Alternatiba saldrá mañana a la calle para rechazar una sentencia «política e injusta»

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha vuelto a denunciar hoy la sentencia, «claramente política y profundamente injusta», que ha determinado penas de cárcel para personas cuya única pretensión es la actividad política para la consecución de la paz en el llamado caso Bateragune. En respuesta a los líderes políticos que han justificado y acatado la sentencia, Matute ha subrayado que «los atropellos no dejan de ser atropellos por más que se vistan de sentencia judicial».

Alternatiba participará en la manifestación nacional que recorrerá mañana las calles de Bilbao y espera una respuesta social de amplia movilización ante una «sentencia que camina en sentido contrario a lo que la sociedad demanda».

Palestina 194

La apuesta del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmound Abbas, para la obtención del reconocimiento del Estado Palestino por parte de la Organización de Naciones Unidas ha suscitado un intenso debate, tanto en el seno de la sociedad palestina como en el movimiento de solidaridad internacional con este pueblo.

A pesar de que la iniciativa tiene pocos visos de prosperar, sus defensores alegan que el apoyo obtenido en la Asamblea General constituye una importante victoria simbólica y entre sus ventajas citan la necesidad de dar un paso adelante sin depender de la tutela de EEUU, el aumento del apoyo internacional a la causa palestina, la oportunidad de romper el impasse del conflicto, la posibilidad de reactivar el movimiento social palestino y el fundado temor por parte de Israel de las resoluciones de NNUU y el derecho internacional vuelvan a ser las principales referencias para la resolución del conflicto.

Frente a esta postura, son numerosas las voces críticas que se han alzado para apuntar los efectos negativos de la petición de reconocimiento: su carácter aislado, sin formar parte de una estrategia global; el temor a que sirva para legitimar el statu quo actual de enclaves territoriales fragmentados, asentamientos ilegales y poblaciones desplazadas; las dudas sobre su utilidad para volver a un esquema de negociación basado en las resoluciones internacionales; el abandono de la “solución de un único” estado y la consagración de la “solución de dos estados”; la inviabilidad del Estado palestino en las actuales circunstancias; el miedo a que la AP renuncie al derecho de retorno de las personas desplazadas a cambio de una entelequia sin efectos prácticos…

En gran medida, la cuestión central del debate radica en saber si la iniciativa permitirá un cambio en el esquema que ha guiado las “negociaciones de paz” desde los Acuerdos de Oslo, cuando las resoluciones de NNUU se sustituyeron por el principio de «territorios a cambio de paz», sin atender a la realidad de un proceso de colonización incesante.

El derecho internacional público es claro respecto al conflicto palestino-israelí: las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU obligan a Israel a retirarse a las fronteras acordadas en el armisticio de 1949 y a desmantelar los más de 140 asentamientos que albergan a medio millón de colonos en territorio palestino. Además, La IV Convención de Ginebra, relativa a la Protección de las Personas Civiles en tiempo de Guerra, aplicada de iure sobre estos territorios está reconocida por todas las partes firmantes así como por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero el Estado israelí se niega a cumplirla.

El fracaso de las sucesivas «iniciativas de paz» es fruto de haber ignorado los derechos nacionales y la unidad del pueblo palestino, con el objetivo de construir una paz bajo los criterios de la ocupación israelí. Así, hasta la fecha, Israel ha evitado la creación de un Estado Palestino mediante una política de cambios territoriales y demográficos impuestos sobre el terreno en base a su superioridad militar y el apoyo inquebrantable de EEUU. El objetivo último no es otro que arrinconar la legalidad internacional y obligar a los representantes palestinos a aceptar como hechos consumados los asentamientos, la expropiación de tierras, el muro y el desplazamiento de la población palestina.

Por lo tanto, resulta imprescindible que la reclamación de reconocimiento de soberanía no vincule su ejecución al “proceso de paz” y reivindique la vigencia de las resoluciones internacionales. En cualquier caso, el simple recurso a las Naciones Unidas no será suficiente si no se inserta en una estrategia de resistencia pacífica, tanto en los territorios ocupados como a nivel internacional, que es precisamente lo que le parece faltar a la AP.

