Charlamos con dos de las más recientes incorporaciones al grupo parlamentario de EH Bildu en Gasteiz. Diana Urrea, que vuelve a la institución en la que ya se batió durante la pasada legislatura con el feminismo y el internacionalismo como bandera; y Ander Rodríguez, conocido por la legislatura en la que lideró las Políticas Sociales en Gipuzkoa con notables resultados. Nos hablan de lo que se cuece en la cámara vasca.
Habéis entrado en el Parlamento con la legislatura en la fase final, nada menos que para sustituir a dos importantes figuras de EH Bildu.
Ander Rodríguez: Es importante matizar que si bien son esas vacantes las que se sustituyen, los roles que ambas personas desarrollaban no. Así, cada cual desarrollaremos un rol diferente, en gran medida vinculado a nuestras respectivas y particulares trayectorias y experiencias. En relación al momento de entrada tienen la misma validez los primeros meses de legislatura que los últimos. Utilizando una analogía futbolística, los goles en el tiempo de descuento también suben al marcador.
Diana Urrea: Es todo un honor sustituir a una mujer referente como Jone Goirizelaia. Su trabajo en el parlamento ha sido formidable, consiguiendo importantes logros como la reforma de la Ley de Custodia Compartida que tantos dolores de cabeza nos ha dado en la pasada legislatura. Efectivamente, entramos en la recta final de legislatura, con importantes retos por delante y muchísima ilusión y ganas de aportar a este proyecto político en el parlamento. Además, en esta legislatura, al igual que en la anterior, el grupo parlamentario está compuesto por personas extraordinarias, tanto en lo personal como en lo profesional. Es un placer poder compartir este final de legislatura con personas de semejante nivel.
Mediáticamente, el Parlamento Vasco, es una institución muy relevante. ¿Creéis, a pesar de todo, que la sociedad está al tanto de lo que allí se cuece?
AR: Es evidente que el Parlamento Vasco tiene mayor relevancia mediática que las JJGG, pero no mayor relevancia política, puesto que estas últimas ostentan las competencias en fiscalidad, herramienta clave para la redistribución de la riqueza. Dicho esto, la relevancia que suele adquirir el Parlamento Vasco, lamentablemente, está muy vinculada a aquellas cuestiones que así son consideradas por los grandes grupos de comunicación. Otros debates que son muy relevantes para las condiciones de la vida de las personas, en cambio, no consiguen superar los altos muros de la cámara de Gasteiz.
DU: En efecto, el Parlamento vasco es una institución muy relevante, pero es verdad que salvo los debates de política general, algún debate monográfico (como el propuesto por nosotras en relación al pequeño comercio) y alguna propuesta que por diferentes motivos genere interés en los medios de comunicación, en la mayoría de ocasiones, la sociedad desconoce la actividad parlamentaria y las propuestas de calado que EH Bildu plantea. Esta cuestión tenemos que repensarla. Es verdad que hoy en día, gracias a las redes sociales, llegamos a más gente; aunque creo que a menos de las que pensamos. En cualquier caso, quedan segmentos de la sociedad que desconocen nuestro trabajo en la institución.
EH Bildu es el segundo grupo de la cámara, ¿cómo valoráis, en conjunto, su labor de oposición?
AR: Aunque en muchas ocasiones es invisibilizada, es notable la labor de oposición de EH Bildu, que trasciende la clásica labor de control de acción del Gobierno Vasco. Si en algo ha destacado la labor del grupo parlamentario de EH Bildu es en la capacidad propositiva que ha demostrado en estos tres años. Si atendemos a las medidas propuestas por la coalición, estas superan en lo cuantitativo y lo cualitativo la agenda legislativa del gobierno de Urkullu.
DU: EH Bildu ha realizado en esta legislatura una labor extraordinaria. El equipo humano del que se compone el grupo (desde las y los parlamentarios hasta el equipo técnico) se ha dejado la piel para sacar adelante importantes propuestas que repercuten directamente en la vida de la ciudadanía de este país. Hay un nivel muy elevado de profesionalidad y conocimiento de las diferentes áreas de actuación en las políticas públicas, y esto se nota en las propuestas y debates que se llevan a cabo en la institución. Y qué decir de su calidad humana… Son tan buenas personas como profesionales. Es un orgullo formar parte de semejante grupo.
¿Y la labor del gobierno? Urkullu está protagonizando una de las legislaturas con menos leyes aprobadas por un gobierno.
AR: Es coherente con un gobierno conservador; la adversión a cualquier cambio político, social o económico. Además, incluso las leyes y decretos aprobados, confunden conscientemente el medio con el fin. Me explico. Una ley o un decreto son un medio para, entre otras cosas, transformar determinadas realidades. En muchas ocasiones nos encontramos ante una actividad legislativa cuyo único objetivo es aprobar tal o cual ley o decreto, aunque este no implique ningún cambio.
