Eraldaketa sozialaren alde: Erantzuna gure esku – Gure esku erabakia

Nos encontramos ante una crisis sistémica a nivel mundial. La vulneración de los derechos humanos, la destrucción del medio ambiente, el retroceso en las condiciones de vida, en el sistema de bienestar, en el sistema alimentario… se está produciendo sin cesar en los diferentes países.

La burbuja creada en torno a la economía especulativa y la construcción tanto en Euskal Herria como en todo Europa ha acabado por explotar, y ya han pasado tres años largos sin poder dar la vuelta a esta nueva situación. ¡Y cómo no! Todo esto se ha producido sin tener en cuenta las limitaciones de los recursos naturales.

En el caso de Euskal Herria a todo ello hay que añadirle la negación de nuestra soberanía política y económica. La modificación de la Constitución española, o lo que ha sucedido en Grecia, dejan bien claro hasta qué punto alcanza la dictadura de los mercados. Pero cuando a un pueblo se le niegan los recursos políticos, institucionales y económicos que sí tiene un Estado, se acrecienta esa dependencia, y más aún en nuestro caso conocidas las posiciones de Rajoy.

Las iniciativas anunciadas o puestas en marcha por el Gobierno de Rajoy tienen un objetivo claro: con la excusa del endeudamiento público pretende tomar una multitud de medidas para reducir el sector público y abrir paso a procesos de privatización de lo público. Al mismo tiempo, ya estamos ante una reforma para empeorar más todavía las condiciones laborales y liberalizar por completo el ámbito de relaciones laborales. Y por si eso fuera poco, se nos anuncia que van a inyectar dinero de todos nosotros al sector financiero. De este modo, las medidas del Gobierno de Rajoy están dirigidas contra los sectores más necesitados: contra los que tienen sueldos más bajos, contra las personas con discapacidad, contra las personas mayores con pensiones más reducidas y contra cualquier persona que quiera defender sus condiciones de trabajo.

Por último, es más que evidente la intención de abordar un proceso de centralización en el Estado español. Es decir, es clara la decisión y el intento de incrementar la dependencia política y económica.

Todo esto exige una respuesta contundente. Los agentes sociales, sindicales y políticos de este Pueblo, cada uno en su propio ámbito y, a ser posible, todos a una,  deberíamos hacer frente a la reforma neoliberal que está en marcha y a este proceso de centralización.

Pero, además de una respuesta, esta cruda realidad precisa de una oferta alternativa que tenga como base la soberanía política y económica y que marque el camino hacia un nuevo modelo. Queremos y necesitamos la soberanía económica para construir un modelo social alternativo por los siguientes motivos.

– Es nuestra responsabilidad y derecho como nación, para garantizar la solidaridad debemos tener en nuestras manos la iniciativa económica.
– Para empezar a desarrollar otro modelo basado en una democracia verdadera.
– Para garantizar y ampliar los derechos y servicios sociales conseguidos tras años de trabajo. Para garantizar los derechos de educación, salud y vivienda.
– Para desarrollar una economía basada, más allá del mero desarrollo económico, en el desarrollo social y el respeto a la naturaleza.
– Para garantizar los derechos de los y las trabajadoras, así como políticas fiscales, laborales y públicas que creen riqueza y división del trabajo.
– Para el respeto efectivo de los derechos de las mujeres.
– En definitiva, para construir Euskal Herria desde la izquierda, para que todas las personas tengan los mismos derechos y oportunidades.

Para trabajar en esta dirección y con la mirada puesta en los citados objetivos, hacemos un llamamiento a la ciudadanía y a los agentes para salir a la calle para decir basta ya a las medidas que se están tomando y reivindicar otro modelo económico y social basado en la soberanía política y económica. Euskal Herria, como el resto del mundo, precisa un modelo socioeconómico alternativo, y vamos a trabajar de manera decidida en este camino para conseguirlo, para hacerlo realidad.

