Juan Puerto Morcillo – Alternatiba
Son numerosas las críticas que se pueden hacer a la hora de analizar minuciosamente cómo se ha llevado a cabo el proceso soberanista en Catalunya , pero bajo mi punto de vista, el tiempo en el que se han ido produciendo los acontecimientos, ha sido un momento ilusionante, de alegría y esperanza para quienes creemos en el derecho de autodeterminación de los pueblos y en el soberanismo; y que además nos sentimos republicanos.
Sin embargo, a día de hoy, no ha podido ser. De ello se han encargado las fuerzas de la represión, tanto desde dentro de Catalunya como desde fuera. Y es que, el Estado Español está gobernado por la derecha, y Europa por el liberalismo y la socialdemocracia. A lo largo de los últimos años ya hemos visto cómo actúan cuando se trata de oprimir a los pueblos, a los trabajadores o a las personas refugiadas que huyen de las guerras y que terminan muriendo ahogadas en el mar o de hambre y frío en tierra. En el caso de Catalunya, también se han unido a la hora de aplicar el artículo 155 de la Constitución, poniéndose también el PSOE a las órdenes de la derecha española.
Ahora, se acaba de iniciar una nueva fase con la convocatoria de las elecciones en Cataluña el próximo 21 de diciembre, con parte de los candidatos al Parlament encarcelados o exiliados. La situación es muy delicada, pero demostrando en todo momento que el Procés sabe resistir. Y lo hace a pesar del chantaje del capitalismo facilitando y apoyando el traslado a otras comunidades de la sede social de las empresas catalanas.
La batalla de la soberanía y la república la han perdido de momento, pero esperemos que las fuerzas independentistas ganen las elecciones. Hay una parte importante de Euskadi que está con todos ellos, para que la hoja de ruta del pueblo catalán continúe adelante y puedan ejercer libremente el derecho a decidir.
Si Catalunya proclama la república y la independencia, el régimen del 78 saltaría por los aires y esto es algo que tanto la derecha como el PSOE no van a consentir mientas tengan a la policía y al ejército. Pero a pesar de todo, creo que esa parte del pueblo catalán ha demostrado una ejemplarizante capacidad de movilización pacífica, pero contundente, en defensa de su libertad.