Que la paguen ellos

Amaia Agirresarobe
Oskar Matute
Jonathan Martínez

Alternatiba

No todo el mundo es capaz de capear una crisis económica con igual fortuna. Por poner un ejemplo, el BBVA ha terminado 2009 con 4.210 millones de euros de beneficios y ha jubilado a Goirigolzarri por tres millones al año. Por poner otro ejemplo, Hego Euskal Herria ha terminado 2009 con 168.854 personas en paro, un 66% más que en junio de 2008. Las cifras son escandalosas.

A pesar de todo, quieren hacernos creer que ellos, los administradores del modelo económico que nos ha llevado a la ruina, son los mismos que nos van a rescatar de esta crisis gracias a las falsas recetas mágicas del capital privado. Hablamos de nuestros gestores políticos, PSE y PP, aferrados a su gobierno del cambio vasco, y UPN, que galopa a su antojo en Nafarroa con la condescendencia de PSN. Hablamos de PNV y Hamaikabat, hermanados con Patxi López en un pacto presupuestario colectivo. Hablamos del PSOE en el Gobierno español, cuyas cuentas han sido generosamente avaladas por el PNV.

Esta situación de pacto general permitirá a cada cual conservar su parcela de poder sin que se muevan ni un milímetro los mismos esquemas económicos fracasados de otros tiempos. Los insultos mutuos y las respuestas despechadas en la prensa forman parte de una burda escenificación. Las enemistades quedan aplazadas a la hora de repartir el tesoro. Entonces apelan a la unidad frente a la crisis, como si la crisis fuera una desgracia inevitable que hemos de padecer a escote, un trance pasajero, fruto del azar, ante el que no se puede hacer otra cosa que tragar saliva. Como si la crisis no fuera la consecuencia lógica de un modelo económico en quiebra que aún se empeñan en alimentar.

Y hablamos, cómo no, de la banca y de la patronal, grupos de interés a los que no hemos elegido en las urnas, pero que ejercen un poder omnipresente sobre nuestra vida diaria. El sanedrín de sabios que aconsejará a Patxi López es el ejemplo más triste de un político sin ideas que entrega su gobierno a los juegos financieros de las multinacionales. La patronal estará encantada de hacer realidad sus sueños, que son nuestras pesadillas: recortes públicos, reducción de salarios y precariedad obligatoria. Es la privatización de la democracia.

Los distintos planes de lucha contra la crisis que nos ofrecen estos gobiernos están hechos al servicio de empresas amigas. Malgastan nuestros fondos públicos en obras absurdas que no nacen de la necesidad social, sino de las exigencias privadas. La ecología es el enemigo. Es así como Petronor elige una planta de coke en Muskiz, como Iberdrola y Endesa eligen no cerrar la central nuclear de Garoña, como las constructoras eligen el TAV, el Superpuerto de Pasaia o el Guggenheim de Urdaibai. Ellos eligen y todo el mundo paga.

Mientras tanto, se multiplican los EREs, se extiende la pobreza, y la precariedad se convierte en una insoportable plaga. Las mujeres continúan recibiendo salarios menores que los hombres, sufren más la temporalidad y son mayoría entre las personas que no reciben ninguna prestación social. La juventud trabaja en las peores condiciones. Las ETTs reparten esclavitud. La especulación es ley de vida y la corrupción un arte noble. La vivienda no es un derecho, sino un pivilegio que se paga en cómodos plazos de usura.

Pero al contrario de lo que nos cuentan, no hemos perdido la capacidad de producir riqueza, sino el hábito de repartirla. Que no intenten engañarnos, que no recurran a la crisis para justificar sus destrozos. Su crisis, que la paguen ellos, sus responsables, los administradores de injusticia y miseria, los gestores de un orden social y económico trasnochado y decadente que hace aguas por todas partes.