Por eso, los cuatro partidos nos adherimos a las manifestaciones convocadas por varios agentes para el día 4 de febrero en Bilbo contra los recortes y en Donostia contra el modelo basado en las grades infraestructuras.

Así mismo, aprovechamos esta comparecencia para informar de las manifestaciones que Alternatiba, Aralar, Eusko Alkartasuna e Izquierda Abertzale hemos convocado para el día 11 de febrero en Bilbo, Donostia, Gasteiz e Iruñea. Estas manifestaciones a favor del cambio social se desarrollarán bajo el lema “Erantzuna gure esku. Erabakia gure esku: Eraldaketa sozialaren alde”, “La respuesta está en nuestras manos. La decisión está en nuestras manos”.

Alternatiba pide más políticas para la corresponsabilidad del cuidado y menos propaganda de Bilbao Kirolak disfrazada de conciliación

La portavoz de la Mesa de Feminismo de Alternatiba, Amaia Agirresarobe, ha denunciado el carácter propagandístico del programa de Bilbao Kirolak denominado “Amatxus con sus carritos”, del que se hace hoy eco en sus páginas el diario El Correo y que ofrece sesiones deportivas para madres con sus bebés. Para Agirresarobe, se trata de una actividad que “disfraza de conciliación la idea de que el cuidado de menores es tarea exclusiva e intransferible de las mujeres, atándolas una vez más a la maternidad como único objetivo vital”.

Desde Alternatiba han solicitado al Ayuntamiento de Bilbao que oriente sus iniciativas institucionales  a “fomentar la corresponsabilidad del cuidado, desvinculándolo de la figura de madre cuidadora y ofreciendo espacios para niños y niñas que permitan a sus personas cuidadoras atender el resto de ámbitos de su vida que coexisten, también en las mujeres, con la crianza”.

Asimismo, Agirresarobe ha denunciado la “exaltación de la maternidad como epicentro de la vida de las mujeres, que dificulta el acceso y la participación de las mismas en el espacio público, en la vida social, cultural, política, y también en actividades relacionadas con el ocio, la salud y el bienestar personal como las deportivas”.

Alternatiba considera que la Comisión de Verificación constata lo que la sociedad vasca piensa pero el Ministro de Interior niega

http://old.kaosenlared.net/media/28/28641_1_Oskar_Matute.JPGEl portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha valorado de forma “muy positiva” el comunicado que esta misma tarde ha hecho público la Comisión Internacional de Verificación, CIV, tras las reuniones mantenidas por la misma durante estos días con diferentes agentes políticos y sociales de Euskal Herria. Matute considera que “constatan lo que para la mayoría de la sociedad vasca es una evidencia pero, por desgracia, el Ministro de Interior Jorge Fernández Díaz no comparte, que la decisión de cesar la lucha armada por parte de ETA no tiene vuelta atrás”.

El portavoz de la formación de izquierdas se ha mostrado de acuerdo con aquellas cuestiones que los miembros de la comisión consideran pendientes de resolver, “que aún vivimos un periodo donde debe afianzarse el cese de la violencia y el propio proceso de verificación”. En este sentido, Matute ha vuelto a valorar como “digna de elogio” la labor de la CIV.

Descansa en paz, socialdemocracia

Oskar Matute y Ana Etxarte – Portavoces de Alternatiba

Si tuviéramos que destacar alguno de los hitos que han marcado políticamente la escena internacional en el pasado año, deberíamos situar, junto a la profunda crisis global, el fracaso de la construcción europea o la incapacidad de frenar el cambio climático en Durban, un hecho no tan comentado pero que tiene y tendrá importantes implicaciones políticas: la muerte de la socialdemocracia en Europa.

