Entrevista realizada por el periodista Sergio Iglesias en el periódico Santutxu y + a nuestra compañera de Alternatiba y concejala de EH Bildu en el ayuntamiento de Bilbao Alba Fatuarte (1984, Irun). Entre otras cuestiones, abordan sus razones para adentrarse en el mundo de la política, su experiencia hasta el momento así como los desafíos que tiene la coalición en un futuro.
Alba Fatuarte llegó desde Irún a Bilbao para estudiar la carrera de Periodismo. Desde hace unos cinco años, la concejal por EH Bildu en el consistorio bilbaíno, está viviendo en Santutxu, donde ha tenido la oportunidad de conocer la realidad de nuestro barrio. Ella es la protagonista de nuestra sección de “Políticos” de este mes y con ella hemos estado conversando para conocer un poco mejor a la política pero, sobre todo, a la persona detrás del cargo.
¿Cómo empiezas en política? La verdad es que suelo decir que tenemos el concepto de política un poco confundido, la gente lo entiende como estar en un partido u ocupar un cargo en alguna institución. Yo soy de las que piensa que no hay que estar en un partido para hacer política y, aunque llevo en un partido político relativamente poco tiempo, empecé a hacer política desde mucho antes. Por ponerte un ejemplo, en mi ciudad natal, en Irún, no nos dejaban participar en las fiestas por ser mujeres y con 16 años tomas la decisión de plantar cara a eso y salir a desfilar junto a otras mujeres, o en la universidad, cuando cierran Euskaldunon Egunkaria, que fue algo muy impactante, nos movilizamos y eso también era hacer política. Posteriormente ya entré en Alternatiba cuando entraron en EH Bildu, sobre el 2011, y desde entonces estoy vinculada a un partido militando y ahora en el ayuntamiento donde acabo de entrar en esta legislatura y es mi primera experiencia en una institución.
¿Y qué tal está yendo la experiencia? Pues aprendiendo mucho. Da un poco de vértigo al principio porque el Ayuntamiento de Bilbao es una de las instituciones más grandes de Euskal Herria, pero estamos en un equipo muy bueno con unas compañeras fantásticas y ahí estamos aprendiendo a marchas forzadas.
Supongo que también habrá sido importante entrar en una legislatura donde hay una mayor presencia de fuerzas progresistas con la irrupción de partidos como Ganemos o Udalberri… En las últimas elecciones se multiplicó ese bloque de izquierdas, y para nosotras fue una buena noticia, porque veníamos de una legislatura pasada donde estábamos solas frente a PNV, PP y PSOE que “en las cosas del comer” siempre se ponen de acuerdo. Nosotras, básicamente, lo que buscamos es conseguir una participación, pero una participación real en la que la gente pueda decidir. Porque, por ejemplo, el caso de los procesos participativos que se puso en marcha el año pasado es más un concurso de ideas que otra cosa porque al final es el gobierno el que decide y prioriza cuáles de esas ideas se van a llevar a cabo. Conseguir que la gente tenga esa participación real es un reto común que nos hemos puesto todas y que reivindicamos ese bloque de izquierdas, que entendemos las cosas de otra forma y creemos que hay que empezar a abrir un poco las ventanas…hay cosas tan básicas como las que te cuenta la gente que recuerda que antes las puertas del Ayuntamiento estaban abiertas. Poco a poco sí que se van haciendo cosas, pero todavía falta un camino muy largo por recorrer y también hay que fomentar esa cultura de la participación y que la gente se implique en sus decisiones del día a día.
¿Qué importancia tienen los barrios en esa cultura de la participación? Los barrios históricamente, y más en Bilbao, han sido muy activos y participativos con muchos movimientos vecinales o asociaciones de barrio, que hacían que se moviera y que hubiera una dinámicas dentro de esa comunidad. En Bilbao, a día de hoy, tenemos lo que llaman consejos de distrito, que son ocho y para empezar no son distritos naturales porque están divididos por numero de población y para nosotras esa repartición no tiene sentido. El modelo, en mi opinión, creo que es un modelo fracasado, porque la gente no participa en los consejos de distrito, porque no los percibe como una herramienta eficaz para poder participar, sí para poder opinar pero lo que se decide no es vinculante y, al final, todos estos procesos son un poco “engañosos”. Esta manera de utilizar los consejos de distrito responde a una estrategia clara de querer aplacar un movimiento vecinal que, en varios barrios de Bilbao, ha sido muy importante, ha movido muchas cosas y en ocasiones ha sido muy molesto. Confiamos, no obstante, en que la gente reaccione y acabe reclamando lo que es suyo, que es su palabra, su decisión y nuestro poder como ciudadanía de poder decidir sobre todas las cosas que nos afectan. El problema es que, por las mayorías que se dan a día de hoy y, sobre todo, con el hermetismo que hay, es muy complicado realizar nuestra labor como oposición. Nosotras hemos tenido que pedir por activa y por pasiva cosas tan simples como las cuentas de la plaza de toros, del museo marítimo, el museo de bellas artes que es público, o Bilbao Ria 2000…mil ejemplos que dan muestra de ese hermetismo y luego es un ejecutivo que presume una y otra vez de transparencia pero nosotras, en nuestro día a día, no es lo que vemos.