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Necesitamos cambios en la Kutxa> Jon Lasa Laboa (Alternatiba Donostia)

Jon Lasa Laboa
Concejal del grupo municipal Alternatiba-Aralar

Por fortuna para todos, corren tiempos de cambio en Kutxa. En unos meses, se realizará un proceso de renovación de la Asamblea General y la actual mayoría perderá su hegemonía. Por eso, ha llegado el momento de reclamar una dirección de la Caja guipuzcoana sensible a los intereses públicos, ajena a maniobras especuladoras y dispuesta a responder a las personas con soluciones. Y esto quiere decir una nueva Kutxa que no dé la espalda a operaciones urbanísticas necesarias para la regeneración de todo un barrio y para el bienestar de 174 familias, como es el caso del proyecto que el Ayuntamiento de Donostia pretende desarrollar en San Bartolomé.

La polémica sobre esta operación, paralizada por la falta de voluntad de las entidades financieras de aportar créditos, ha vuelto a poner de relieve el papel de las diferentes instituciones en la solución de los problemas de la ciudadanía. En este contexto, Kutxa señala que no está dispuesta a aportar recursos suficientes como para poder empezar la obra, a pesar de que se trata de una inversión que no supone un gran riesgo económico. Resulta curioso que Kutxa, que durante los años de explosión inmobiliaria ha jugado un papel que ha supuesto inflar más los precios de la vivienda en Donostia y otros lugares (como en el Sur), mire hacia otro lado ahora que necesitamos cierta valentía, así como la puesta en valor de su vertiente social.

¿Cómo puede un guipuzcoano medio entender que Kutxa financiara suelo para viviendas a precios astronómicos en Aldunaene o Riberas de Loiola a empresas que luego se han declarado en bancarrota y se niegue ahora a colaborar en un desarrollo urbano que ayuda a todo un barrio como San Bartolomé?

Nosotros apostamos por la gestión de una Kutxa con criterios diferentes a los que utilizan las entidades bancarias privadas. En los últimos meses, en los que se está hablando tanto acerca de la reestructuración de las cajas, creemos necesario –al contrario de lo que platean otros- que las cajas sigan politizadas. Lo que necesitamos es control y compromiso público porque, para hacer lo mismo que el BBVA o el Banco Santander, con la única diferencia de colocar a miembros del un partido en el Consejo de Administración, mejor vendemos el chiringuito.

Digámoslo claramente, el portavoz del PNV en el Ayuntamiento de Donostia, Xabier Ezeizabarrena, es el vicepresidente del Kutxa y esto hace que sus responsabilidades en el cargo también sean públicas y políticas. No vale hacer el juego de Doctor Jekyll y Mister Hyde, pedir vivienda en alquiler como portavoz del PNV y no ofrecer suelo para el alquiler como vicepresidente de la Kutxa.

Por eso, a las puertas del proceso de renovación de la Asamblea General de Kutxa que hará perder su hegemonía a la derecha, nosotros pedimos una dirección sensible a los intereses públicos. Corren tiempos de cambio, más que de personas, de políticas. Y para ello, nosotros estamos dispuestos. Estamos trabajando en ello, en la construcción de una alternativa de izquierda, sensible a los intereses públicos, comprometida con la labor social. Una Kutxa por y para los ciudadanos. Estamos en ello.

Un sistema penal insostenible> Johnny Salgado (Alternatiba Gasteiz)

Johnny Salgado

Alternatiba Araba

Hace ya unos meses que se iniciaron los movimientos de tierra en el antiguo polvorín de Zaballa. Movimientos previos imprescindibles para la construcción del nuevo presidio que el Gobierno del Reino de España ha decidido levantar en territorio alaves, muy cerca del ya existente en Nanclares de la Oca.

Desde el mismo momento en que se hizo pública dicha intención, desde Alternatiba hemos mantenido una posición crítica y contraria contra su construcción, y por ello, en las últimas fechas nos hemos adherido al “MANIFIESTO CONSTITUYENTE DE LA PLATAFORMA ALAVESA PARA LA INMEDIATA PARALIZACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS DE TIERRAS PREVIOS A LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA MACROCARCEL EN NANCLARES DE LA OCA” e instamos a la ciudadanía a participar de la manifestación que tendrá lugar este sábado en la capital alavesa. Compartimos el analisis que en dicho manifiesto se hace sobre la situación del sistema penal, y de la política de construcción de macro-cárceles en la que parece haberse instalado el Gobierno estatal. Más y mayores prisiones no son garantes de una mayor seguridad ciudadana.

