Alternatiba ha lamentado profundamente la muerte de un joven de origen eritreo ocurrido el pasado 18 de abril en la localidad fronteriza de Irún, y señala a la Unión Europea y sus políticas migratorias como responsable del crimen ocurrido en la localidad gipuzkoana.
Su suicidio es reflejo del drama y la crudeza a la que se enfrentan las personas migrantes en Europa y sus fronteras. Vidas al margen de los márgenes, marcadas por condiciones inhumanas y privadas de los derechos más fundamentales. La situación de las personas que llegan desde África, huyendo de las guerras y el hambre, a la frontera de Irún es cruel, enfrentándose a severos controles policiales y barreras infranqueables que hacen de su existencia una losa insoportable.
Esta situación obliga a muchos y muchas a tomar decisiones desesperadas, y la muerte del joven eritreo es una prueba de ello. Ahora penamos su muerte, pero no es suficiente. Es imprescindible que se tomen medidas para que esto no vuelva a ocurrir, empezando por abrir las fronteras y dejar que las personas migrantes hagan su camino. Debemos impulsar la igualdad entre países ricos y países empobrecidos, para acabar de una vez por todas con las desigualdades sociales y económicas entre los Pueblos.
En ese sentido, desde Alternatiba reivindicamos el derecho de toda persona a la libre circulación por el mundo, independientemente de su procedencia o situación económico-social y a vivir una vida que merezca la pena ser vivida, donde las personas se sitúen por encima del capital, y no al revés. Por eso, llamamos a secundar la movilización convocada para hoy por “Irungo Harrera Sarea” en la plaza San Juan a las 18:00 horas. Porque nadie es ilegal, ¡abramos las fronteras!