¿Crees que, hoy en día la de político es una profesión denostada por la sociedad? Es verdad que ha habido muchos casos de corruptelas, no solo de corrupción y cosas ilegales, porque Euskadi no es un oasis y también aquí hemos visto casos de amiguismos, puertas giratorias…esto sí que ha hecho que, por parte de la sociedad, se vea como algo negativo. El otro problema, y creo que has dado en el clavo al hablar de “profesión”, es el hecho de que la política se convierta en una profesión…Cada una tenemos nuestra profesión y, por lo menos yo, veo que estar en una institución es como unos años extras de militancia, un momento en que las bases te piden un compromiso mayor y tú estás dispuesta durante un tiempo a hacerlo. Pero ese compromiso tiene que tener un principio y un fin. Es muy peligroso convertir la política institucional en una profesión, deberíamos entenderlo como un servicio o una militancia extra porque, si no, la gente se perpetúa y es cuando se suceden los casos que comentábamos antes de puertas giratorias y prácticas similares. Tenemos que tener otro tipo de cultura organizativa y saber que es bueno que haya relevos en los cargos y que a la política hay que llegar por un compromiso y no para enriquecerse. Es más, hay que decir que hay cargos en ayuntamientos pequeños y otras instituciones que no cobran un duro y lo hacen por pura militancia y por un servicio público.
¿Qué es lo que más te gusta de estar en política? Me gusta tener tiempo para conocer las pequeñas y grandes luchas y la gente que está detrás de ellas. El cargo te da la oportunidad de invertir tiempo en eso, conoces a muchas personas, desde asociaciones de barrio a comerciantes y te permite ver una realidad más amplia. Te das cuenta de la cantidad de gente que hay, en una ciudad como Bilbao, dando su tiempo por diferentes asociaciones de comerciantes, hosteleros, las jai batzordes… eso es super enriquecedor. También me gusta ayudar a la gente, aunque desde la oposición no lo podemos hacer muchas veces porque nuestra labor es más de control. Pero, en más de una ocasión, cuando sale la gente del despacho contenta porque le hemos ayudado, produce una gran satisfacción.
¿Cuál es la prioridad de EH Bildu para esta legislatura? Ya hemos dado una pista antes, pero creo que algo que pueda englobar todas nuestras acciones que llevemos a cabo es profundizar en la democracia participativa, en la transparencia, en otro modelo de gestión porque en eso es donde más solemos chocar con el equipo de gobierno. El modelo de gestión, aunque cambien las caras y los nombres, es el mismo ahora que durante los últimos 30-40 años, las formas han cambiado, pero el modelo de gestión no, y lo estamos viendo por ejemplo con el soterramiento del TAV en Abando, que van a basar de nuevo todo en el ladrillo, en la especulación y en todo eso que nos ha llevado a esta crisis de la que no nos vamos a recuperar en un futuro cercano. Tenemos que empezar a transformar ese modelo de gestión cuanto antes si lo que queremos es realmente poner los intereses de las personas por encima de todo. Esto al final se traduce en más participación y mayor democracia, y por ahí es por donde debe llegar el cambio social, en un ayuntamiento o a otros niveles mayores, porque cuando hablamos de soberanía es que queremos gestionar las cosas desde aquí y desde la gente, para que los intereses realmente reviertan en la sociedad y en una justicia mucho más social y equitativa. Para eso también es importante la relación con estos nuevos partidos de los que hablábamos y la verdad es que sí tenemos una relación de colaboración desde las diferencias…pero yo creo que tenemos que empezar a fijarnos más en lo que nos une y no tanto en lo que nos separa, para conseguir un proyecto a largo plazo y transformador y que sea una herramienta verdaderamente eficaz para la gente y para poder cambiar las cosas.