Es seguro que una hipotética victoria simbólica en la escena internacional no va acabar con la política de apartheid y discriminación racial de Israel. Por otra parte, el reconocimiento del Estado Palestino tampoco puede convertirse en una coartada para que los gobiernos se libren de sus responsabilidades respecto al cumplimiento de la legalidad internacional. En este sentido, conviene recordar que el Estado Español, favorable a este reconocimiento, autorizó en 2009 la venta de armas a Israel por un valor de 2,8 millones de euros.

Frente a la hipocresía de la realpolitik y el desprecio por la legalidad internacional del Estado israelí, uno de los instrumentos más eficaces para apuntalar la lucha del pueblo palestino por sus derechos es la campaña internacional de boicot, desinversión y sanciones (BDS). Esta campaña, siguiendo el modelo de la dirigida contra el apartheid en Sudáfrica, está formada por un conjunto de acciones destinadas a suspender la cooperación económica, académica, cultural y deportiva con Israel por parte tanto de los estados como del sector privado y ya ha cosechado varios éxitos como el procesamiento de israelíes responsables de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad; el boicot de universidades a homólogas israelíes o empresas que han dejado de hacer negocios con fabricantes israelíes por la presión de sus clientes.

Una de las mayores campañas internacionales de boicot de la actualidad está dirigida contra la transnacional francesa Veolia, por su participación en el consorcio que construirá el tren ligero que une Jerusalén Oeste con asentamientos ilegales en Jerusalén Este y Cisjordania, lo que permitirá ampliar la ocupación. Además, Veolia ha obtenido una concesión de 30 años para la explotación de su primera línea y gestiona servicios de autobuses y de recogida de basuras para los colonos de los asentamientos de Cisjordania. Todas estas actividades son consideradas como contribuciones a crímenes de guerra de acuerdo a la IV Convención de Ginebra y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Ante las protestas ejercidas en el marco de esta campaña, la transnacional ha sido apartada de un concurso público por el Ayuntamiento de Londres.

Precisamente, Veolia es la compañía adjudicataria del servicio de transporte público en Bilbao, cuyo ayuntamiento, a pesar de tener conocimiento de estos hechos, hasta la fecha ha ignorado las peticiones para la rescisión del contrato y para la inclusión de cláusulas relativas al cumplimiento de los derechos humanos y legalidad internacional por parte de las compañías adjudicatarias en los pliegos de condiciones de las contrataciones públicas.

Por lo tanto, nuestra contribución a la lucha pacífica del pueblo palestino no es una quimera imposible en un nivel ajeno al control de la ciudadanía, sino que es factible en un ámbito tan cercano como es la institución municipal, a la que no se le debe permitir que premie con dinero público a transnacionales con un historial tan lamentable como el de Veolia.

Ana Etxarte – Portavoz de Alternatiba

Escenario positivo para Guatemala, ¿Para quién?

Mesa de Internacionalismo de Alternatiba

El Grupo PRISA no pierde oportunidad para mostrarnos su visión progresista sobre la coyuntura actual de América Latina. Por un lado, no ceja en atacar de manera sistemática a Cuba y al resto de gobiernos que defienden un cambio profundo para el continente -Venezuela, Ecuador, Bolivia-, siempre, por supuesto, con el loable motivo de la supuesta defensa de los derechos humanos; por el otro, establece una política de comprensión y de apoyo a los países alineados con el neoliberalismo que raya en lo indigno.

Así, y en el marco de las elecciones guatemaltecas del pasado domingo, 11 de septiembre, El PAIS nos lleva trasladando en diferentes artículos una imagen del candidato principal, el genocida militar Otto Pérez Molina, como el de un simple general retirado que, pobrecito él, busca atajar el gran problema de delincuencia y seguridad que azota al país. En ningún momento a lo largo de los artículos que han sido publicados alude al hecho de que este hombre está acusado de actos de tortura y asesinato durante el conflicto armado interno en Guatemala; no nos dice que él durante los ochenta estaba al mando de las operaciones militares en el llamado triángulo ixil (Quiché), donde se puso en marcha la estrategia de exterminio y masacre indígena; no nos dice que este hombre era llamado Capitán Fosforito, por estar especializado en arrasar comunidades rurales y ejecutar la política de tierra arrasada diseñada por la CIA en el occidente de Guatemala; nada dice del uso sistemático de la tortura durante el período que ocupó el cargo de Director Nacional de la división de inteligencia en 1992; no nos cuenta, en definitiva, que él es historia y parte activa de la violencia actual.

