaria de la fiesta y cuyo último fin no es otro que lograr un solo alarde público y libre de discriminaciones.
Es vergonzoso lo que puede hacer el PNV por un puñado de votos -un buen puñado eso sí, ya sabemos que los jeltzales lo rentabilizan todo-, pero es igualmente deleznable, además de irresponsable, ignorar que la lamentable situación de discriminación auspiciada por los gobiernos municipales de Irun y Hondarribia en los alardes, tiene mucho, muchísimo que ver con la agresión contra una mujer en Iruñea producida hace algunos días.
Sí, trogloditas con futuro asiento en consejos de administración de Kutxabank, Euskaltel o Petronor. Las risas, el compadreo, la palmadita en el hombro; la cobertura que los indeseables le daban a su amigo mientras agredía a una mujer a la que habían encerrado en un baño no son muy diferentes a las que durante años han mostrado las y los machistas de Irun para insultar, dar la espalda e incluso agredir a las mujeres que participaban en sus fiestas. Se basan en el mismo sistema de dominación casi tan antiguo como la humanidad.
Y miren, de gentuza está llena el universo, pero que personas que ostentan cargos políticos de alta responsabilidad se nieguen a apoyar la igualdad para regocijo y agradecimiento de quienes vulneran los derechos, de los agresores al fin y al cabo, es como ponerse a jalear al violador en la puerta del baño. Señores Markel Olano y demás calaña, que les aproveche la felicitación de los hoolingans; a un servidor, y a muchas más personas, nos provoca verdadera repugnancia.