Declaración de la Mesa Internacionalista de Alternatiba, a una semana de haberse producido el devastador incendio en el campo de población refugiada en Moria (Lesbos, Grecia) en el que más de 13.000 personas vivían de manera infrahumana:
Este incendio no ha sido una casualidad. Los incendios en los campos de refugiados se suceden de forma frecuente y el origen de todos ellos se encuentra en las malas condiciones de las infraestructuras y de la gestión de riesgos dentro de los campos, así como el sobrepoblamiento de los mismos.
Por mucho que, por lo general, se culpabilice a la población refugiada de la falta de higiene, no deja de ser responsabilidad de las instituciones aportar los recursos económicos y logísticos necesarios para la misma.
Se ha intentado culpabilizar a un grupo de esta población al que habían confinado por sospecha de coronavirus. Pero hay que dejar claro que el coronavirus no sirve como excusa para restar dignidad a quienes apenas les queda ya. El campo, de hecho, había estado cerrado con limitación a los movimientos de quienes lo habitaban desde marzo.
Es en este contexto, y desde principios de año, se produce un auge de la violencia y la xenofobia en Lesbos. Han sido frecuentes los episodios de concentraciones de extrema derecha en la puerta del campo y las instituciones locales, lejos de buscar soluciones, han contribuido al deterioro de esta situación.
Vemos cómo la gestión que se está haciendo por parte de las instituciones locales e internacionales es nefasto, dejando sin vivienda e insumos a unas 14.000 personas (según estimaciones), luego reprimiéndolas y, por último, construyendo un nuevo campo de población refugiada.
Por todo ello, consideramos que:
- Es inaceptable que los nuevos campamentos por construir estén cerrados y vallados.
- Es necesario que los distintos gobiernos a distintos niveles en la UE ofrezcan la posibilidad de traslado a sus territorios con todas las garantías.
- La solución no pasa por esconder y hacinar a personas y condenarlas a la precariedad, sino posibilitar redes de integración y solidaridad, acabando con el discurso del odio y la connivencia con el racismo y la xenofobia.