Centrándonos en nuestro barrio, ¿cuáles crees que son las grandes carencias que tenemos? Santutxu, en concreto, es un barrio donde cuando llegué vi que podías hacer vida sin bajar a Bilbao y creo que es un reto pelear por el pequeño comercio de este barrio, que está recibiendo embestidas constantes y cada vez lo tiene más difícil. Están peleando y aguantando muchísimo, pero creo que, como no nos pongamos las pilas seriamente con este asunto y no pongamos algunas restricciones a las grandes cadenas y a las grandes empresas, podemos encontrarnos en unos años con el final del pequeño comercio. Para esto, creo que hay que poner medidas preventivas desde ya porque, si no, esto ya no va a tener vuelta atrás. También nos reclaman constantemente equipamientos culturales. Por ejemplo, se había pedido desde diferentes colectivos un escenario permanente en Basarrate, pero es una propuesta en la que se ve que hay reticencias desde el equipo de gobierno, y es una pena porque, si lo piden los propios colectivos del barrio, es porque esa carencia es real. También te puedo hablar de la falta de espacios cubiertos; al final ya sabes donde vivimos, esto es Euskal Herria y llueve mucho y no hay espacios cubiertos que no sólo tienen que ser parques con columpios, sino espacios diáfanos para poder estar. Nosotras, en su momento, planteamos que la Plaza Grúa podía ser un sitio idóneo por estar en una zona intermedia que siempre está a tope.
¿Y lo mejor que tiene el barrio? Yo vine a Bilbao a estudiar con 18 años y primero estuve en San Inazio, luego en Uribarri , también he pasado por Rekalde y llegué hace unos cinco años a Santutxu… yo creo que de aquí ya no me muevo porque estoy muy a gusto. De las primeras cosas que me acuerdo es de las fiestas que me parecieron de las mejores. También, aparte del comercio del que hablábamos, el ambiente que hay, esa identidad de barrio que me sorprendió cuando llegué. Eso es porque hay mucho movimiento asociativo y, por ejemplo, aquí al lado tenemos un proyecto tan interesante como Karmelo bizirik, al que no se deberían poner trabas. Es un debate constante el ver qué pasa con estos espacios autogestionados, que son una realidad que existe y que siempre va a estar allí, porque este equipo de gobierno no siempre entiende bien lo que es este tipo de iniciativas que son muy positivas.
Película: Me gustó mucho “Loreak”, me enamoró. Es una historia de mujeres, algo que es muy poco común, una historia muy bonita también estéticamente y que empezó a marcar un cine vasco con identidad propia.
Actriz:Charlotte Gainsbourg, que también es cantante y me parece que transmite muchísimo.
Actor:Ramón Barea, que me gusta mucho y está haciendo una labor extraordinaria en Pabellón 6, le pone mucho cariño a todo lo que hace y es super querido, yo creo que es muy necesario tener gente como él que apueste por quedarse aquí y por la cantera.
Libro:“Americanah” de Chimamanda Ngozi Adichie, que me ha encantado. Es la historia de una mujer nigeriana que emigra a Estados Unidos, y es un libro con una visión claramente feminista que cuenta lo que es ser mujer, negra y africana en un país como Estados Unidos y habla de todo: genero, raza, clase…todo mezclado en una historia muy bien escrita.
¿Cantante o grupo musical?
Me gustan muchas cosas pero me encanta Anari. Me emociona tanto que hasta he llorado en conciertos suyos, es una tía que transmite mucho. Antes no me gustaba pero empecé a escucharla y me enganchó porque canta desde las entrañas, y merece la pena escuchar las letras.
Político:Te tengo que decir una mujer: soy muy fan de Anna Gabriel de la CUP, porque no es fácil ser mujer en política y estar en primera línea y, a pesar de todos los ataques absurdos que ha recibido, para mí es un referente… soy muy fan.
Personaje histórico: Me gustaría reivindicar mujeres que pasan sin pena ni gloria a pesar de la importancia que han tenido como, por ejemplo Vera Rubin, la mujer que aportó la primera prueba de materia oscura y que murió hace poco sin el premio Nobel que se merecía y muchas otras que pasan por la historia como Frida Kahlo o Simone de Beauvoir, gran filosofa y pensadora feminista que no están valoradas y deberían ser figuras históricas de primera línea. Y también Angela Davis que, es un referente y lo lógico es que pasara a la historia.