PlumAnegra
Nacer, y que alguien te reciba con una perforación en las orejas. Es por tu belleza. O peor con una amputación de tu clítoris cuando llegues a los 5 o los 6 años. Es por tu higiene, por tu bien, por tu futuro, por tu sexualidad….
Crecer escuchando que nunca eres nombrada. Estudiar la historia en la que ninguna mujer hizo nada digno de contar, ni siquiera aquellas que lucharon y murieron por tus derechos.
Memorizar la fecha en la que hubo sufragio universal sin que la mitad de la humanidad pudiese votar, la mitad a la que tú perteneces.
Aprender a callar, a esconderte, a no opinar, a no contar, porque hay voces más altas, más fuertes, más inteligentes … ¡y tú! ! qué vas a decir tú!. Esconderte, cerrarte, menospreciarte…
Tener miedo, mucho miedo a veces … cuando estás en casa, cuando estás en la calle, cuando llega la noche, cuando llega el día, cuando no hay una farola, cuando vas al monte, cuando vas a la playa, cuando estás sola, cuando está él, cuando están ellos…
Forzar tu cuerpo, no escucharlo, violarlo, que alguien lo viole con tu consentimiento, que alguien lo viole sin tu consentimiento…Que alguien lo viole, da igual cómo.
Escuchar que “tú no eres”, “que no llegas”, “que no sabes”, “que no entiendes”, “que vas a ser”,” que nunca serás”, “que nunca llegarás” y creértelo, creértelo todo.
Avergonzarte de tu cuerpo, de tu culo, de tus tetas, de tu grasa, de tus hormonas, de tu sangre…avergonzarte todos los días. Ocultarlo, cortarlo, arreglarlo, taparlo, reducirlo, eliminarlo…
Creer que tú estás bien, sin estar bien… que las otras, las que no están bien, esas sí que están mal, ¡Pobrecitas!. Pero tú no, tú no perteneces a esas, tú nunca tuviste miedo, tú nunca fuiste agredida, violada, menospreciada… tú, nosotras, las que no hemos sufrido violencia.