Ha llegado el momento en que la sociedad moderna supere la idea de que las prisiones son el destino inevitable al que están abocadas todas las personas que incumplen las normas penales. No es razonable. No es útil. No es realista.

Ineficacia de la rehabilitación; Actualmente, más del 90% de la población reclusa del Reino de España, lo és, por delitos menores (hurtos y robos en la gran mayoria) y atentar contra la salud pública (delitos derivados del tráfico y consumo de drogas). Normalmente no tienen dinero, ni empleo, ni educación, ni vivienda, y en muchos casos presentan adicción a las drogas. Estos problemas no son solucionados con la entrada en la carcel, y por tanto al salir de ella, muy probablemente se verán abocados a reincidir en su estatus delictivo.

Ineficacia preventiva; Esto es, la ineficacia para disuadir a “otros” de cometer delitos por medio de la intimidación.

Esto es fácil de observar, a mayor dureza de las penas, (mayor duración de las mismas) mayor masificación de las carceles, sin embargo, basta un pequeño vistazo a las estadísticas para darse cuenta de que salvo en casos marginales, no han producido una reducción de los delitos.

Ineficacia incapacitadora; que justifica el encarcelamiento simplemente para prevenir que las personas enviadas a la carcel puedan volver a delinquir.

El desarrollo penal en los USA desde los años 70 puede verse como un macro-experimento de incapacitación colectiva. Cada año nuevas generaciones de jóvenes cometen actos delictivos, y nada se soluciona manteniendo a las viejas generaciones en prisión. Todo lo que se logra es un aumento de la población reclusa hasta alcanzar pasmosas poblaciones penitenciarias, que han llegado a ahogar la economía del Estado. Baste el ejemplo del rancho del Gobernator SCHWARZENEGGER, quien recientemente ha manifestado su intención de trasladar buena parte de sus presos a penales mexicanos bajo arrendamiento de los mismos….

No ayuda a las víctimas; Esta afirmación contradice una arraigada opinión pública. Pero es cierto, y es importante decirlo en estos días y tiempos de grán énfasis a las víctimas.

Hay muchas maneras de aliviar y mejorar el bienestar de las víctimas. De hecho, debieramos centrarnos en aumentar las ayudas a las víctimas de delitos “serios” en vez de incrementar el castigo a los infractores. La creación de nuevas cárceles no alivia el dolor de las víctimas, y sin embargo si promociona en el subconsciente colectivo, una psicología personal de venganza, que se transmite a los hijos y al entorno.

La masificación carcelaria puede ser resuelta por otras vías; Como he dicho anteriormente, las cárceles no sirven para la rehabilitación, ni tienen una eficacia preventiva, y por desgracia ni siquiera siguen un canon de justicia equitativo. La mayor parte de los reclusos cumplen condenas de larga duración por delitos menores reiterados. Bastaría por tanto con estudiar y modificar los ratios de condena. Simplemente si realizasemos una escala condenatoria a la inversa, donde la condena mayor impuesta fuese la realizada a los grandes delitos (asesinatos, estafas multimillonarias, malversacion… etc) y desde esa fuesemos reduciendo los tempos condenatorios, nuestra población reclusa tomaría una senda de decrecimiento irreversible.

No podemos permitir es que las macro-cárceles nos fagociten, y atrapen. 6000 reclusos más cada cuatro años, (dato este dado por el propio Gobierno) es una cifra más que considerable, como para que alguien pueda plantear la insostenibilidad de este Sistema desde su planteamiento.

Competitividad> Xabier Soto (Alternatiba)

Los días 7, 8 y 9 de febrero, dentro de los actos relacionados con la presidencia española de la Unión Europea, tendrá lugar en Donostia el Consejo Europeo de Competitividad, que reunirá -entre otros gallifantes- a los ministros y las ministras de Industria, Ciencia y Tecnología de los 27 estados comunitarios.