Así, los últimos cambios de gobierno en Eslovenia, Grecia y en el Reino de España dejan un mapa claramente conservador: la práctica totalidad de la UE están en manos de la derecha, salvo Dinamarca, Rumania, Bélgica y Austria (estos últimos con gobiernos frágiles o en coalición con conservadores); en el parlamento europeo existe una amplísima mayoría conservadora que ha crecido precisamente durante la crisis; la Comisión Europea también está dirigida por un conservador –recordemos que Barroso fue el cuarto personaje de la triste foto de las Azores-. La metástasis de la derecha en Europa nos plantea una tremenda paradoja, ¿Será que preferimos a quienes conculcan derechos, reprimen, impiden el desarrollo de la democracia y desmantelan los servicios públicos, frente a los que defienden derechos y libertades? Obviamente, no es la pregunta que se hace la ciudadanía en un contexto en el que conservadores, liberales y socialdemócratas aplican las mismas medidas y reducen sus diferencias a matices más o menos significativos, insuficientes para enfrentar una crisis como la que vivimos. Así, la socialdemocracia no es una alternativa al statu quo, es tan solo una versión del mismo, una alternancia para aparentar un cambio que en realidad impide.

La crisis no ha hecho sino retratar a esta opción reformista, y 2011 ha significado el entierro definitivo de un espacio político en crisis estructural en las últimas décadas. No se trata de un bache coyuntural, sino de un estado de coma profundo de una socialdemocracia que, aunque en el futuro pueda reaparecer esporádicamente dentro de la dinámica de alternancia –como quizá suceda en Francia-, ha agotado su legitimidad política no sólo por ser incapaz de resolver los acuciantes problemas que sufrimos, sino por ser parte activa en su creación.

Los días de vino y rosas ya pasaron; lejos quedan los 50 y los 60, la época del estado interventor, la regulación de los mercados, del bienestar o de las políticas públicas. Luego llegó la crisis –la de los 70- y los acomodados partidos socialdemócratas se convirtieron en social-liberales (liberales, vaya, como los neoliberales, pero no tan retrógrados en aspectos sociales), tomando parte en todos los procesos de privatización, de desregulación, de financiarización de la economía, de desmantelamiento del sector público. Sí, fueron ellos quienes permitieron y colaboraron en la creación del monstruo que hoy en día nos tiene contra las cuerdas; sí, fueron ellos quienes transfirieron todo el poder a los mercados, esos mercados a los que hoy, cínicamente, en momentos de exaltación de su rebeldía, acusan por su tremendo poder; sí, esos que hablan de un genérico mercado por no decir Botín, Fernández Ordoñez o Mario Fernández, por ejemplo; los mismos que gestionaron la crisis de los 70 nos ofrecen en bandeja la gran crisis del siglo XXI; de crisis en crisis, de oca en oca… pero ya no tiran, porque ya no les toca.

Y no les toca porque el social-liberalismo se muestra incapaz de ofrecer una alternativa. Esto causa gran preocupación en sus propias filas, aunque tienen otro motivo aún mayor de consternación: Ya no hay salida desde sus propios parámetros, ni siquiera la habría si regresaran a las esencias socialdemócratas de los años dorados, debido a que el mundo que han ayudado a crear es muy diferente del de hace tres décadas. Así, ante la crisis civilizatoria actual, ¿Quién devuelve al sistema financiero a la caja de Pandora que ellos abrieron? ¿Quién puede enfrentar los grandes problemas globales, sin medidas profundas y transformaciones radicales en el orden internacional? ¿Quién pretendería devolver a la ciudadanía la soberanía y la autonomía robada con una pseudo-democracia decadente, no participativa y en manos de las transnacionales? ¿Quién, en definitiva, pretendería avanzar en derechos y libertades sin superar el capitalismo, generador directo de pobreza, desigualdad, dictadura y vulnerabilidad? Ya no es momento de reformas ni de cambios graduales; estamos en un momento crítico, y el debate está entre quienes quieren cambiar radicalmente el sistema y quienes lo defienden. Ya no hay espacio para la socialdemocracia, sólo hay oportunidad y urgencia para la izquierda.

