Oskar Matute «Urkulluren ereduak porrot egin du, banketxe eta enpresa handien interesak lehenesten dituelako»

Se cumplen 500 días desde que Urkullu llegara al Gobierno y en este tiempo, una cosa nos ha quedado bien clara: el gobierno de Urkullu no tiene, ni parece que vaya a tener ninguna alternativa que evite que la ciudadanía de Euskal Herria siga volviendose cada día más pobre, padeciendo la avaricia de un sistema fracasado que solo mira por el máximo beneficio de los grandes capitales privados. Nos queda muy claro que su grupo de gobierno no es ni eficiente ni propositivo, cuando el pueblo  sigue  sufriendo la imposición de un modelo económico y social hecho a medida de los ricos.

Y es que el gobierno del PNV no ha presentado ninguna solución que haga frente a la cruda realidad: A día de hoy, Euskal Herria roza el 20% de paro. Un alto procentaje que lleva a miles y miles de personas a una situación de desamparo, y en muchos casos de pobreza. Pero a pesar de la cada vez más evidente escasez que sufren los ciudadanos y ciudadanas, Urkullu y su gobierno continuan haciendo un fiel seguimiento de las políticas dictadas desde Bruselas y Madrid ejecutando recortes y políticas de austeridad que condenan al pueblo a sufrir una mayor precariedad laboralmientras criminalizan y persiguen a quienes tienen la dignidad de rebelarse.

Urkullu jaunaren eredu honek porrot egin du, hein handi batean, banketxeen eta enpresa handien interesak beste guztiaren gainetik jartzen dituelako; enpresa handien interesak enpleguaren, prestazio sozialen, pentsioen eta zerbitzu publikoen gainetik jartzen dituelako. Bere urrezko lege bakarra, kapital pribatuaren mozkinen alde egiten duena da eta ez dauka gure eskubideen eta diuntasunaren gainetik pasatzeko inolako problemarik. Guztiz tamalgarria da pobrezia hazten den bitartean, politikariak susperraldiaz aritzea, hobera egingo bagenu bezala. Baina gezurretan ari direla badakigu.

Mienten cuando hablan de recuperación económica y creación de empleo. No hay más que revisar los datos de desempleo y los beneficios de los grandes bancos y empresas de la Marca España para entender que los únicos que se recuperan e incluso se enriquecen con esta crisis son los mismos que nos han llevado a la ruina.

Por eso, desde EHBildu seguimos luchando por una propuesta alternativa basada en el trabajo en equipo, acuerdos amplios, desde la sociedad y para la sociedad, para construir una Euskal Herria con un modelo socioeconómico nuevo. Ypor eso seguimos en pie, defendiendo a la gente de la calle de los de arriba, los que un día sí y otro también nos meten la mano en la billetera y nos condenan a la miseria, a la esclavitud y al paro. Sr. Urkullu, cada vez menos gente confía en su modelo. Y cada día va a tener más difícil seguir secuestrando nuestra dignidad y nuestros derechos. Nos tiene enfrente y somos mayoría.

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5.000 millones de euros del bolsillo de vascos y vascas al TAV, claro ejemplo de la insensata e irresponsable gestión política y social del Gobierno de Urkullu

Esta semana hemos conocido dos ejemplos significativos del oxidado sistema que nos gobierna en la actualidad. Por un lado, conocimos los penosos datos de desempleo. A pesar de que desde las principales administraciones de Hego Euskal Herria y desde el gobierno central pretenden vendernos lo contrario, la economía no se está recuperando; o por lo menos, la ciudadanía corriente no vemos indicios de ello. Tras ese primer batacazo, este misma semana los partidos responsables de hundirnos en esta crisis que actualmente sufrimos han dado un nuevo paso, y en un intento por limpiar su imagen han puesto en marcha varias operaciones de marketing. Ejemplo de ello tenemos la decisión tomada por el Gobierno de Madrid de sacar a subasta las obras del TAV en el nudo de Bergara.