Las palabras bonitas suelen esconder malas intenciones. Haciendo uso de palabras de cuya bondad nadie duda, nos desnudan virtualmente en los aeropuertos en nombre de la “seguridad”, arrasan nuestros paisajes en nombre del “progreso”, ilegalizan partidos en nombre de la “democracia” e invaden países en nombre de la “libertad”. Algo similar ocurre con el concepto “competitividad”, que aplicado a una persona, a una empresa o a un país, es considerado como positivo por la mayoría de la sociedad.

Pero ¿qué significa realmente la palabra competitividad? Si buscamos ejemplos concretos, lo cierto es que hoy en día una persona es considerada más competitiva si acepta realizar un determinado trabajo a cambio de un menor salario; una empresa es considerada más competitiva si utiliza materias primas extraídas de países en vías de desarrollo; y un país es considerado más competitivo si en su territorio se producen más máquinas destructoras del medio ambiente, también conocidas como coches… y es que por mucho que éstos sean eléctricos o les pongamos el adjetivo de “ecológicos”, siguen suponiendo un consumo de energía insostenible.

Por tanto, antes de valorar las bondades de la competitividad, es necesario plantear a los participantes en el Consejo la siguiente pregunta: ¿Cómo y para qué fomentar la competitividad? ¿Transformando los sistemas universitarios para ponerlos al servicio de las empresas, haciendo desaparecer toda carrera o materia que no demuestre ser beneficiosa para sus intereses? ¿Permitiendo a empresas de la Unión Europea trasladarse con total libertad a otros países comunitarios para contratar mano de obra más barata, obligando a la clase trabajadora a elegir entre aceptar peores condiciones laborales o emigrar? ¿Recaudando beneficios de multinacionales que operan en países del tercer mundo para impedir su desarrollo autónomo, al mismo tiempo que se acentúan y eternizan las diferencias norte-sur?

Si lo desean pueden tratar de dar respuesta a estas preguntas mientras compiten con sus homónimos europeos por ver quién se pone más las botas en la cena de gala del próximo domingo en el Palacio Miramar; pero ante todo, no se preocupen ustedes por su seguridad, puesto que como quedó de manifiesto en la pasada cumbre de Copenhague y como bien conocemos en este país, vuestra seguridad está completamente garantizada gracias a la competitividad entre las fuerzas de seguridad del estado.

Finalmente, solo cabe resaltar que en toda competición hay ganadores y perdedores, y si en esta ocasión permitimos que las reglas de la competición las marque una Unión Europea neoliberal como la actual, ya podemos adelantar quién saldrá perdiendo: las condiciones laborales de la clase trabajadora en los países desarrollados, la capacidad de supervivencia de las personas que nacen en países en vías de desarrollo y el medio ambiente del planeta en su conjunto.

Por eso desde Alternatiba, frente a una Unión Europea creada y mantenida en función de los intereses del capital, reivindicamos una Unión Europea que garantice los derechos de todas sus ciudadanas y ciudadanos, así como los de las naciones -con o sin estado- que la conforman, sin que ello resulte en ningún caso perjudicial para el resto de la población mundial; ya que si algo tenemos claro es que no hemos venido al mundo para competir con nadie.

Propuesta para la reconstrucción de la izquierda alternativa vasca> Oskar Matute (Alternatiba)

Oskar Matute

Alternatiba

Las mujeres y hombres que formamos Alternatiba estamos empeñados, desde nuestro nacimiento como proyecto el 13 de diciembre de 2008, en dos objetivos prioritarios, ambos complementarios e indisolubles para nuestro ideario político: por un lado, sentimos la vocación y el compromiso de participar en el proceso de rearticulación para la unidad de acción de la izquierda alternativa de Euskal Herria -política y social-, entendiendo por ésta a aquélla que pretende trascender el conjunto de los sistemas de dominación actual -patriarcado, capitalismo, productivismo, imperialismo, democracia liberal, homogeneización cultural-, y apostar por una sociedad donde tengan plena vigencia todos los derechos de todas las personas y pueblos; por otro lado, partimos de la convicción de que, para ello, la izquierda transformadora necesita –y la izquierda vasca en particular- repensarse, hacer autocrítica para construir un nuevo paradigma sobre unas bases diferentes, capaces de generar una agenda política multidimensional, que incluya de manera equitativa las diferentes dimensiones de lucha antes citadas, y que a su vez se sostenga sobre estructuras organizativas de nuevo cuño, coherentes con lo que se propone, y que permitan una alianza natural entre partidos y movimientos sociales.

