Ahora más que nunca: No a la energía nuclear > Kaos en la Red

Un sistema energético insostenible

El actual modelo energético está basado en el consumo ineficiente de energía y en su producción ilimitada y siempre creciente, principalmente a partir de fuentes de energía contaminantes, peligrosas y no renovables, como son la energía nuclear y los combustibles fósiles, produciéndose una gran variedad de impactos negativos sobre el medio ambiente.
 
Ante una demanda de energía creciente, el actual sistema responde siempre aumentando su producción (es decir, instalando más centrales), con el objetivo de generar más y más unidades de energía, obviando el hecho de que gran parte de esta energía se está despilfarrando, y sin importar el alto coste que ello tiene para el medio ambiente y la salud pública. Esta forma de actuar se llama “Enfoque Oferta”.

Los impactos medioambientales y de salud pública de este tipo de planificación energética tienen un enorme coste socio-económico, el cual, invariablemente, es traspasado al conjunto de la sociedad, siendo los ciudadanos quienes finalmente sufragan, vía impuestos o a través de la tarifa de la luz, los “platos rotos” por este sistema energético.

Pero existe otro tipo de planificación energética, que puede proporcionar a la sociedad el conjunto de servicios energéticos que hacen posible nuestro bienestar y la realización de nuestras actividades utilizando la mínima cantidad de energía posible, es decir con la máxima eficiencia energética. Es lo que se denomina “Enfoque Demanda”.

Con este tipo de planificación es posible producir los mismos bienes y servicios utilizando mucha menos energía, evitando así despilfarros inútiles, y de esta manera, al reducir el consumo de energía, disminuir también notablemente los daños al medio ambiente y a la salud pública.

Obviamente, aún con una planificación basada en el “enfoque Demanda” seguirá siendo necesario generar cierta cantidad de energía, aunque por lógica, lo será en mucha menor proporción. Esto puede y debe hacerse con fuentes renovables. Afortunadamente, existen y están tecnológicamente maduras, fuentes energéticas renovables que permiten una generación de energía más limpia, más segura y menos costosa que la energía nuclear y los combustibles fósiles, tales como la solar termoeléctrica, la solar fotovoltaica, la eólica terrestre, la eólica marina, la geotérmica, la procedente de la biomasa, etc.

Estos recursos energéticos renovables, además de su mucho menor impacto ambiental y a la salud, permiten una generación distribuida, descentralizada, cercana al consumidor y, por tanto, más eficaz.

Por ello es importante que se establezcan urgentemente las medidas necesarias para poner en marcha una planificación energética sostenible, que ponga fin al crecimiento ilimitado en el consumo de energía y al actual despilfarro energético, y cuyos ejes fundamentales sean el ahorro y la eficiencia energética y la generación distribuida con energías renovables. De tal manera que podamos alcanzar un modelo energético libre por completo del peligro que supone la energía nuclear y de la dependencia actual de los combustibles fósiles.

 

El ciclo nuclear

Desde que el uranio es extraído del suelo produce en cada etapa enormes cantidades de residuos radiactivos con los que no se sabe qué hacer con ellos. La secuencia de operaciones encaminadas a la producción de armas nucleares o combustible para el funcionamiento de reactores nucleares, se denomina ciclo del combustible.

En muy pocos lugares del mundo hay uranio lo suficientemente concentrado como para que su extracción resulte económicamente rentable. Aún así en estos lugares hay que remover ingentes cantidades de tierra para conseguir cantidades apreciables de mineral útil.

El uranio después de ser aplastado, molido y bañado en ácido, es secado y empaquetado como concentrado de uranio o torta amarilla. Aunque ésta es sólo ligeramente radiactiva, la extracción y el proceso de molido del uranio expone a los trabajadores a la inhalación de polvo y del gas radón causando altos porcentajes de cáncer de pulmón en los mineros.

Más del 99% del mineral extraído se convierte en residuo radiactivo (estériles). Para conseguir una sola tonelada de torta amarilla se generan varios centenares de toneladas de estériles.

Para concentrar el uranio suficientemente para su uso, la torta amarilla debe ser primero convertida en un gas llamado hexafluoruro de uranio y posteriormente envasado y enviado a una planta de enriquecimiento.

El enriquecimiento es un complejo y costosísimo proceso por el que se incrementa artificialmente el porcentaje del isótopo U-235, que es capaz de fisionarse. Este proceso genera el cuádruple de residuos radiactivos que el uranio útil.

Una vez que el uranio ha sido enriquecido, se envía a una planta de fabricación de combustible donde se convierte en óxido de uranio, pasando a tener forma de polvo negro. Este polvo es comprimido en pequeñas pastillas que se introducen en largos tubos de metal llamados barras de combustible, que son cerradas herméticamente e insertadas en unos cartuchos, denominados elementos combustibles, y así el uranio ya está listo para ser utilizado en un reactor nuclear.