El gobierno del PP ha decidido repartir otros 133 millones de euros entre las empresas constructoras con gran afición a recibir sobres, dejando en un segundo plano las  necesidades de miles y miles de personas en situación grave. A ojos de los y las ciudadanas, con esta decisión Madrid ha decidido tirar a la basura otros 133 millones de euros. No se puede definir de otra manera cuando malgastan los recursos públicos en un tren que no va a ninguna parte. No se puede entender de otra manera la inversión en una infraestructura que destruye nuestro medio ambiente y no arregla las carencias de transporte del pueblo vasco.

Si se cumplen las previsiones que hoy en día se hacen, los Gobiernos de Madrid y Lakua habrán destinado al TAV 5.000 millones de euros del bolsillo de los vascos y vascas. Es difícil de veras dar con otro ejemplo de una gestión política y social más insensata e irresponsable que esta.

El gobierno de Urkullu ha recibido la noticia con gran alegría. Y aunque también ha criticado a Madrid, no lo ha hecho por su insensata inversión. Al revés, ha pedido un desarrollo de la obras más rápida y ordenada. Igual que el PP en Madrid, aquí el PNV antepone los intereses de las constructoras, dejando de lado al pueblo y sus necesidades.

Así precisamente es como actuó Urkullu y su equipo de gobierno este año a la hora de preparar los presupuesto del gobierno. En 2014, ha destinado 336 millones de euros al TAV, sin reparar en las consecuencias que eso traería a la inversión social. Así, este año los recortes se están aplicando sobre los dos principales pilares del estado de bienestar, educación y sanidad. La partida de educación contará con 166 millones euros menos que el año anterior,  mientras que la partida de sanidad contará con 55 millones menos. Por otro laso, las políticas para el fomento del empleo recibirán 121 millones menos. Una vez más, el PNV demuestra tener la cantinela del ‘cemento’ metida hasta la médula.

Y mientras, quienes sufren las consecuencias de todo son los y las ciudadanas. Es más que evidente el declive del que antaño pudo ser un sistema de salud modélico: la falta de contrataciones para cubrir sustituciones, las cada vez más largas listas de espera… La calidad del servicio que se presta decae cada día, ante la impotencia de los y las trabajadoras del sistema de sanidad. Y con la educación es más de lo mismo. ¿Y sobre las políticas de creación de empleo qué? Como hemos dicho al comienzo, la tasa de paro sube y sube y deja en evidencia la falta de capacidad del Gobierno Vasco para ponerle remedio. El gobierno de Urkullu no destina los recursos públicos suficientes a poner remedio al serio drama que vive la sociedad, y es casi innegable que no solo no tiene dinero, sino que tampoco alberga ideas innovadoras. Si seguimos en ese mismo camino, pronto tendremos una tasa de desempleo del  20%, poniéndonos a la par de Grecia, España o Croacia.

Desde EHBildu,  instamos a Urkullu y al PNV a que salgan cuanto antes de esta absurda rueda llamada TAV, cuando cada día, hunde nuestra sociedad un poco más. Dirigir una cantidad de dinero tan grande a una infraestructura que no pone solución a las necesidades de transporte es una ofensa para un pueblo que se encuentra en una estado de gravedad económico y social. No es de recibo que en una sociedad cada vez más empobrecida, el dinero fruto del trabajo y el esfuerzo de toda la ciudadanía acabe en manos de constructoras y cementeras. Hoy más que nunca, es el momento da aumentar la inversión social para responder a las urgencias de un pueblo cada día más necesitado. Más que falta de capital, hablamos de establecer prioridades. Y el PNV, una vez más, ha antepuesto el cemento, dejando en segundo plano al pueblo y sus necesidades.

Sexto número de la revista digital de EHBildu: 1 de mayo, soberanía y transformación social

Sexto número de la revista digital de Euskal Herria Bildu ya disponible para leer online o descargar, la manera más directa de estar al tanto de lo que hacemos en la coalición de soberanistas de izquierda de Euskal Herria. En la portada, el 1 de mayo, soberanía y transformación social. Para suscribirte y recibir el boletín en tu correo electrónico.