Podríamos entonces decir que estos dos objetivos se unen en una gran meta para Alternatiba: la construcción de un nuevo paradigma que posibilite la unidad de la izquierda alternativa vasca. Esta es precisamente la seña de identidad de este proyecto en el que nos hemos embarcado, y al que dedicamos y dedicaremos el conjunto de nuestros esfuerzos. Sabemos que no es tarea fácil, y que ni mucho menos es una labor única de Alternatiba, pero sí creemos que solamente avanzando en este sentido podremos lograr una izquierda fuerte en nuestro país, algo urgente y necesario.

En este sentido, creemos que los nuevos sujetos, las nuevas organizaciones, los nuevos espacios que se están generando, podrán proponer, desde la izquierda política, las claves que vayan perfilando este nuevo paradigma, caracterizado fundamentalmente por una agenda radical y multidimensional –que integre a feministas, ecologistas, socialistas, internacionalistas, soberanistas, etc., y por la generación de estructuras organizativas coherentes, horizontales y participativas.

Esta nueva apuesta política por revolucionar la izquierda para favorecer la unidad de acción y su legitimación por parte de las mayorías sociales, difícilmente podrá basarse sobre el tipo de prácticas políticas a las que estamos tan acostumbrados y acostumbradas en muchas organizaciones: prácticas de incoherencia entre el decir y el hacer, o entre lo que se defiende de cara afuera y lo que realmente se desarrolla hacia adentro; prácticas burocráticas y verticales, donde no hay democracia ni participación real, activa y de calidad; prácticas que hacen de lo electoral un fin último, y no un medio de acumulación de fuerzas y espacios, perdiendo así la perspectiva transformadora; prácticas de vocación exclusivamente institucional, donde éstas se entienden como herramientas para elevar demandas sociales a las instituciones, perdiendo el carácter de izquierda de lucha; prácticas que excluyen a las mujeres de la participación plena, a través de medidas y enfoques patriarcales más o menos sutiles; prácticas que visualizan a los movimientos sociales no como aliados, sino como correas de transmisión y/o caladeros de votos, etc.

Este tipo de lógicas, este viejo paradigma, es el que ha generado una agenda política que ha pensado más de manera corporativa que en claves de transformación. Así, la realpolitik ha estado caracterizada por la atomización –buscando intereses propios y no generales-; por el cortoplacismo -pensando más en resultados electorales y no en propuestas alternativas de largo alcance-; por la sectorialización –incidiendo a lo máximo en una dimensión de lucha únicamente, relegando de esta manera las demás-; por la exclusión de sujetos fundamentales -al ser visualizadas ciertas luchas como secundarias-; y por la pérdida de enfoque global –sin integrar su acción dentro de las lógicas europeas y mundiales-.

Por lo tanto, entendemos que nuevos sujetos con nuevas propuestas, radicalmente diferentes a las anteriormente señaladas, son fundamentales para ir construyendo de manera colectiva este proceso de articulación sobre bases alternativas. No obstante, también estamos preocupados y preocupadas por la atomización de la izquierda política vasca actual, como no podría ser de otra manera; pero entendemos este momento desde un punto de vista más optimista al que se suele reflejar en los medios de comunicación. Así, creemos que estamos viviendo un momento de transición, un momento de cambio, en el que los viejos sujetos, los viejos partidos, han agotado sus capacidad de propuesta, su legitimidad social, y están surgiendo nuevos espacios, nuevas estructuras, que pretenden avanzar en la meta indicada inicialmente.

Alternatiba es uno de estos espacios, y los y las que formamos parte de esta aventura política pensamos que, cuando se refuercen estas nuevas identidades emancipatorias, cuando se vayan consolidando las nuevas bases de reflexión y acción, entraremos en una nueva etapa de re-articulación y unión de fuerzas, pero sobre parámetros diferentes, más sólidos. De esta manera, no vemos el momento actual como un paso atrás, sino como el comienzo de una etapa ilusionante, de cambio profundo y necesario.

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