El periódico de más vendido en el Reino de España olvida todo esto, pareciera que sufre amnesia, pareciera que eso no es importante. ¿Pero no se trata de criticar toda conculcación de derechos humanos? ¿No se trata de desenmascarar a autoritarios, de defender la democracia y la libertad? Parece que no. Si bien no se pierde ocasión de atacar a gobiernos que sistemáticamente ganan elecciones celebradas en situación de normalidad –acusándolos de dictatoriales-, se mira para otro lado, se falta a la verdad en lo referente a los países neoliberales. Y esto es especialmente llamativo en un estado fallido como Guatemala, donde las estructuras represivas de los 80 son ahora un sector muy relevante de poder político y económico (robo de coches, tráfico de personas, tránsito de drogas, etc.), y en las que Pérez Molina participa activamente.

Será entonces que no son los derechos humanos los que importan, sino la defensa de un modelo económico que priorice a las transnacionales –como lo es ya PRISA, propietaria del periódico, con grandes intereses y negocios en el continente-. En su caso concreto, será que, por encima de todo, está la defensa de los países que mantienen el monopolio de la información en grandes grupos empresariales. El rigor informativo pasa a un segundo lugar cuando lo que está en juego son los beneficios de unas cuantas empresas españolas, así como los suyos propios.

Una vez más El PAÍS se ha retratado. Un periódico que presume de ser un medio de información veraz, serio, con fuentes fidedignas, no sólo está teniendo memoria selectiva, sino que también se está posicionando a favor de un genocida, recogiendo testimonios en los que se afirma que “el nuevo escenario es positivo para Guatemala, en la medida en que obligará a los contendientes a buscar consensos”. Pero lo que no nos dice es que esos consensos serán los que beneficiarán a unos pocos y excluirán a la mayoría, y en palabras de Andrés Cabanas, dará lugar “a un nuevo consenso de carácter neoautoritario, concebido como pacto de élites, renovadamente violento y desconocedor del espíritu mínimamente articulador de los Acuerdos de Paz”1.

Y sobre todo este gran periódico no nos dice que con el triunfo de Otto Pérez Molina, Guatemala volverá a tener entre sus representantes institucionales, tal y como sucedió con Ríos Montt, a un hombre que debería ser juzgado por crímenes de guerra.

1 “Elecciones 2011: continuidad y fin de ciclo” , Andrés Cabanas. Memorial de Guatemala.

Alternatiba llama a condenar la violencia del desalojo militar de Kukutza

Desde Alternatiba se ha tachado de “muy grave” lo que está sucediendo desde primera hora de esta mañana en el barrio bilbaino de Errekalde, con el intento de la Ertzaintza de desalojar Kukutza “por la fuerza y con violencia”. Tal y como ha señalado el exjuntero por Bizkaia Jonathan Martinez, “se ha tomado militarmente, incluso con tanques que hacía tiempo que no veiamos por Bilbao” un gaztetxe, un proyecto social, que cuenta con el apoyo de la mayoría de los vecinos y vecinas del barrio y de la ciudad.

Tal y como han notificado desde Kukutza, en el ataque al gaztetxe se han producido docenas de heridos y detenidos por lo que ha invitado todós “aquellos que se autoproclaman demócratas y pretenden dar lecciones a los demás a condenar también la esta violencia policial”.

Desde esta mañana, al igual que otros representantes de agentes sociales y políticos, una representación de Alternatiba encabezada por sus portavoces nacionales Oskar Matute y Ana Etxarte se han acercado hasta las inmediaciones del Gaztetxe.

Entrevista a Oskar Matute en la Plataforma audiovisual ciudadana Vúdeo

Aquí tenéis la hora completa de conversación de ayer, lunes 19 de septiembre, con Oskar Matute, portavoz de Alternatiba, a través del Video Chat de Vúde, Plataforma audiovisual ciudadana. Hablamos de la realidad y actualidad en Euskadi, la actualidad en torno a la sentencia del caso Bateragune pero también de la situación económica actual a nivel global y sus soluciones políticas. Oskar respondió a las preguntas enviadas en tiempo real por los usuarios conectados al video-chat.