 

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Diana Urrea ‘La cooperación pública debe estar desvinculada de los intereses empresariales’

Esta iniciativa viene con retraso, dado que la actual legislatura empezó hace casi un año y medio. Habrá pasado por lo menos media legislatura antes de que se pueda aprobar un nuevo plan con el consiguiente impacto negativo en la política de cooperación del GV.

Se trata, por otra parte, de un texto pretendidamente vago y ambiguo, que prioriza un discurso retórico pero muy poco concreto. El lenguaje técnico y, en ocasiones, opulento se hace dominante con la pretendida intención de evitar  un discurso político claramente posicionado, firme y que responda al actual contexto y a una actitud de compromiso y responsabilidad real.

Tampoco hace ninguna referencia al proceso de debate abierto y participado que debería darse, a nuestro entender, en torno al nuevo plan director.

Para EHBILDU estas y otras razones nos impulsan a votar en contra de la aprobación de estas Orientaciones Generales. Creemos que es obligación de este gobierno presentar y explicar con claridad, detalle y transparencia qué modelo de política de cooperación pretende impulsar.

Determinados aspectos del texto presentados, nos suscitan, de hecho, preocupación, por el tipo de política a la que parecen apuntar, la cual, no compartimos desde EHBildu. En concreto:

  • En el punto 3 se hace referencia a la necesidad de adecuación y articulación con el contexto mundial actual. Las tendencias que se mencionan como referentes no son otras que los hitos de la agenda oficial de la cooperación internacional.

Estos hitos mencionados son parte del marco de referencia que rige el actual modelo de desarrollo, que sigue equiparando bienestar con crecimiento económico, que relega la necesidad de promover cambios estructurales y que sigue centrándose en la eficacia de la ayuda y no en la eficiencia del desarrollo, perpetuando un proyecto modernizador excluyente e injusto.

Para EHBILDU, la crisis sistémica y multidimensional que vivimos, fruto del proyecto modernizador hegemónico vigente, mantiene a la mayor parte de la población mundial en una situación de opresión y exclusión. Además, el modelo capitalista, patriarcal y neocolonial produce grandes desigualdades entre pueblos, países y regiones, al interior de los mismos y entre hombres y mujeres.

Para hacer frente a esta exclusión generalizada, no se apuesta por propuestas alternativas ni emancipadoras, que cuestionen el proyecto modernizador. Tampoco se ponen en marcha políticas coherentes y globales por parte de la comunidad internacional que permitan abordar los retos mundiales. Al contrario, la vulnerabilidad y la exclusión no son una prioridad y se relegan como presuntos objetivos para la política de cooperación, que tiene un carácter secundario y marginal.

Si, tal y como se indica en este punto, el GV cree que la cooperación vasca se está redituando en el cambio de paradigma, deben explicar claramente cómo se quiere resituar el GV en su política. Por las razones aquí expuestas, EH BILDU se opone frontalmente al marco de referencia apuntado en estas Orientaciones Generales.

Para nosotras, tan importante como la decisión de establecer una política de cooperación es determinar qué orientación se le da; una política asistencialista o centrada exclusivamente en la atención a las necesidades básicas no va a conseguir cambios duraderos ni, más importante aún, va a permitir a las personas ser conscientes de sus derechos ni desarrollar sus capacidades. Al contrario, la política de cooperación, para obtener impactos positivos en cuanto a desarrollo humano, empoderamiento y contribución a avances en términos de igualdad y justicia, debe tener una orientación decididamente transformadora.

  • En este mismo sentido,  a lo largo del texto de Orientaciones se destacan y repiten determinados términos que precisamente, son los que se usan en ese modelo de cooperación alineado con la agenda oficial y donde prevalece el crecimiento económico. Estamos hablando de términos como; procedimientos, innovación, eficacia, colaboración público-privada, etc.

Exigimos al GV que concrete y aclare el contenido de todos estos términos, en una palabra, qué deje claro cual es la orientación de su política de cooperación.