La izquierda socialista y alternativa tiene, por tanto, una gran responsabilidad, y mucho camino por recorrer. Debe estar a la altura del momento que vivimos, aprendiendo de los errores de la socialdemocracia: mensaje radical,  alternativo, integrador de luchas; frente al oportunismo, la indefinición y la  unidimensionalidad de las propuestas socialdemócratas; visión estratégica a largo plazo, frente a coyunturalismo y electoralismos; formas horizontales, democráticas, equitativas y amplias de entender la política –que por supuesto no es coto privado de los partidos- frente al verticalismo y la robotización del militante socialdemócrata; claridad en la necesidad de construir hegemonía desde la izquierda, frente a alianzas con derechas y derechillas.

En Euskal Herria también tenemos que tener muy presente este mensaje: la socialdemocracia está en su tumba, y todo empeño en resucitarla correrá su misma suerte. precisamente en esa misma tumba. Aquí no vale con ser menos malo que los malos. Nuestra referencia no son ellos –la derecha- sino la que el momento exige: construir hegemonía desde una alternativa radical. Estamos en un momento ilusionante de generación de espacios y herramientas de articulación de diversas izquierdas –en los que Alternatiba participa-, y debemos tener en cuenta la historia y la coyuntura presente, tener altura de miras, para conducir este proceso, sin prisa pero sin pausa, a una transición post-capitalista,  una transición superadora y radical del sistema.

Por ello, en este 2012, Alternatiba se asoma a la tumba de la socialdemocracia y le dice: “descanse en paz, descanse para siempre”. Volveremos de vez en cuando, y no para honrarla, sino para garantizar que la tumba sigue bien sellada.

Video-entrevista: La reforma de la negociación colectiva (Joseba Villareal – ELA)

Actualización enero de 2011. Los duros recortes anunciados por el Gobierno del PP y las insaciables reivindicaciones de la patronal, nos invitan a rescatar este video sobre la reforma de la negociación colectiva.

Entrevistamos a Joseba Villareal, responsable de negociación colectiva del sindicato ELA, sobre la reforma de la negociación colectiva iniciada por el gobierno español. No explica qué consecuencias tendrá la misma y nos aclara conceptos como el de la ultraactividad o el descuelgue salarial.

Capitalismo y derecho

Juan Hernández Zubizarreta – Profesor de la UPV-EHU

Una de las características más destacables de los sistemas jurídicos internacionales en el actual modelo neoliberal reside en la debilidad, cuando no ausencia, de normas universales entendidas como vehículo de los valores de la comunidad internacional. El marco legal mundial del sistema capitalista está formado por un conjunto de normas que organizan todo tipo de actividades económicas en el plano global, sin discriminaciones aparentes y sin tratos preferenciales.

Sin embargo, las relaciones de fuerza, en su expresión más cruda, la guerra unilateral y las relaciones bilaterales asimétricas -es decir, desiguales- en el ámbito del comercio internacional y financiero, son la «norma» del sistema capitalista. La globalización económica diseña un marco jurídico, político y económico en el que las empresas transnacionales se desenvuelven sin contrapesos suficientes. El Derecho Internacional no tiene articulados sistemas jurídicos capaces de someter a las multinacionales a control.

El telón de fondo sobre el que actúan las empresas transnacionales es el capitalismo. Las ideas fuerza se sostienen sobre la vieja máxima de eliminar todo obstáculo que impida a las multinacionales ejercer su actividad con plena eficacia. El modelo neoliberal fue encabezado por los Estados imperiales y por las agencias financieras, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que impusieron, mediante el Consenso de Washington, la apertura de fronteras al comercio y a las transacciones financieras, las privatizaciones, el recorte del Estado de Bienestar y las desregulaciones. Recetas generalizadas en el marco de la actual crisis económica.

