En este día Euskal Herria abre un nuevo capítulo de su historia. Un día que cada hombre y mujer de nuestro país recordará de uno u otro modo, a menudo con lágrimas en los ojos, porque el dolor ha sido compañero inevitable de este largo periplo. Pero lo cierto es que, queramos o no, se trata de parte de nuestra historia, y por eso es responsabilidad de toda la ciudadanía vasca, así como de sus instituciones y agentes sociales, sindicales y políticos, aportar en un mañana en el que el respeto a todos los derechos de todas las personas sean la norma. Queda todo por hacer, tan solo tres palabras que son deseos: Resolución, Pueblo, Futuro.