DU: Urkullu comenzó a la par que yo en el parlamento. A día de hoy tengo la misma idea que al principio: parálisis absoluta y clara falta de liderazgo. Durante estos 7 años se han incremento las cifras de desigualdad social: empeoramiento de las condicionales laborales con especial incidencia en los sectores feminizados; incremento de las múltiples formas de violencia machista; aumento de la pobreza y la exclusión social, con un avance significativo de los índices de pobreza energética; una situación de emergencia climática con un incremento de gases de efecto invernadero; desaparición del tejido industrial de nuestro país convirtiendo comarcas como Ezkerraldea en un desierto económico con elevadas tasas de desempleo; alta precariedad juvenil e imposibilidad de emancipación, con un considerable incremento del exilio; empeoramiento de las condiciones laborales del sector público, una vez más, ejercido mayoritariamente por mujeres (sanidad, educación…); desaparición paulatina pero acelerada de la cooperación vasca descentralizada, y un largo etcétera que ponen en evidencia su incapacidad para liderar este país y de plantear políticas públicas que pongan a las ciudadanas en el centro de las políticas y no los intereses de las grandes elites económicas y financieras. Hay una cuestión de sentido común: no se pueden aplicar las mismas recetas durante 40 años.
Corruptelas, dimisiones por las OPEs, inacción legislativa, nula voluntad de alcanzar acuerdos… pese a todo no parece fácil ganarle la partida electoral al PNV. ¿Qué debe de pasar para desbancar a la derecha en la CAV?
AR: Si tuviéramos la respuesta, hace tiempo que le hubiéramos ganado la partida. El PNV hace años que renunció a transformar las corrientes sociales hegemónicas para adaptarse a ellas. Así, el PNV es un buen proyecto de partido, pero un mal proyecto de país. Por ejemplo, se sumarán a las movilizaciones del 8M mientras tramitan una propuesta de Ley que pone en riesgo a las mujeres víctimas de violencia machista.
DU: Yo soy optimista por convicción. Hace poco se cumplieron 30 años de la caída del muro de Berlín y mi reflexión en la noche electoral fue precisamente que muros más grandes han caído. Todo llega. Estamos haciendo las cosas muy bien. La ciudadanía vasca nos está apoyando cada vez más porque está comprobando que la izquierda independentista vasca cumple su palabra y que somos honestas. En ese sentido, en Bizkaia por ejemplo hemos conseguido la alcaldía en municipios como Durango, Galdakao o Arrigorriaga, feudos jeltzales que han decidido en estas últimas elecciones apostar por un liderazgo fuerte que tenga otra forma de hacer política basada en las personas. Hemos consolidado nuestro liderazgo en municipios como Orereta donde hemos conseguido ser el municipio que más realiza inversión social por habitante o ser referente en emancipación juvenil desde la vivienda pública. Elección tras elección vamos subiendo en votos, lo que quiere decir que aún no hemos tocado techo electoral y que somos la única fuerza política que puede arrebatarle la hegemonía al PNV. La buena gestión de la que tanto presume el Gobierno Vasco queda completamente en entredicho con hechos como las OPEs fraudulentas o casos como el de De Miguel que implica directamente al PNV, poniendo en evidencia lo que tantas veces hemos dicho, que Araba, Bizkaia y Gipuzkoa no son un oasis en esto de las redes clientelares o las corruptelas.
Como miembros del parlamento, ¿qué os parece que desde tribunales estatales se diga que un parlamento, el catalán en este caso, no puede debatir cuestiones como el derecho a decidir?
AR: El problema no es solo que los tribunales determinen qué puede debatir un parlamento, el problema es que detrás de esa decisión hay un impulso político, en este caso, del PSOE. Se lo preguntaba Javier Krahe hace más de 30 años: “Tú mucho partido pero, ¿es socialista, es obrero? ¿o es español solamente?”. En definitiva, no contentos con impedir que llevemos a término nuestro proyecto político, ahora también quieren impedir que debatamos sobre él.
DU: Lo que hace es que me pregunte ¿para qué existen entonces parlamentos autonómicos si no es para ejercer el mandato popular? Este tipo de hechos constatan lo que tantas veces afirmamos desde EH Bildu: España es un Estado completamente antidemocrático. Criminalizar y perseguir a quienes quieren ejercer la democracia en su máxima expresión, es propio de Estados fascistas como la Turquía de Erdogan. Y en ese sentido, la desobediencia es una herramienta clave. De todos modos no es que no solo no se pueda debatir sobre el derecho a decidir, sino que además cuando se debaten y aprueban leyes fundamentales para la ciudadanía como la Ley de Vivienda, llega Madrid y la lleva al Tribunal Constitucional, impidiéndonos por tanto, mejorar la calidad de vida de la gente. Ya sabemos el coste de la dependencia de Madrid, ahora tenemos que pensar en todo lo que ganaríamos viviendo en una república vasca independiente.