Junto a estas propuestas, la globalización neoliberal fue impulsando estructuras institucionales y privadas de carácter supranacional (UE, OMC, G8, G20, Tratados Regionales y Bilaterales de Comercio e Inversiones) que fueron estableciendo normas jurídicas más privadas que públicas, con sus propias lógicas de funcionamiento pero con efectos generales. Nada que ver con un gobierno universal o con una globalización jurídica, sino con la creación de un Derecho Corporativo al servicio de las clases dominantes.

La concepción monista del Derecho quiebra ante el nuevo modelo globalizador y un nuevo pluralismo jurídico global se va consolidando. El Derecho creado en torno al Estado se sustituye por una nueva Lex Mercatoria que refleja las relaciones de poder entre Estados, organizaciones financieras internacionales y empresas transnacionales.

El proceso de elaboración del Derecho Comercial Global, los sujetos supranacionales que crean sus distintos instrumentos y los contenidos jurídicos, representan los intereses de nuevas burocracias privadas del comercio mundial.

La estructura jurídica moderna y sus principios formales de generalidad, de abstracción, de jerarquía normativa y de igualdad ante la ley se sustituyen por normas privadas -supuestamente técnicas-, por prácticas contractuales y por actuaciones deslegalizadas e informales.

El proceso de elaboración de las normas necesita mecanismos de funcionamiento rápidos, dotados de adaptabilidad, con plazos de vigencia flexibles, con sistemas ágiles de modificación… es decir, procedimientos cuyo elemento central sea la celeridad, y por tanto, las técnicas complejas de los acuerdos comerciales y financieros sustituyen a los procedimientos legislativos transparentes, públicos y sometidos a control, al menos desde la perspectiva formal. La celeridad, junto a la confidencialidad, dota a las empresas transnacionales y al comercio internacional de seguridad jurídica en los resultados y arbitrariedad en su procedimiento. Por otra parte, los sistemas universales de Derecho Internacional de los Derechos Humanos y sus jurisdicciones competentes son incapaces de neutralizar el poder del nuevo Derecho Corporativo Global. Sus contenidos se cuestionan por las clases dominantes y sus sanciones se deslizan hacia el plano de la mera recriminación moral. ¿Cómo se explica la inaplicabilidad del derecho a la alimentación -meramente declarativo- frente a la protección -plenamente eficaz- de los sistemas bancarios? ¿Por qué las sanciones del Comité de Libertad Sindical contra Colombia no se cumplen y los derechos de Repsol en el mismo país se tutelan sin fisuras de ningún tipo?

Los derechos de las empresas transnacionales se protegen por un ordenamiento jurídico global basado en reglas de comercio e inversiones cuyas características son imperativas, coercitivas y ejecutivas, mientras que sus obligaciones se remiten a ordenamientos nacionales sometidos a la lógica neoliberal y a un Derecho Internacional de los Derechos Humanos manifiestamente frágil. La asimetría normativa es evidente y el Derecho Global se construye al servicio de las clases dominantes.

Campaña «Plaza 25 de Noviembre», escribe al ayuntamiento de Bilbao

Os escribo para que intentemos parar el despropósito que quiere llevar a cabo el Área de Igualdad.

No sé si tuvísteis la oportunidad de participar en la recogida de firmas y en la campaña que desde la Asamblea  se llevo a cabo para que Bilbao tuviese un espacio de la memoria y reflejo de los valores no sexistas que nuestra sociedad debería deplasmar, también, en el espacio urbano. Por si no pudistéis seguir la campaña os dejo varios enlances para que tengáis
todos los detalles de la misma:

http://www.ambbea.org/node/20

Pues bien, después de meses de negociación con el Área de igualdad, conseguimos que el ayuntamiento se comprometiera a la creación de una plaza 25 de noviembre. Os mando otros links con  lo que el ayuntamiento asumía:

http://www.deia.com/2011/05/18/bizkaia/bilbao-dedicara-una-plaza-a-las-victimas-de-la-violencia-de-genero

