En nuestra vida, quien más y quien menos ha corrido alguna vez: te pones unas zapatillas y a correr. Hay carreras cortas, de fondo, de obstáculos, puedes ir equipada sólo con unas zapatillas o con material técnico de última generación, pero el objetivo siempre será llegar primera a la meta.
Hoy hablamos de una carrera diferente, la carrera de los servicios sociales alaveses. Allá por el 2008, la Ley de Servicios Sociales establecía que nuestro sistema de bienestar social debía tener un acceso subjetivo y universal. Pasábamos, por tanto, de la caridad a un sistema social garantista de derechos y es aquí donde se daba el pistoletazo de salida en la carrera de los servicios sociales. En esa salida, Araba iba bien equipada: sus zapatillas, su ropa y su mochila hacían prever que llegaríamos las primeras a la meta, con mucho esfuerzo. No en vano, en 2008 las carencias de atención a algunos colectivos eran notables, pero con entrenamiento y tesón alcanzar la meta no debía suponer un ejercicio hercúleo. Como decimos, estábamos bien equipadas: red de residencias públicas de vanguardia, servicios sociales de base en cada barrio, empoderamiento del histórico Tercer Sector Alavés, servicios sociales pioneros de referencia estatal, como fue el SAD, y un largo etc. Estábamos preparadas para ganar.
Quienes hacen ejercicio, quienes corren, saben que además del entrenamiento, es importante rodearte de buenas herramientas que te permitan optimizar tu esfuerzo, sacarle todo el rendimiento. En la carrera de servicios sociales también existían este tipo de herramientas: entre ellas encontramos el Plan Estratégico y el Mapa de Servicios Sociales para cada territorio: en el primero se proyectaba y determinada la cobertura en atención, es decir, cuánto y cómo correr; en el segundo se analizaba los servicios que teníamos y cuánto necesitábamos esforzarnos para llegar a la meta. Estas herramientas nos daban las claves y marcaban el paso para que Araba triunfase. Sólo era cuestión de mucho esfuerzo, decisión y voluntad política, pero lo que se suponía que podía ser una oportunidad para mejorar nuestros servicios sociales se convirtió en una carrera de obstáculos, donde quien puso y pone las vallas a saltar pretende que Araba llegue última a la meta.
Con el nuevo Plan Estratégico presentado hace unas semanas, diseñado durante el mando de la ex consejera y candidata a la alcaldía de Gasteiz Beatriz Artolazabal, los impedimentos que PNV-PSE ponen para Araba, ya no solo ralentizan nuestra llegada a la meta, sino que generan discriminación entre la población de la Comunidad Autónoma Vasca y privatizan los cuidados. Si eres una persona mayor alavesa tendrás muchas más probabilidades de que te cuiden desde lo privado, vía “cheque-servicio”, que si eres una persona mayor de otro territorio. El PNV, con la señora Artolazabal a la cabeza y Ramiro González de la mano, quieren que la andadura de Araba en esta carrera se haga acosta de condiciones laborales de miseria y cuidados precarizados.
Lo trágico, lo lamentable, es que los obstáculos que impiden llegar a Araba a la meta en esta larga carrera acarrean sufrimiento, desatención y deja los derechos de alaveses y alavesas por los suelos. El nuevo Plan estratégico no corrige las deficiencias que existen en esta carrera ni reduce las vallas para saltarlas con más facilidad. Es más, todo lo contrario: PNV-PSE ofrecen correr a unos territorios con zapatillas último modelo, pero quieren que Araba corra o, mejor dicho, ande en chancletas.
Quienes apostamos y defendemos una sociedad más justa y equitativa, quienes queremos poner la vida en el centro, no queremos carreras donde ganar implique dejar a alguien atrás, no queremos carreras con obstáculos ni metas inalcanzables.
Desde Araba y desde EH Bildu nos calzamos las zapatillas, respiramos y nos esforzamos. A cada metro ganado en esta carrera de los servicios sociales, defendemos desde lo público unos cuidados dignos y de calidad para la gente de Araba y para el conjunto de la ciudadanía vasca, porque la carrera de los servicios sociales es la carrera del respeto a los derechos básicos. Y en esta carrera nosotras salimos a ganar.
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