  • Precisamente es ese término de ”colaboración público-privada” y la afirmación del punto 4 sobre que la cooperación vasca se va a convertir en un componente fundamental de la EstrategiaBasqueCountry, lo que nos preocupa sobremanera.

Esta Estrategia está sirviendo para internacionalizar y fomentar la presencia de empresas vascas en otros países, muchas veces con peores condiciones laborales, fomentando la explotación y la precariedad. Por lo tanto, está directamente ligada a intereses económicos.

Este elemento forma parte de una nueva fase de la agenda oficial al desarrollo mencionada anteriormente, caracterizada como paradigma del capitalismo inclusivo, que pretende extender los negocios empresariales a las comunidades más pobres, previendo su potencial como consumidoras y clientas, con el argumento de que su inserción en el mercado les sacará de la pobreza.

Esta tendencia, que sigue centrando su objetivo en el crecimiento económico, da un papel preponderante al sector privado y a los gobiernos estatales, en detrimento de la sociedad civil, las ONGD, movimientos sociales, etc.

Desde EHBILDU nos oponemos frontal y categóricamente a la inclusión de la política de cooperación en esta Estrategia. Entendemos que la cooperación pública de cooperación debe estar totalmente desvinculada de los intereses económicos de las empresas vascas que, ni directa ni indirectamente, deberán participar en las dinámicas de la cooperación internacional.

  • En cuanto al punto 5 del texto de Orientaciones Generales, solicitamos, una vez más, al GV que aclare a qué se refiere con “estrechar relaciones con la UE, Organismos Internacionales y Agencias de Cooperación Internacionales para desarrollar actividades conjuntas y posibilitar nuevas vías de financiación”.

Son estos precisamente los agentes de la cooperación que defienden ese modelo hegemónico de desarrollo que tiende ahora al paradigma del capitalismo inclusivo. Instituciones como Naciones Unidas, el Banco Mundial, la UE y las principales agencias de cooperación estatales han adoptado estos postulados que permiten, entre otras cosas, la legitimación de las empresas, con un discurso de solidaridad, convirtiendo la exclusión en oportunidades de negocio.

Recordamos, además que la Ley de Carta de Justicia y Solidaridad con los Pueblos Empobrecidos que se presenta como marco filosófico e ideológico de estas Orientaciones en su primer punto, menciona la reforma profunda o desaparición de las denominadas instituciones financieras internacionales

¿Qué pretende el GV con todo esto? Por una parte, el GV parece contradecirse al pretender, en algunos apartados del texto, valorar la importancia del tejido asociativo, para luego, en estos otros, dárselo a este otro tipo de agentes (sector privado, instituciones internacionales…) en detrimento de la sociedad civil.

Por otra parte, ponemos en cuestión la afirmación de “posibilitar nuevas vías de financiación”, ya que parece dar a entender que, de esta manera, el GV podría compensar u ocultar el incumplimiento de sus compromisos de financiación. Creemos muy necesario aclarar todos estos términos.

Exigimos, nuevamente, que el GV se posicione claramente sobre qué papel tendrán los diferentes agentes de cooperación en el nuevo plan y, por supuesto, que aclare lo relativo a las ONGD y los movimientos sociales, los cuales, prácticamente no tienen ninguna mención en el texto presentado.

  • En el mismo punto 5, se insiste sobre el fortalecimiento e impulso tanto del Consejo Vasco de Cooperación como de la Comisión Interinstitucional. Sin embargo, han sido dos espacios, que desde el inicio de este gobierno no han cumplido ni siquiera con la periodicidad de reuniones que recoge la normativa. En concreto, según el decreto 158/2008 del Consejo Vasco de Cooperación, éste debería reunirse por lo menos 4 veces al año. Durante 2013 se reunió una sola vez.

Según el Decreto 71/2009 de la Comisión Interinstitucional de Cooperación, ésta debería reunirse por lo menos una vez año. Se reunió una sola vez en 2013.

