Luis Salgado – Alternatiba
Aunque de un tiempo a esta parte ya no sean noticia, no hace tanto que toda cerveza, toda sobremesa se amenizaba con chistes y ocurrencias sobre obras faraónicas en el Reino que no tenían utilidad alguna. De entre todas destacaba el aeropuerto sin aviones de la ciudad de Castellón inaugurado allá por 2011 y que no contó con su primer vuelo tripulado hasta cuatro años más tarde. (Vuelos no tripulados sí que existieron desde su inauguración ya que la terminal sirvió de lugar de paseo para abuelos, nietos, y alguna que otra cometa) Sin embargo, eso no ocurrió en el oasis vasco. Ese lugar idílico, empíreo, donde moran los dioses de la rectitud, donde los perros se atan con longanizas y los casos de corrupción sólo existen en la cabeza de esa izquierda independentista que quiere españolizar la política vasca. Aquí todo funciona a la perfección.
Y entonces usted va y le pregunta al Diputado Foral de Agricultura sobre su opinión y él te habla del calentamiento global y las sequías futuras, y tú te asustas pensando si en serio cree que para evitar futuras sequías lo mejor es hacer un pantano que se nutra de manantiales que ya hoy no son precisamente caudalosos y que en tiempo de sequía seguramente se reduzcan de forma considerable. Porque por muy grande que hagamos un pantano lo importante es el agua que puede acumular en función del caudal que recibe. Fíjense, uno de los pantanos de mayor capacidad del Estado es el de Buendía, en Castilla la Mancha, tiene una capacidad de 1639Hm3, en el histórico rara vez se han superado los 300Hm3, o sea, el 20% de su capacidad. Por dar otro dato comparado, cortando totalmente todo el caudal hasta su llenado total, y contando con que el caudal se mantenga estable en el cálculo máximo de 500 l/s el futuro embalse de Barrón tardaría en llenarse 100 días. El embalse de Buendía antes mencionado necesitaría tan sólo 37 días para cubrir sus 1639Hm3. Esto hace prever que el proyecto de Pantano jamás se llenará, y mucho menos cuando de él se extraiga agua para riego y/o otras actividades. ¿Para qué entonces una presa de esas dimensiones y un proyecto faraónico? Pues piensen mal y acertarán.