Intervención de nuestra compañera de Alternatiba y concejal de EH Bildu Bilbo Alba Fatuarte en el último pleno municipal relacionando la decisión del Athletic de Bilbao de nos sacar la gabarra tras la victoria en liga del equipo de las mujeres del club, con la lucha de las mujeres de Irun por participar en pie de igualdad en el alarde que se celebra hoy.
Askok pentsatuko dute eztabaida hau dagoeneko ez duela zentzurik, epez kanpo dagoelako. Izan ere, dagoeneko badakigu Athleticen emakumezkoen taldeak liga irabazi duela eta dagoeneko badakigu Klubaren erabakia zein izan zen; gabarra ez ateratzea, hain zuzen ere.
Baina guk uste dugu gai batzuek ez dutela epe-mugarik, eta horietako bat emakumeok gizonekiko pairatzen dugun diskriminazioa da. Hori baita auzi honen funtsa: emakumeak bigarren mailako hiritarrak garela. Eta kirolaren arloa, tamalez,ez da salbuespen bat. Hori argi ikusi zen maiatzaren 27an, kazetari bat bera ere, ezta kontrol publikoa duten hedabideetakoak, agertu ez zirenean, emakume hauek deituta zuten prentsaurrekora; edota instituzio publikoek, Bilboko Udala barne, babes eta baliabide eskasak bideratzen dituztenean emakumezkoen kirol arloari: Gogoratu nahi dugu 2014an PNVk EH Bildurekin adostutakoaren harira, 2015eko aurrekontuetan Bilbao Kirolak-en atalean, 6.000 euroko partida gorde zela kirol zuzendaritza organoetan emakumeen parte-hartzea bultzatzeko. Baina, akordioa behin ere bete gabe hautsi du udal gobernuak, 6.000 euro bideratu beharrean, 3.000 eurora diru-laguntzak murriztuz. Hauek, adibideak besterik ez dira, baina biek komunean daukatena da emakume eta gizonen arteko berdintasuna ez dela izan lehentasun bat.
Porque no nos engañemos, la cuestión de fondo es la discriminación de unas personas por el simple hecho de ser mujeres. Todo lo demás son excusas: Excusas para no cumplir la ley de Igualdad y excusas para no disminuir el abismo existente en el trato a hombres y mujeres. Es cierto que el Athletic fue pionero en apoyar al deporte femenino, y que está haciendo esfuerzos por avanzar profesionalizando a las jugadoras. Pero con la decisión de no sacar la gabarra, ha perdido una gran oportunidad para empoderar y poner en valor a estas mujeres, y ha puesto de manifiesto cuáles son sus prioridades. Todo lo demás, repito, son excusas.
Miren, me van a permitir que hoy me acuerde de mi ciudad natal, Irun. Porque precisamente, hoy, día 30 de junio, es el día de San Marcial, y por eso traigo hoy este pañuelo rojo al cuello. Y hoy es el día en que llevo 20 años, siendo discriminada por el simple hecho de ser mujer. 20 años sin poder participar en un alarde público e igualitario, libre de discriminaciones y de vulneraciones de mis legítimos derechos, el de participar en pie de igualdad con los hombres, en las fiestas de mi ciudad –¿alguien se imagina que restringiéramos la participación de las mujeres en la Aste Nagusia? Pues en Irun y Hondarribia esto sucede cada año-. Y llevo 20 años oyendo excusas: que si la tradición, que si minorías y mayorías, que si estamos politizadas… Son excusas que me recuerdan mucho a algunos argumentos que se han esgrimido para justificar que estas mujeres de las que hoy hablamos no obtuvieran el mismo homenaje que los hombres de su mismo club por lograr exactamente el mismo mérito.
Por suerte, tanto en Irun como en Bilbao, la ciudadanía va un paso por delante de las entidades y las instituciones. Porque hace 15 años, cuando desfilé por primera vez, tuve que sufrir insultos y agresiones físicas ante la mirada de unas instituciones que no hicieron nada por protegerme, y hasta defendieron a los agresores. Hoy es el día en que no tengo que tener miedo de pasear por las calles de mi pueblo vestida de soldado, pero esas mismas instituciones, por cierto, gobernadas por el PSOE (y el PNV en el caso de Hondarribia), siguen sumidas en la intransigencia y la cerrazón, y mantienen exactamente la misma postura que hace 20 años, por un puñado de votos.
Y digo esto porque estoy segura de que algún día la gabarra saldrá con las mujeres del Athletic a bordo. Pero la responsabilidad de que eso ocurra más temprano que tarde, la tienen, en buena parte, las instituciones. Porque si no, nos pasará como en mi ciudad natal, donde llevamos 20 años en una pelea que se podrían haber evitado si algunos alcaldes no hubieran sucumbido a la presión de ciertos lobbyes; si hubieran hecho cumplir la ley de igualdad, si hubieran sido valientes y si hubieran estado a la altura de las circunstancias. No fue así, ya no importa; hemos ganado mucho en el camino. Desde las primeras 50 mujeres que el 30 de junio de 1996 tuvieron que ser valientes por las demás, hasta las miles que somos hoy en 2016, hemos ganado en legitimidad y en empoderamiento. Aquí en Bilbao, también lo harán otras. Pero repito: Acelerar este proceso también es responsabilidad de las instituciones. Este Ayuntamiento no debería permanecer impasible. Más allá de homenajes que consideramos necesarios para poner de manifiesto la importancia y el valor, en este caso del equipo femenino del Athletic, se deben adoptar decisiones políticas que no avalen este tipo de discriminaciones. Y esto sinceramente, no lo vemos reflejado en la enmienda que el equipo de gobierno presenta, por lo que hemos decidido no votar favorablemente a la misma.