Por lo tanto estamos hablando de mínimos o directamente de incumplimientos, lo cual hace difícil creer en el compromiso del GV con estos dos espacios, los cuales, además en nuestra opinión no tienen por qué ser exclusivos o, en todo caso, deben abrirse más a actores no tradicionales de la cooperación como los movimientos sociales.

  • En este sentido, en lo relativo al punto 6, cuando se habla de potenciar otros espacios de diálogo y colaboración entre varias entidades, nos parece que, como anteriormente, se hace un uso intencionado de un lenguaje vago y poco concreto.

Debe concretarse y dejar claro de qué entidades y de qué tipo de espacios se está hablando, con qué estructura, objetivos, etc.

–       SOLIDARIA; el GV debe garantizar que realmente será una cooperación solidaria y desinteresada y que, por lo tanto, estará desligada de intereses económicos, como ya he mencionado anteriormente esto no queda claro en estas Orientaciones.

–       PARTICIPADA; se deberá explicar quienes son esos otros “sectores sociales”. Además, desde nuestro punto de vista, no debe de ninguna manera incluirse aquí la posibilidad de alianzas público-privadas.

  • Por todo lo mencionado hasta ahora, no creemos que, tal y como afirma el punto 9 de las Orientaciones, la propuesta en política de cooperación del GV tenga una identidad transformadora.

El proyecto modernizador hegemónico que parece estar defendiendo el GV, es un modelo capitalista, patriarcal y neocolonial que produce desigualdades entre pueblos, países y regiones, al interior de los mismos y entre hombres y mujeres. Es un modelo que no apuesta por propuestas alternativas ni emancipadoras.

Creemos que se debe adoptar la concepción del desarrollo humano sostenible más allá del mero enfoque, esto es, haciendo especial hincapié en sus características de multidimensionalidad, sostenibilidad y lucha contra la dominación estructural. Dicho de otra manera, la política de cooperación debe estar orientada a la erradicación de la exclusión y, concretamente, de las causas estructurales que la generan. Entendemos la exclusión o pobreza estructural como la ausencia de las capacidades, libertades y oportunidades necesarias para llevar una vida digna y su origen se encuentra en la crisis sistémica y en el modelo de desarrollo hegemónico, que es precisamente el que parecen estar defendiendo estas Orientaciones.

  • En cuanto al compromiso presupuestario que se refleja en el punto 10, poco queda a añadir a lo ya dicho por la Coordinadora en su nota de prensa. Se trata efectivamente de una actitud por parte del GV de doble juego y bastante cinismo, poniendo en riesgo la continuación de proyectos y procesos de desarrollo tanto en otros lugares como en EH.

Tras el paso atrás que Gobierno vasco dio en 2013 recortando fuertemente las políticas de cooperación, desde la Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi anuncian que, a pesar de lo anunciado inicialmente, “en 2014 tampoco se dan pasos hacia una recuperación de estas políticas”.

“Lo que es más grave, denunciamos el doble juego que esta institución está llevando a cabo en 2014 en lo relativo a las políticas de cooperación”. Por un lado esta institución ha anunciado repetidas veces un incremento de 3 millones de euros en lo presupuestado para cooperación en 2014 en relación al ejercicio anterior, algo que, como constatan en la Coordinadora, sí se ha producido. Sin embargo, “este mismo gobierno ha aprobado recientemente un recorte de 11 millones de euros correspondientes a compromisos presupuestarios de cooperación de años anteriores pendientes de desembolsar en 2014, por lo que el balance final de la reducción es dramático ya que podría situarse a esta institución en un porcentaje de 0,24% destinado a cooperación sobre su presupuesto total”, critican. “Estos recortes encubiertos nos vuelven a mostrar la falta de interés del actual Gobierno por estas políticas tan necesarias para mucha personas”.