Alternatiba refrenda su participación en la coalición a cuatro

Alternatibako Kontseilu Nazionalak azaroaren 20ko hauteskundeetara ezker abertzalearekin, Eusko Alkartasunarekin eta Aralarrekin batera aurkeztea berretsi zuen atzo Donostian eginiko bileran. Alternatibako bozeramaile Oskar Matutek esan duenez, apustu honek “beste urrats bat da ezkerreko indar anitza eta subiranista eraikitzeko bidean, euskal gizarteak abiatutako aldaketa sozial eta politikoa Madrilen ahots ozenez eramango duena”.

No a la privatización: La lucha continúa

El proceso de fusión de las tres cajas de la CAPV ha generado un intenso debate en el seno de Alternatiba. Así, por un lado, en la discusión no se ha podido obviar el contexto de ofensiva capitalista ultraliberal en el que nos hayamos inmersos, que se plasma, en el oscuro y antidemocrático entramado de las cajas y del sistema financiero del Reino de España, en una muy desigual correlación de fuerzas entre los adalides del sistema y los que queremos avanzar hacia una Euskal Herria emancipada. Por otro lado, también hemos tenido en consideración que éste era un proceso opaco, en marcha, muy avanzado – garantizada a todos los efectos ya la fusión de Vital y BBK – e irreal en la representatividad en territorio guipuzcoano.

Ante este contexto, ante esta correlación de fuerzas, Alternatiba ha entendido que BILDU tenía que jugar bien sus cartas para poner diques de contención a los procesos en ciernes de destrucción de la Obra Social y de privatización inmediata del sistema financiero público vasco. En este sentido, Alternatiba ha apoyado el acuerdo, ya que se han introducido medidas que dificultan la entrada de capital privado, así como la venta de la propiedad pública. Estos diques de contención no han existido en ningún otro proceso similar dentro de esta ola de bancarización de las Cajas de Ahorro.

No obstante, la lucha continúa. El acuerdo, como ya hemos dicho, define trincheras que dificultan la privatización, pero aún queda un largo camino por delante. Confiamos en que en los escenarios futuros la presencia de la izquierda soberanista y alternativa altere radicalmente la correlación de fuerzas, cerrando así de manera taxativa la vía de la privatización, y redefiniendo las finanzas públicas hacia un modelo democrático, transparente, con una delimitada función social centrada en criterios ecológicos y contra el cambio climático, en la creación de empleo de calidad, en la defensa de la economía del cuidado, de la soberanía alimentaria, etc.

Sostenemos así que la necesaria decisión de las asambleas de las tres cajas para la entrada de capital privado -a expensas de lo establecido por el Banco de España u otro órgano competente-, o el compromiso de no transmitir los activos a terceros salvo en causas muy específicas, establece un campo de juego diferente, en el que habrá que moverse con toda la determinación del mundo para avanzar en nuestros postulados, en la defensa de una banca pública y social, y en defensa de un Marco Vasco de Relaciones Laborales. La lucha continúa.

 

Ana Etxarte y Oskar Matute

Portavoces nacionales de Alternatiba

Alternatiba lamenta la “enésima piedra en el camino” hacia la paz

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha lamentado hoy la “enésima piedra” que la Audiencia Nacional ha puesto hoy en el camino hacia la paz y a la normalización política de Euskal Herria al condenar a Arnaldo Otegi, Rafa Diez y el resto de imputados en el caso Bateragune. Igualmente, ha calificado de “sinsentido” atribuir pertenencia a banda armada a un grupo de personas que pretendían construir una apuesta política para la superación de un conflicto.

Alternatiba denuncia una sentencia “injusta y cruel”, que deja en “evidencia la nula justicia de lo que nos quieren vender como un estado de derecho”, una condena que “cercena la libertad de participación política, censura la libre expresión de ideas y vulnera el derecho de reunión”. Matute ha recordado que, a lo largo del proceso, el propio Otegi ha reiterado y clarificado la “apuesta por las vías exclusivamente políticas” de la izquierda abertzale, determinación ante la cual la Audiencia Nacional, con un juicio de carácter político, “ha optado por dilapidar las esperanzas de miles y miles de hombres y mujeres que ansían la resolución del conflicto que desde Madrid se empeñan en perpetuar”.