http://www.20minutos.es/noticia/1053384/0/

Ahora asistimos atónitas al hecho de que el Área de Igualdad se salte los acuerdos, el contenido de la campaña y la idea que dio origen a la campaña en sí misma (que era la creación de un espacio de la memoria que recogiera el sentir del CONJUNTO DE LA CIUDADANÍA y colocara el rechazo a la violencia sexista en la memoria colectiva). El Área ha decidido cambiarle el nombre y llamarle «Plaza de las MUJERES 25 de noviembre», devolviendo el problema de la violencia a las mujeres y excluyendo a los hombres del rechazo a la misma, lo cual sería un gravísimo error político.

Por eso, os pedimos vuestro apoyo y que escribáis al Área de Igualdad, al consejo de las mujeres de Bilbao, a los medios de comunicación y/o a quién consideréis oportuno para mostrar vuestro rechazo (si así es el caso) a quedar excluidos de esta iniciativa que es de todas y de todos.

Si quereis escribir al Area de Igualdad, la direccion es la siguiente:
smujer@ayto.bilbao.net
Podeis expresar vuestra opinión o copiar y pegar esta propuesta.

Señoras,

He sabido que pese a los acuerdos alcanzados con la Asamblea de Mujeres de Bizkaia tienen la intención de cambiar el nombre de Plaza 25 de
Noviembre por Plaza de las mujeres 25 de Noviembre y quisiera hacerle llegar mi disconformidad al respecto, por las siguientes razones:

1-. Al cambiar el nombre se cambia el contenido. ESO NO ES LO QUE LA CIUDADANÍA PIDIÓ, NI LO QUE PROMETIÓ EL ALCALDE.
2-. Estan EXCLUYENDO A LOS VARONES en la lucha contra la violencia sexista, de expresar la repulsa a esa violencia y de mostrar su solidaridad con las víctimas de la violencia sexista y su familias. Y esto es un error político importante.
3- .Al apoyar la campaña, apoyamos un lugar de la memoria en el que la sociedad democrática trata de poner énfasis y subrayar aquello que es importante para todas y todos desde el punto de vista de los derechos humanos. Apoyamos un proyecto para evidenciar que los Derechos de las Mujeres forman parte de los Derechos Humanos, no para devolver la violencia sexista a un problema o un «asunto de mujeres».
4-. No entiendo el nombre. 25 de noviembre es el Día internacional para la Eliminación de la violencia contra las mujeres. Mujeres 25 de noviembre ¿QUÉ ES?
Esperando que para ustedes el sentir de la ciudadanía -expresado en la campaña- signifique algo y retomen el nombre que ésta pidió,
Un saludo,

Muchas gracias

Las transnacionales causantes de la crisis buscan seguir enriqueciéndose con la «economía verde»

«Se podría pensar que lo más verde de las propuestas de economía verde, que gana terreno en diversos ámbitos oficiales, principalmente en las negociaciones hacia la conferencia internacional Río+20, es el color de los billetes que esperan ganar con ella las empresas trasnacionales que han causado las crisis económicas, alimentarias, ambientales y climáticas. Esta es una de las conclusiones que se derivan al comprobar que son las mismas compañías que controlan las tecnologías, las patentes, los productos y los mercados de la economía verde», afirma Silvia Ribeiro, investigadora del grupo ETC.

«No se trata solamente de los oligopolios conocidos y que preparan nuevos negocios. Además, se avanzan nuevas configuraciones corporativas que reúnen a las mayores empresas petroleras, químicas, farmacéuticas, forestales y de agronegocios con nuevas compañías de biología sintética y genómica para procesar cualquier tipo de biomasa, sea natural o cultivada, y convertirlo en combustibles, forrajes, plásticos u otras sustancias industriales, planteando un escenario donde cualquier cosa verde (o que esté o haya estado viva) podría ser apropiada corporativamente para sacarle ganancias con algún uso industrial. Más que una economía verde, la conjunción de oligopolios y nuevas tecnologías está llevando a un asalto corporativo sin precedente de la naturaleza, de lo vivo, de los sistemas de alimentación y de los territorios de las culturas campesinas e indígenas, que irónicamente se presenta como una nueva etapa del desarrollo sustentable», advierte la investigadora.