Recuerdan que “otro año más esto supone el incumplimiento de la Ley Vasca de Cooperación de 2007” que establece que Gobierno vasco en 2012 debía destinar a cooperación el 0,7% del presupuesto total, “una cifra –la actual- muy alejada de la realidad, tristemente”, lamentan. Desde la Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi se ha trasladado al lehendakari Urkullu esa preocupación y han solicitado que esa reducción no se lleve a cabo si, como ha manifestado el Gobierno en ocasiones, su objetivo es que en los próximos años se pueda volver a destinar a cooperación cantidades similares a las de antes de la crisis.

Vivimos actualmente una crisis sistémica y multidimensional que no es nueva y tiene un largo recorrido histórico. Tanto esta crisis sistémica como los desafíos globales cuestionan el proyecto modernizador hegemónico y su capacidad para ofrecer soluciones.

Frente a la situación de vulnerabilidad, exclusión y opresión que viven pueblos y personas, existen voces y propuestas alternativas, que propugnan la necesidad de cuestionar el proyecto modernizador.

El conjunto de la comunidad internacional no se cuestiona este modelo dominante y, por lo tanto, la cooperación internacional no se ha definido como una herramienta real de cambio para la superación de las causas estructurales de la situación mundial.

Las Orientaciones Generales que hoy presenta el GV para su debate, dentro de una intencionada falta de concreción, no dejan lugar a dudas sobre la orientación que le quieren dar a su política de cooperación. Abundan los términos que, desde las diferentes propuestas que se están enfrentando en el mundo de la cooperación internacional, indican que se está apostando por un tipo de cooperación  vinculada a retomar el crecimiento económico como prioridad, a dar un papel creciente a las empresas en la cooperación, en la misma proporción que se reduce el papel de las ONGD y movimientos sociales, en nuevas fórmulas basadas en las alianzas público-privadas con objetivos empresariales, en centrar la cooperación en sectores poco conflictivos, etc.

Exigimos que la política de cooperación del GV se debata de una manera participada, que se defina claramente con una identidad transformadora, que excluya tajantemente el ánimo de lucro, que se centre en acompañar a los sujetos de transformación, que de preponderancia a ONGDs y movimientos sociales, y que cumpla con todos los compromisos asumidos por ley.

Al considerar que las Orientaciones presentadas no cumplen con lo anterior, EH BILDU vota en contra de la aprobación de las mismas y quiere, además, presentar otra propuesta para consideración de esta Comisión.

Oskar Matute «El equilibrio entre la dimensión nacional y la social ha roto un debate que hasta ahora debilitaba a la izquierda»

Entrevista a Oskar Matute, portavoz nacional de Alternatiba y parlamentario de EHBildu realizada por el diario Deia

Las antiguas caras de la izquierda vasca no nacionalista (Madrazo, Mikel Arana, Kontxi Bilbao) han desaparecido de la primera línea política. ¿Se cree un superviviente?

-No, me considero una persona que va a seguir haciendo política toda su vida, pero porque entiendo la política como una realidad que afecta a todos los niveles de la vida, desde los ínfimos y personales a los colectivos.

¿Cómo recuerda el origen de la grieta que supuso su salida de EB?

-Después de bastantes años en Ezker Batua, unos cuantos compañeros tuvimos la convicción de que era un proyecto agotado porque no daba respuesta a una parte de la sociedad vasca. Iniciamos un proceso de reflexión que nos llevó a apostar por levantar una nueva herramienta político-electoral.

Viendo los resultados, parece que acertó en el cambio de aires.

-Sí, pero tengo muy claro que en algún momento dejaré la primera línea política, y tengo claro que cuando eso pase me gustaría que no fuera por un mal resultado, desde el punto de vista de la lógica electoral, ni de un debilitamiento del sujeto político, sino porque todo en la vida son ciclos y porque no hay nadie imprescindible en ningún lugar. Lo bueno es que la apuesta que algunos vimos era una idea que tenía cuajo en la sociedad, que tenía poso.

¿Se siente cómodo en EH Bildu?

-Sí, porque yo no me incorporado a una realidad que no conociera; he contribuido con muchos y muchas a la conformación de una nueva realidad y la siento tan propia como cualquiera porque hemos estado desde el minuto uno en la generación de EH Bildu. Me he sentido partícipe.

