En una respuesta remitida al compañero de Alternatiba y diputado de EH Bildu Oskar Matute, el Gobierno español argumenta que “no es posible determinar cuándo darán comienzo las obras” de la depurado debido a que “los expedientes están en tramitación para su próxima licitación”.
Matute critica la extrema lentitud del Ejecutivo español en vez de actuar con celeridad para evitar el riesgo de mantener a 40.000 personas abasteciéndose a través de esa red de saneamiento.
EH Bildu ha denunciado la desidia o la nula voluntad del Gobierno español para acometer, tras años de demoras, el necesario saneamiento del Alto Nervión. En una respuesta parlamentaria remitida al diputado Oskar Matute, el Ejecutivo español no detalla cuándo comenzarán las esperadas obras y vuelve a optar por escudarse en la tramitación de un informe económico elaborado en mayo de 2018 para dilatar la construcción de las depuradoras.
Matute ha destacado que dichas obras son imprescindibles para la salud de más de 41.000 personas y que, en lugar de actuar con celeridad para evitar el riesgo de que se abastezcan a través de esa red de saneamiento, el Gobierno sigue tomándoselo con un desesperante relajo. “Con la salud de la ciudadanía no se juega”, ha avisado.
El diputado soberanista vasco se ha mostrado preocupado por el actual estado del saneamiento, que incluso ya ha recibido sanciones por parte de la Unión Europea por infracción de la normativa, por tratarse de agua salubre para las personas. La actitud del Gobierno español supone un nuevo escollo tras 30 de retraso de la obra; aún existe un expediente sancionador abierto en la UE.
Por su parte, sigue su curso la solicitud de comparecencia de la ministra Teresa Ribera realizada por EH Bildu a principios de mes. El objetivo de dicha petición es que Ribera explique en el Congreso el enésimo retraso en el saneamiento del Alto Nervión y detalle los planes del Ejecutivo español al respecto. La ministra de Transición Ecológica ha advertido recientemente que las obras de la depuradora del Alto Nervíon no podrán licitarse sin presupuestos, algo que Matute ha tachado de «moneda de cambio».