Artículo de Silvia Ribeiro > Baserri bizia

El reciente informe Quién controlará la economía verde, del Grupo ETC ( www.etcgroup.org/es/node/5298 ), muestra que la tendencia hacia la concentración corporativa global continúa, favorecida incluso por las crisis. Si bien en diversos sectores analizados hay estancamiento del crecimiento o incluso menos ingresos, las ganancias corporativas se mantuvieron, porque según su propia definición hicieron más con menos. Con menos trabajadores, menos prestaciones y derechos laborales, menos consideraciones ambientales y de salud.

En el caso de la cadena alimentaria agroindustrial, desde las semillas e insumos agroquímicos, a la distribución, procesamiento y ventas en supermercados, las ganancias aumentaron con la crisis alimentaria y climática, en algunos casos en forma exponencial, gracias a la manipulación de la oferta, a la desaparición de competidores, a los subsidios públicos por desastres (para replantar cosechas arruinadas, para ayuda alimentaria, etc).

Es dramático y absurdo que en semillas –llave de toda la cadena alimentaria– una sola empresa, Monsanto, controle 27% de todas las semillas comerciales a escala global (y más de 80 por ciento en semillas transgénicas), y que junto a dos empresas más, Syngenta y DuPont-Pioneer, controlen más de la mitad del mercado mundial de semillas. Las semillas y venenos químicos que venden esas empresas son la base de la agropecuaria industrial que ha destruido suelos, contaminado aguas y provocado la mayor parte de la crisis climática global. Ahora van además por el monopolio de lo que llaman semillas resistentes al clima –sequía, cambios de temperatura, inundaciones–, alegando que con más del mismo modelo, con menos reglas de bioseguridad, con más patentes a su favor y más apoyos de los gobiernos para las empresas, ahora sí saldremos de la crisis que ellas construyeron.

Al otro extremo de la cadena alimentaria las grandes superficies de ventas directas al consumidor (supermercados) han crecido a punto tal, que en 2009 superaron el mercado total de energéticos, el mayor del mundo por décadas. Esto significa un brutal control corporativo de qué, cuándo, cómo, con qué calidad, dónde y a qué precio se producen y consumen los alimentos y muchos otros productos de la vida cotidiana. En el informe se analiza además el control corporativo en otros rubros, como agua, petróleo y energía, minería y fertilizantes, forestación, farmacéutica, veterinaria, genética animal, biotecnología, bioinformática, generación y almacenamiento de datos genómicos.

Uno de los aspectos más preocupantes son los impactos del avance del uso de biomasa, a través de nuevos emprendimientos corporativos y tecnológicos. Por ejemplo, la empresa de biología sintética Amyris, con sede en California y Brasil, tiene asociaciones con Procter & Gamble, Chevron, Total, Shell, Mercedes Benz, Michelin, Bunge y Guarani para producir combustibles y sustancias industriales. En Brasil, ya consiguió que se permita la producción de combustibles a partir de la fermentación de azúcares derivados de biomasa, con microbios artificiales, cuyo escape constituye un grave riesgo (consumen celulosa, presente en toda la materia vegetal), que de ninguna forma está contemplado en los marcos de bioseguridad. Sin embargo, éste es uno de los ejemplos de economía verde en Brasil.

Otro ejemplo es la asociación de DuPont con el gigante petrolero BP, y las cerealeras General Mills y Tate & Lyle (Bunge), que además de biocombustibles agregan ahora combustibles derivados de algas. O la constelación Dow Chemicals, con Chevron, Unilever, Bunge, la marina y ejército de Estados Unidos, alrededor de la empresa de biología sintética Solazyme, para transformar azúcares de bajo costo en aceites de alto valor, que podrían ser desde combustibles a alimentos y muchos otros productos. Todo esto representa nuevos riesgos, pero además un aumento vertiginoso de la demanda de biomasa, tierra, agua y nutrientes, que exige que denunciemos estas propuestas por lo que son: nuevas formas de despojo.

