Banderas de mil causas ondean hoy a media asta por la pérdida de Miren Basaldua Garay, activista incansable de múltiples luchas que ayer nos dijo adiós para siempre. Fue militante de Alternatiba, Ekologistak Martxan, Mundubat, EH Bildu, Gorripidea y un sinfín de plataformas en las que participó; fueron tantos los frentes en los que deja huella, que difícilmente podremos olvidar su legado.
Porque Miren no solo estaba, y desde luego que estaba, en más sitios que nadie además; sino que participaba y aportaba. A menudo era la voz crítica en una asamblea, discrepaba y señalaba contradicciones, pero sabiendo siempre dónde, cómo y hacia dónde construir. Ni era ni pretendía ser la compañera de militancia más “cómoda” -y a pesar de todo no podía evitar ser la más querida- porque no militaba para contentar a nadie, sino para hacer del mundo un lugar mejor. Y por eso el ecologismo, el decrecentismo, el feminismo o el anticapitalismo están hoy algo más huérfanos que ayer.
Pasará mucho tiempo antes de que dejemos de buscarla entre las asistentes a una manifestación, porque casi siempre estaba allí, y no pocas veces sosteniendo la pancarta. Quizá se ha ido en primavera porque es la estación en la que florecen las luchas; tal vez se ha ido en mayo, en puertas de cumplir 71 años, porque es el mes de las revoluciones. Quizá no se vaya nunca del todo, hasta que la última persona que compartió una lucha con ella se vaya también; y todavía queda mucho, muchísimo, para eso.
Esperamos que la tierra y el aire que tanto defendiste te acojan y te arropen ahora Miren. Te llevas todo nuestro cariño, a cambio nos dejas mucho más: tu arrojo, tu fuerza y tu ejemplo. Gracias por compartir tanto. Jamás te olvidaremos.