El portavoz de Alternatiba ha subrayado que otra de las instancias del sistema judicial español, el fiscal general del estado, “anticipándose quizá a la llegada a la Moncloa de un inquilino aún más totalitario”, también ha salido a la palestra para pedir al Tribunal Constitucional que no permita la legalización de Sortu de cara al 20N, lo cual demuestra una vez más “hasta que punto Madrid vive de espaldas al nuevo tiempo político y social emprendido por la inmensa mayoría de la ciudadanía vasca, que demanda la paz, la restitución plena de todos los derechos para todas las personas y el respeto a la libre decisión democrática expresada por el pueblo vasco”.

Matute se ha reafirmado en el buen camino emprendido a lo largo de este año, “capaz de romper una dinámica de vulneración sistemática de derechos” y ha llamado, en nombre de Alternatiba, a participar en todos los actos y expresiones de solidaridad con los condenados que puedan convocarse en los próximos días.

Pesadilla en Los Huetos street

Josu Estarrona > Alternatiba Araba

Nada nuevo bajo el sol. A lo largo de la historia de la humanidad solo dos vías han encontrado los poderosos para acallar a un pueblo en momentos de convulsión social, a saber; cediendo en parte a las demandas de los oprimidos, las menos, y en la mayoría de los casos imponiendo un clima de terror que frene y retenga las ansias de cambio. De este último método nos sobran ejemplos; emperadores, reyes, autócratas, pseudo-democracias de diferentes colores e ideologías, todos han utilizado en algún momento el terror como argumento para defender el status quo imperante. Cierto es que, en el imaginario colectivo, al referirnos a la imposición de la paz por medio del terror, rápidamente nos vienen a la cabeza imágenes de violencia extrema ejercidas por el gobierno contra su propio pueblo. Matanzas en el nombre de la paz, la Francia pos-revolucionaria, Casas Viejas, Tian´anmen… o más recientemente Libia y Siria. Sin embargo, el terror no tiene por que ir unido irremediablemente a la violencia. Existen medios más sibilinos de ejercerlo y, como se está demostrando en estos años de crisis, mucho más eficaces.

Como si de grandes directores de cine del género se tratase, los capitalistas y sus siervos gobernantes, están sabiendo explotar un miedo generalizado en la sociedad, el paro y el desempleo, para infundirnos terror ante un horizonte que se avista negro si no satisfacemos las necesidades de «los mercados», esos entes sin rostro pero poseedores de grandes cuentas corrientes en algún paraíso fiscal, sino poseedores de algún club de fútbol, baloncesto o petanca, que de todo hay. Y prestos acuden a socorrernos con sus consejos y antídotos. «Ante todo; no se muevan, no levanten la voz, trabajen y no enfaden a quien tiene el dinero. Apriétense el cinturón y cedan sus derechos, que no están los tiempos para lujos superfluos como lo son los derechos sociales». Y claro está, si a alguien se le ocurre levantar la voz en sentido contrario al marcando rápidamente lo acallamos con una dosis de realidad, de «su» realidad.

De todo lo dicho anteriormente sabemos mucho los que residimos por estos lares. Por si no fuese suficiente la cantidad de sufrimiento que está provocando a nuestro alrededor el cierre de decenas de empresas a los que hemos asistido en estos tres años de crisis por las apreturas económicas, ahora desayunamos con una nueva multinacional dispuesta a deslocalizar su producción sin pestañear siquiera ante las 150 familias a las que abandona a su suerte. Daewoo es además uno de los casos más sangrantes que nos podemos encontrar ya que esta «modélica» empresa ha percibido todas las ayudas posibles, al tiempo que fomentaba como ninguna otra la precariedad laboral. Su historia en Araba es la de un conflicto constante con sus trabajadores, merecedores de nuestro apoyo y solidaridad. Y ahora, decide marcharse sin mirar atrás, sin asumir ninguna responsabilidad para con los alaveses en general y sus trabajadores en particular. Pero como esto no es bastante, recientemente almorzamos viendo a casi un centenar de trabajadores de Esmaltaciones San Ignacio, de pie ante las puertas cerradas de la empresa. Bonita forma de acabar las vacaciones. Sin un aviso, sin ningún tipo de negociación, solo una puerta cerrada. Por que en esta provincia parece que las únicas puertas que se abren son las de la nueva cárcel de Zaballa, lástima que en esas habitaciones el rico nunca entra y el pobre nunca sale.