Alternatiba aplaude la concesión del Premio a la Igualdad a los alardes mixtos, pero exige que el reconocimiento se demuestre en la calle

La portavoz de Alternatiba, Ana Etxarte, ha celebrado la concesión del Premio Emakunde a la Igualdad a los alardes públicos de Irun y Hondarribia, dado a conocer hoy mismo por el Instituto Vasco de la Mujer. Etxarte, sin embargo, ha recordado que el reconocimiento a las mujeres de las comarca del Bidasoa “debe demostrarse apoyando el alarde mixto desde las instituciones y en la calle ”,  al hilo de lo sucedido hace tan solo cuatro meses cuando el Departamento de Interior ordenó  cambiar el recorrido el recorrido habitual de la compañía Jaizkibel, ante lo cual, precisamente Emakunde, se limitó a afirmar que trataría de impulsar su recuperación para este año.

El alarde de Hondarribia del pasado septiembre, ha señalado la portavoz de la formación de izquierdas, “es un buen ejemplo de por qué no deben tratar de resolverse las desigualdades entre hombres y mujeres con órdenes policiales”, en alusión a la denuncia formulada ayer por Alternatiba y otras instituciones y asociaciones feministas, contra el anteproyecto de ley contra la violencia machista que pretende arrebatar competencias de igualdad a Emakunde y otras áreas para dejarlas en manos del departamento de Rodolfo Ares.

Etxarte, finalmente, ha felicitado a todas las personas que desde hace 15 años impulsan en Irun y Hondarribia unas fiestas públicas y participativas, y las ha animado a seguir trabajando en la misma dirección, hasta conseguir un alarde libre de cualquier tipo de discriminación, “a pesar de los obstáculos que incluso desde las instituciones, empezando por sus gobiernos municipales, les han impuesto”.

Alternatiba acusa a Interior de usar la violencia machista con afán de protagonismo

La portavoz de Alternatiba, Ana Etxarte, se ha sumado hoy a las críticas vertidas desde el movimiento feminista y el propio personal técnico de Lakua contra el anteproyecto de ley contra la violencia machista que “el departamento de Ares se empeña en tramitar a pesar del rechazo generalizado que ha suscitado dentro y fuera del Gobierno Vasco”. Etxarte ha tildado de “innecesaria” una nueva norma y ha abogado por un desarrollo reglamentario de la ley actual, tal y como han solicitado en sus alegaciones las organizaciones de mujeres y feministas: “Se trata de una ley que no responde más que al afán protagonista de Interior que, no conforme con su papel en la atención a las víctimas de la violencia machista, ahora pretende hacerlas políticamente rentables”.

Desde Alternatiba han tachado de “lamentable error” la intención de convertir la violencia contra las mujeres en un asunto de seguridad pública cuya solución pasa exclusivamente por la vía policial. Etxarte ha recordado que la violencia machista es la “expresión más brutal, pero no la única” de la desigualdad entre hombres y mujeres, “por lo que desvincularla de la discriminación y la explotación de las mujeres supone un grave retroceso, un agravio a todas aquellas personas que han luchado durante años para situar las políticas de igualdad en el centralidad que Interior pretende usurpar”.

Etxarte ha finalizado exigiendo a la Dirección de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género – dependiente de Interior- que retire su anteproyecto y, asimismo, ha pedido al Gobierno Vasco que dote de recursos las políticas destinadas a identificar las causas y los síntomas de la violencia machista, y al desarrollo e implementación de políticas de igualdad, “lo cual difícilmente puede fomentarse desde una actuación exclusivamente policial”.

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