Después de que Aernnova haya manifestado su intención de despedir a 150 trabajadores y trabajadoras de su factoría de Berantevilla, EH Bildu ha transmitido esta mañana todo su respaldo al comité de empresa y ha instado al Gobierno vasco a que asuma su responsabilidad en la resolución de ese conflicto laboral, ya que esa compañía (antes Gamesa Aeronáutica, ahora Aernnova) ha recibido gran cantidad de ayudas públicas desde 1994. La parlamentaria Belén Arrondo, el concejal de Gasteiz Aitor Miguel y el juntero alavés Luis María Salgado, compañeros ambos de Alternatiba, se han reunido con el comité para analizar la situación de cara a garantizar el futuro laboral de toda la plantilla.
EH Bildu ya ha solicitado además información concreta al Gobierno vasco desde el Parlamento, para que aclare cuántos millones de euros le ha dado a esa empresa desde 1994. Arrondo apunta al respecto que “Gamesa, la actual Aernnova, dispuso de mucho dinero público para poner en marcha su actividad privada y desde entonces ha recibido mucho más. Según datos del Ejecutivo, para 2006 las ayudas ya habían sido de casi 100 millones y ahora es indispensable conocer la cifra total porque es hora de pedir cuentas a la empresa”. En este sentido, la parlamentaria abertzale sostiene que “toda empresa que recibe dinero público asume un compromiso claro con la sociedad que le concede esas ayudas, un compromiso que debe traducirse en inversiones y empleo de calidad. Ahora, sin embargo, con su amenaza de 150 despidos Aernnova está rompiendo su compromiso y al Gobierno vasco le corresponde forzar su cumplimiento. El Gabinete Urkullu tiene, por lo tanto, una responsabilidad evidente para hacer frente a esa amenaza, pedir cuentas a la empresa y buscar soluciones. Eso es lo que le pide EH Bildu”.
Arrondo reclama por ello una nueva orientación en la política de Lakua respecto a Aernnova, ya que “hasta la fecha siempre se ha posicionado del lado de la empresa, y no de los trabajadores y trabajadoras. Resultó paradigmática la visita de Urkullu a Aernnova en México, ya que mientras él aplaudía allí su deslocalización, el mismo día en Berantevilla la compañía presentaba un ERE. En nombre de la internacionalización de Aernnova, el lehendakari dio su respaldo a la empresa para que desviara producción a México y, en consecuencia, destruyera empleo en Araba. Esa ha sido la política de Lakua con Aernnova, dando siempre prioridad a los intereses empresariales”.