Y claro, ante este clima, ante la posibilidad de que las personas que vivimos y trabajamos aquí podamos revolvernos, ante esa hipótesis, se nos adelantan infundiendo el terror. Así, nos cenamos día sí y día también con el peligro que significaría para esta provincia la posibilidad de que Mercedes decidiese deslocalizar. Los medios de comunicación le dedican sus portadas y hasta incluso un especial de varias páginas, recordándonos que la negociación del convenio está enquistada. Aseveran sin cortarse, que el «advenimiento» del nuevo modelo a la planta de Los Huetos depende de que los trabajadores estén dispuestos a seguir recortando sus derechos y salario, y confían en la «responsabilidad» de la plantilla, obviando la responsabilidad de la dirección. Nos hablan de los salarios y condiciones laborales de sus trabajadores, como si de auténticos privilegiados se tratase, olvidándose sin descuido de mencionar los muchos y variados esfuerzos realizados por estos. Nos informan pormenorizadamente de las necesidades que dice tener la multinacional, pero obvian con indisimulado interés, las prebendas y ayudas concedidas a lo largo de su permanencia en el territorio. Los constantes viajes de los diferentes lehendakaris pasados por Ajuria Enea a Alemania para «negociar» diferentes paquetes de ayudas. Y es tan larga la lista de beneficios que para los alaveses tiene que una multinacional como la Mercedes este sita en nuestro territorio, que me pregunto porque aún seguimos honrando a San Prudencio el 28 de Abril, y sino sería más apropiado honrar a Nuestra Señora de las Mercedes cada 24 de Septiembre, siempre y cuando tengan la bondad cristiana de no largarse con los beneficios de lo que han sembrado aquí.

Ideología por imperativo constitucional (Alternatiba)

Exabier Arrieta > Militante de Alternatiba

En vacaciones y con alevosía. El presidente de España, Rodríguez Zapatero, nos ha sorprendido en el fin de la época estival con una propuesta de reforma de la Constitución, nada menos que para establecer un techo máximo de gasto en los Presupuestos del Estado, cargándose así lo poco que queda del Estado de Bienestar. El penúltimo ataque contra la clase trabajadora arrancó el pasado día 29 en el Congreso y fue refrendado ayer en el Senado.

Esta última intentona no es una más; graves han sido las reformas laborales, del sistema de pensiones, la reciente rebaja del IVA para favorecer que bancos y promotoras se liberen de su stock de viviendas a costa de los contribuyentes; pero esto supone un salto monumental en la agresión a la clase trabajadora, una reforma en la Constitución planteada en tiempo record, sin margen para el debate, sin referéndum en lo que de facto tiene como consecuencia que en la Constitución Española se plasme una ideología concreta para cualquier futuro Gobierno, esto es, se marca el neoliberalismo como única opción ante un eventual planteamiento keynesiano que sería inconstitucional.

Si se aprueba la reforma se actuaría contra el gasto público y no a favor de aumentar el ingreso de las arcas del Estado. Los verdaderos poderes, los sacrosantos mercados, Banca y demás especuladores han conseguido convertir su deuda privada en deuda pública, las rentas del trabajo se ven cada vez más castigadas en comparación con las rentas del capital, no se actúa con seriedad contra los paraísos fiscales y las transacciones financieras internacionales, no se apuesta por una Banca verdaderamente pública que potencie las pymes y los sectores estratégicos de nuestra sociedad, por cierto, sectores cada vez más privatizados. No, lo que se nos dice es que el Estado está endeudado y necesita austeridad, no ingresando más de los que más tienen sino recortando derechos básicos.

El objetivo último no es otro que avanzar hacia el modelo estadounidense, con matices, claro. Si usted quiere una sanidad de calidad contrátese un seguro privado. Si quiere tener una jubilación digna hágase un plan de pensiones privado, por cierto, en el Banco, que necesitan liquidez.

La clase trabajadora tenemos que decir al PPSOE que ya basta. Es más necesaria que nunca la movilización en la calle, en los centros de trabajo (el que tenga claro está) y en las urnas. Y en nuestro ámbito más cercano hay que denunciar el comportamiento del PNV, un colaborador necesario de todo lo anterior y que pide acompañar esta reforma con un apunte sobre “el derecho de decidir”. La lucha sobre la autodeterminación territorial de los pueblos no puede ir separada del resto de los derechos que nos corresponden y ese sí es el modelo por el que luchar.

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