¿Qué cambios notó al volver a la Cámara vasca tras cuatro años?

-Ninguna realidad es estática, pero todavía el Parlamento se muestra más como un lugar relativamente desconectado de la sociedad. Es cierto que en esta legislatura la protesta social se ha acercado más al Parlamento, pero hay mucho por hacer.

¿El hecho de pasar de ser miembro de un grupo de tres parlamentarios a figurar en una bancada con 21 le ha permitido afilar su perfil anticapitalista?

-La realidad se ha afilado mucho más. Si uno se toma la molestia de revisar intervenciones mías y réplicas, verá que la caracterización que mis rivales parlamentarios han hecho de mi discurso como comunista, antisistema, anticapitalista existe desde 2001. La realidad es que eso entonces era utilizado más o menos para definirme como una especie en vía de extinción y, sin embargo, la realidad ha hecho que esas posiciones ahora encuentren más recepción en la sociedad. Y es que, tristemente, de diez años a esta parte la realidad de las personas ha cambiado mucho y para peor. Hace ocho años el que era mileurista no pasaba por ser el más privilegiado de la cuadrilla. Hoy en día el mileurista si no se encuentra en los puestos altos de ese grupo de amigos, se encuentra de la mitad hacia arriba.

¿Siente que la reivindicación soberanista deja en un segundo plano otras demandas ajenas al discurso identitario y más próximas a Alternatiba?

-Creo que no. Alternatiba desde su inicio ha defendido lo que llamamos el socialismo multidimensional. Hay que tener todas las luchas en la agenda política para hacer frente a todas las dimensiones de la opresiones. Si uno repasa las iniciativas sostenidas por EH Bildu verá que hemos tenido propuestas contra la imposición lingüística, de marcado carácter feminista, contra el derrumbe democrático, contra la opresión nacional…

¿Quiere decir que lo que conocemos como el euskotema, todo lo que rodea al terrorismo y reivindicaciones identitarias, ya no acapara el protagonismo mediático de la Cámara?

-Hay un mayor equilibrio, por fortuna. La dimensión nacional y la social están caminando en paralelo en cuanto a la importancia que están adquiriendo en los medios de comunicación y, en consecuencia, en la sociedad. Eso es bueno porque ese equilibrio acaba con discursos falsos que señalaban que solo había preocupación de unos temas frente a otros. Y también ha roto un debate que había debilitado a la izquierda vasca durante mucho tiempo y que incluso nos había dividido, que era el de cuál de las dos dimensiones importa más. Para Alternatiba las dos importan, la dimensión nacional importa porque en la medida que construyas un determinado país podrás construir una determinada sociedad, y lo social importa porque en la medida que conformes una determinada sociedad darás forma a ese determinado país.

¿También frente a una crisis?

-Sí, porque no se trata únicamente de cambiar de bandera para seguir igual de oprimido y que los que nos oprimen tengan unos apellidos más vascos o menos vascos. Eso importa, pero también que podamos tener mecanismos de decisión propios.

¿Cree posible una alternativa política entre PNV y EH Bildu?

-No se dan las condiciones para un gobierno de coalición porque no hay una lectura compartida de los tiempos y del modelo de país que queremos construir. Hay una indefinición premeditada por parte del PNV a la hora de definir su modelo de país, quizás mirando de reojo lo que pueda estar pasando en otros lugares.

¿Debe haber más movimientos de ETA pese a que el Gobierno español mantenga su inmovilismo?

-La unilateralidad es una seña de identidad asumida y compartida por EH Bildu. ETA ha hecho suya también la unilateralidad. De hecho, la entrega de armas y su compromiso con la Comisión de Verificación lo demuestran. El PNV, en ese discurso pretendidamente ambiguo, muchas veces nos habla del diálogo con Madrid. Nosotros estamos convencidos de que los problemas los tenemos que solucionar entre nosotros porque a Madrid no le interesa que se solucionen.

Fuente: Deia

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