En primer lugar, quiero agradecer al Grupo Socialista que haya presentado esta moción porque, más allá del contenido en el que entraré luego, nos permite volver a poner en evidencia la actitud mezquina y miserable del ministro de Interior, la actitud deleznable del conjunto del Gobierno del Estado español; una actitud que ha tratado a los refugiados como mercancía, que los ha olvidado y que los ha abandonado a su suerte.
El cupo de acogida al que se comprometió el Estado español a recibir en su territorio era de 17.331 personas; fueron 1.488 los que finalmente y durante dos años ha sido capaz de acoger, y no es porque no hubiera refugiados y refugiadas, y no es porque no hubiera voluntad de las comunidades autónomas para acoger a refugiados y refugiadas. La propia Comunidad Autónoma vasca manifestó su voluntad de acoger a más de 1.200 refugiados y refugiadas, y fue el ministro del Interior quien frenó esa posibilidad.
Pero hay una realidad paralela a esa deleznable actitud del ministro del Interior para con los refugiados y refugiadas, y es que mientras impide que los refugios y refugiadas puedan acceder al territorio del Estado español, pone vallas, pone concertinas, deja que miles de muertos sigan sucediéndose en el Mediterráneo y sigue practicando deportaciones en caliente. Eso es miserable, eso es asqueroso.
Refiriéndome a la moción, con las enmiendas que ha señalado que va a recoger nos parece que aborda buena parte del problema, pero -tómelo como una aportación, no como una crítica- creemos que olvida algunos elementos. No aborda por qué no se ha cumplido ese acuerdo, cuál ha sido la decisión política de no cumplirlo y las graves consecuencias en vulneración de derechos humanos que ha supuesto. Tampoco entra al debate que subyace sobre el modelo europeo que incumple las normas de derechos humanos pero, por ejemplo, es estricta y severa con la exigencia del cumplimiento de las normas financieras a Grecia.
Como se me acaba el tiempo termino con una cuestión. Podría haber citado, en el aniversario de la muerte del Che Guevara, al propio Che Guevara para decir eso de que la solidaridad es la ternura de los pueblos, pero por acercarlo a lo terrenal de este hemiciclo citaré al presidente del Gobierno. Ya decía él que una cosa es ser solidario y otra es serlo a cambio de nada. -Fin de la cita-.
D.S. texto íntegro PDF