La reforma fiscal que nunca llega
Alternatiba acusa de “electoralismo y cobardía política” al PNV por aplazar el debate sobre la reforma fiscal hasta después de los próximos comicios
DONOSTIA, 9 DE AGOSTO DE 2010 – Alternatiba ha reprochado hoy al PNV su “electoralismo y cobardía política” por posponer el debate sobre la reforma fiscal hasta después de los comicios, en lugar de solucionar ahora “los problemas de un modelo carente de estabilidad y coherencia basado en perdonar impuestos a los que más tienen”.
El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha respondido así a las declaraciones efectuadas ayer por el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, quien consideró «conveniente» aplazar las reformas fiscales hasta después de las elecciones municipales y forales de 2011.
A juicio de Matute, esto evidencia que los jeltzales quieren hurtar el debate público a la ciudadanía para “ evitar conflictos” antes de las elecciones. “Resulta curioso que, cuando se trata de reducir derechos laborales y sociales, el PNV nunca se plantea retrasar el debate, tal y como demuestra su apoyo a las medidas de Zapatero que recortan los derechos de los trabajadores”, ha agregado.
En este sentido, el dirigente de izquierdas ha hecho hincapié en el “fracaso del modelo fiscal del tripartito de facto que gobierna Euskadi (PSE-PP y PNV), que ha impuesto un modelo basado en perdonar impuestos a los que más tienen, reduciendo así la recaudación y, por tanto, la capacidad de la Administración para hacer frente a los desmanes del mercado y a las víctimas de la pobreza”. Matute ha recordado, además, que “socialistas, populares y jeltzales no han tenido ningún problema en los últimos años para articular un sinfín de modificaciones tendentes a una progresiva desficalización, lo que ha dado como resultado que el grueso de la recaudación dependa de las rentas del trabajo”.
Tras las últimas declaraciones de Urkullu, además, “queda patente que el PNV rechaza un cambio de modelo hacia una fiscalidad progresiva más justa y equitativa basada en el reparto de la riqueza”. Según Matute, existen dos alternativas ante el aumento del déficit en la Administración: recorte de gasto o aumento de ingreso. “El EBB se inclina claramente por la primera de ellas, con lo que aboca al país a la merma de los servicios públicos”, ha concluido.