Dentro de un reactor nuclear tienen lugar una serie de reacciones nucleares que provocan que parte del combustible de uranio original se transforme en elementos extremadamente radiactivos, lo que convierte al combustible gastado en material sumamente peligroso, que emitirá una gran cantidad de radiactividad a lo largo de decenas de miles de años.

En algunos casos el combustible gastado no sufre más transformaciones y se considera ya residuo de alta actividad. En otros casos, los elementos gastados se mandan a una planta de reprocesamiento de combustible nuclear. Es un proceso que produce un volumen final de residuos radiactivos entre 160 y 189 veces mayor que el que entra inicialmente en el proceso.

Las barras de combustible gastado, después de cortadas, son disueltas en soluciones de ácido. Después de diversos tratamientos químicos, se separan algunos de los productos radiactivos. De este proceso surgen tres productos:

Residuos de alta radiactividad, uranio que puede ser reintroducido en el ciclo de fabricación del combustible y plutonio, el material utilizado para la fabricación de bombas atómica. 

Tipos de reactores nucleares

A principios de 2005 había 441 reactores nucleares operativos en un total de 31 países.

La antigüedad, tamaño y diseño de estos reactores varían considerablemente: algunos son aún diseños de ‘primera’ generación, construidos entre los años 50 y 60 a partir de usos militares (producción de plutonio o propulsión submarina), pero la mayoría de ellos son de segunda generación, desarrollados a partir de los 70.

La gran mayoría son reactores de agua ligera (LWR), que se clasifican según tres categorías: los reactores de agua a presión (PWR) de los que hay 215 operativos, los reactores de agua en ebullición (BWR), 90 operativos, y los reactores con agua a presión de diseño soviético (VVER), 53 operativos.

En España tenemos 7 reactores de agua a presión (PWR), 2 reactores de agua en ebullición (BWR) y un reactor del tipo GCR- grafito/gas en Vandellós I, el cual ya no está en funcionamiento tras sufrir un accidente 1989.

Reactores de agua a presión

Reactores de agua en ebullición

Reactores de alta temperatura enfriado por gas

Reactores de agua en ebullición moderado por grafito

Reactores tipo CANDU

Instalaciones nucleares en España

En el pasado hubo planes para construir en España hasta 39 centrales nucleares, afortunadamente varios factores políticos y económicos dieron al traste con ellos, aunque no completamente.

Así, a pesar de que en 1984 el Gobierno socialista implantó una moratoria nuclear, en España se llegaron finalmente a construir 10 reactores: La central nuclear José Cabrera (Guadalajara), inaugurada por Franco en 1968, forma, junto con las de Santa María de Garoña (Burgos, 1971) y Vandellós I (Tarragona, 1972), el grupo de las centrales llamadas de primera generación.

A estas siguieron las de segunda generación: Almaraz I y Almaraz II (Cáceres, 1981 y 1983), Ascó I y Ascó II (Tarragona, 1983 y 1985) y Cofrentes (Valencia, 1984). Y, las de tercera generación, Vandellós II (Tarragona, 1987) y Trillo (Guadalajara, 1988).

De esas diez actualmente hay 8 en funcionamiento porque la central nuclear de Vandellós I, tras sufrir un grave accidente en 1989, fue cerrada definitivamente en 1990. Y  la central nuclear Zorita fue clausurada el 30 de abril de 2006 debido a la peligrosidad de su funcionamiento,  a sus defectos de diseño, sus numerosos problemas técnicos y la falta de cultura de seguridad de la compañía propietaria, Unión Fenosa.

La moratoria nuclear aprobada por el Gobierno socialista en 1984, canceló un gran número de proyectos de centrales nucleares – Trillo II, Valdecaballeros I y II y los dos grupos de Lemóniz -. La decisión fue adoptada por motivos económicos, el elevadísimo coste de la energía nuclear; y energéticos, el exceso de potencia instalada. Esto ha costado a los consumidores más de 10.000 millones de euros. El negocio siempre fue la construcción de las centrales nucleares, aunque nunca llegasen a funcionar. En resumen, el canon por la moratoria nuclear consiste en un aumento de las tarifas, para devolver a las eléctricas su inversión en centrales nucleares que no llegaron a funcionar.

La entrada en vigor de la Ley de ordenación del Sistema Eléctrico Nacional (LOSEN), a principios de 1995, zanjó la polémica. Así pues, en España, desde entonces, no hay ninguna central nuclear en construcción ni proyectada.

