Alba Fatuarte – Compañera de Alternatiba y concejala de EH Bildu Bilbo
Hace poco más de un año, Unai Rementería y Juan Mari Aburto iniciaban su campaña electoral en la explanada del Museo Guggenheim. Los que a día de hoy son Diputado General de Bizkaia y Alcalde de Bilbao, afirmaban entonces sellar un «pacto de titanio»entre ambas instituciones. Nos hablaron del «Titanio del Guggenheim y de los valores que representa: El progreso, el reconocimiento internacional, la actividad económica y el empleo». Un pacto pensado «por y para la personas de Bilbao y de Bizkaia» y que les comprometía con esos mismos valores. Un año más tarde, constatamos la gran estafa que supone ese pacto y que en Bilbao no es titanio todo lo que reluce.
El museo que nos vendieron como buque insignia de la regeneración económica y la creación de empleo, navega en las aguas del capitalismo más salvaje, dejando a su paso un reguero de precariedad. El Bilbao de la cultura y la modernidad es el Bilbao de las Empresas de Trabajo Temporal, los salarios de miseria y la destrucción de empleo; un lugar en el que si se te ocurre salir a la calle a pedir dignidad, te mandan directamente a la cola del paro.
Yo misma fui hace unos años becaria-precaria en el Guggenheim, trabajando sin cotizar y cobrando 700 euros por 40 horas semanales, mediante un convenio con la fundación Novia Salcedo, señalada por inspección de trabajo por empleo fraudulento de becas para suplir a trabajadores fijos. Una realidad que muchos jóvenes faltos de experiencia laboral y con muchas ganas de trabajar conocen bien. Aquel año, tras la visita de inspección de trabajo al Museo, la dirección decidió eliminar el programa de becarios. Buscan la forma más barata de hacerse con mano de obra cualificada, sabedores de que rozan la ilegalidad y, cuando esta se demuestra, se deshacen del problema.
Ahora que las educadoras han decidido ir a la huelga, vuelven a optar por la misma salida: Cortar por lo sano. Pero esta vez las consecuencias son mucho más graves: Dejan en la calle a las 18 huelguistas con el aval de instituciones gobernadas por el PNV y PSE. Estas son las instituciones al servicio del capital que dejan tirada a la juventud precaria. Estas son las instituciones del vergonzoso «pacto de titanio». Estas son las instituciones que aspiramos a cambiar.
Publicado en: bilbao24horas