Tras los últimos acontecimientos políticos, el presente pinta gris para los que nos consideramos de izquierdas. El segundo gobierno del PP está cerca en el Reino de España, en gran medida gracias al PSOE, después de la esperpéntica cesión de Sánchez ya nadie tiene dudas de que ambas formaciones son la misma cosa. Otra vez el gran capital ha actuado de oficio, ha empleado a su lacayo, el señor X, en cuanto ha olido un posible gobierno alternativo, ¡por Dios¡ qué ocurrencias tienen estos rojos.
Últimamente me ha llamado la atención el bombardeo mediático al que nos somete ETB, se trata de vender la imagen del lehendakari Aguirre en un claro posicionamiento político en época electoral. No voy a negar que Aguirre fuera una personalidad en su tiempo, una época de guerra que a cualquiera de nosotros nos haría cagarnos en los pantalones. Además de que tuvo un par cuando se escondió en la boca del lobo, en el Berlín nazi. Otro hecho destacable fue la formación del primer Gobierno Vasco hace ahora 80 años.
Pero como dijera el Señor Lobo en la película Pull Fiction, «no empecemos a chuparnos las pollas todavía”, porque no todo el monte es orégano y nadie es perfecto. Lo que pasa es que el ser humano tiende a mitificar a los suyos, yo también me incluyo, pero pienso que una televisión pública tiene que ser más plural y no vendernos la moto de José Antonio Aguirre como el Gandhi vasco.
Aunque se trata de ocultar el PNV siempre estuvo más cerca del Carlismo, hay intervenciones de este hombre anteriores a la guerra de claro carácter antisocialista y el partido tuvo muchas dudas a la hora de elegir bando, así que tampoco era tan conciliador. Al final se apoyo en la izquierda porque la República aceptó el autogobierno.
Otra amnesia jeltzale es obviar la Rendición de Santoña; qué fácil es rendir a tus gudaris y salir tranquilo al exilio. Al menos, muchos de estos héroes anónimos, nacionalistas, socialistas y o anarquistas, continuaron la resistencia en Asturias y mas allá. Muchos gudaris dejaron su vida para defender Bilbao y luego el equipo de Aguirre entregó la ciudad industrial intacta defendiendo los intereses de los jauntxos, esa burguesía afín al partido nacionalista. Ese hecho permitió a Franco reforzar su potencia militar.
Al final fueron todos esos jóvenes gudaris, mujeres humilladas y violadas, y euskaldunes de toda condición los que sufrieron la brutalidad franquista, principalmente de manos de los requetés carlistas de Mola. No fue el caso de los dirigentes exiliados, ni Aguirre, ni Carrillo y tampoco Azaña.
Por los que realmente los que merecen una semana de homenaje en Donostia 2016 son todas esas almas inconquistables, desconocidos hombres y mujeres de los cuáles muchos de ellos siguen en las cunetas. Entre ellos atxabaltarras como Facundo Alzola, Candido Arregi, Saturnino Bravo, Máximo Gil o Pedro José Axpe, todos ellos víctimas de una guerra que jamás debió existir.
Así que seamos serios, el primer lehendakari fue un hombre importante, pero todos sabemos que las hostias siempre las reciben los mismos, los de a pie. Así que señores del PNV, si quieren cambiar el estatu quo decidan en que bando están y no intenten maquillar la historia, ustedes no son los únicos y genuinos patriotas vascos, el pueblo vasco en plural es el único dueño de su destino.