Hoy la industria nuclear está sumida en una profunda crisis. Hay en el mundo 440 reactores nucleares comerciales en operación que apenas representan el 6% de la energía primaria consumida a nivel mundial y el 16% de la energía eléctrica.

Fuente: Kaos en la Red

Alta tensión, mayor capitulación

Alternatiba denuncia la desfachatez de construir la línea de alta tensión más grande de Euskadi

BILBO,  7 DE MARZO DE 2011 – Alternatiba ha denunciado la intención de Red Eléctrica Española (REE) de construir una nueva línea de alta tensión que devastaría espacios naturales a través de 72 kilometros entre Bizkaia y Gipuzkoa. Asier Vega, portavoz de la Mesa de Ecología de Alternatiba, ha acusado “a PSOE, PP y PNV de querer resarcir a REE del varapalo de la sentencia judicial del Tribunal Supremo” que anuló el último tramo de la línea Penagos-Guëñes, “impulsando un modelo energético a la medida de sus empresas amigas; no son políticos, son empresarios”.

Vega ha instado a los “artífices de la destrucción natural de Euskal Herria” a que expliquen a la sociedad vasca “qué necesidad tenemos de una nueva infraestructura de semejante magnitud y cuales son sus beneficios sociales, ya que la propaganda sobre la creación de empleo tan solo es pan para hoy y hambre para mañana”. Desde Alternatiba también han criticado que “pretendan justificar esta línea con otra mega construcción ineccesaria como el TAV”.

El miembro de la Mesa de Ecología de Alternatiba ha recordado la postura de su formación respecto al Tren de Alta Velocidad, infraestructura que Vega ha tachado de “innecesaria” para Euskal Herria, porque “no responderá a las necesidades reales de movilidad de la ciudanía vasca, y además tendrá un severo impacto ambiental que a la postre será el oscuro legado que dejemos a las generaciones venideras”. También ha subrayado que se trata de un “auténtico derroche” de dinero público, “todo un despilfarro que supone un insulto en plena crisis y con las administraciones recortando derechos sociales de forma vergonzosa”.

Nuevas concesiones del gobierno al lobby nuclear

Alternatiba ha lamentado hoy que el Gobierno español haya vuelto a ceder a las presiones del lobby nuclear y que, «una vez más, ponga los intereses económicos de la industria por encima del medio ambiente y la salud».

El responsable de la Mesa de Ecología de Alternatiba, Asier Vega, se ha referido así a la decisión del Gobierno español de abrir la posibilidad legal de que las centrales nucleares en España operen más de 40 años, el plazo para el que fueron originalmente diseñadas. «Alargar la vida de las centrales nucleares es una huida hacia adelante en la política energética y contradice lo que hasta ahora había sido la postura del PSOE, que no es capaz de respetar ni siquiera sus propios compromisos electorales», ha afirmado Vega.

El portavoz de la formación de izquierdas ha agregado que «no podemos olvidar la inestimable ayuda que presta el PNV a Zapatero cada vez que gira hacia la derecha». En este sentido, Vega ha subrayado que el PSOE, una vez más, ha dejado claro a quién obedece: “En la reforma laboral y de pensiones, mandan los mercados y en la política energética, manda el lobby nuclear. Mientras tanto, la ciudadanía paga las consecuencias de una política nefasta».

Despilfarro público en la planta de Karrantza

Alternatiba pide que sean los responsable de la “chapuza” de la planta de Karrantza los que asuman su sobrecoste

El grupo de Alternatiba en las Juntas Generales de Bizkaia ha solictado que los responsables políticos de Karrantzako Minda paguen por su gestión «irresponsable y chapucera» y asuman el sobrecoste de la planta de purines de Las Torkatxas. Así mismo, el juntero Jonathan Martínez ha denunciado que las administraciones públicas han concedido «varios millones de euros a una mercantil que carece de supervisión pública real».

Martínez ha subrayado que Alternatiba ha advertido una y otra vez de la «oscuridad» que rodeaba a esta obra, y ha señalado las «numerosas irregularidades» cometidas por los responsables municipales del PNV, «con el conocimiento y la connivencia de sus superiores». Ha recordado, además, que este mismo grupo ha solicitado » y espera impaciente» al comparecencia en Juntas Generales del alcalde en funinoces de Karrantza, José María Martín, en representación de Karrantzako Minda, y de Pilar Unzalu, consejera de Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno Vasco.

De confirmarse la responsabilidad de la mala gestión en la construcción de la planta, Martínez espera «dimisiones en bloque» y » que no tengmaos que ser los ciudadanos los que paguemos a escote el coste de su negligencia». Finalmente, Alternatiba ha querido ahcer un alegato a favor de la gandería, ya que «son los gnaderos los máximos perjudicados del enéismo desaguisado que está echando a perder este sector».

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