Frente a las mentiras de Rajoy, EH Bildu reclama la soberanía para poner en pie un nuevo modelo económico y social
Ya ha llegado el rescate. Rajoy ha utilizado un eufemismo para intentar esconder la gravedad de la situación, para intentar esconder las mentiras que ha dicho hasta ahora, y para intentar esconder las consecuencias que el rescate tendrá en la población.
Los gobiernos de Madrid no han dicho más que mentiras. Una detrás de otra. Eso es lo que nos han vendido los y las políticas que han tenido en sus manos el gobierno del Estado Español. El PSOE y el PP nos han vendido una mentira continua. El gobierno de Zapatero, el PSOE, quiso hacernos creer, hace pocos años, que no había crisis. Nos estuvo mintiendo durante dos años. Esas mentiras posibilitaron la mayoría absoluta del PP.
Hace unos meses, Rajoy nos decía que las arcas de las entidades financieras del estado español estaban saneadas. Mentira. Nos lo han aclarado las auditorías internacionales. Hace un par de días, oímos de boca de Rajoy que los 100.000 millones de euros que las entidades financieras van a recibir de Europa no son un rescate. Al parecer son un logro conseguido mediante la presión del estado español, una línea de crédito para el sistema financiero. Mentira, por supuesto.
Dice Rajoy que el rescate no tendrá ninguna repercusión en los bolsillos de los y las ciudadanas. Otra mentira; enorme, por cierto. De hecho, es el estado el responsable último de devolver el rescate; es decir, los y las ciudadanas; y no las entidades financieras que recibirán el dinero.
Por último, según dice Rajoy, la medida tomada es la única forma de evitar la intervención de la economía del estado español. Mentira, de nuevo. Aún cuando la economía española no está oficialmente intervenida, hace tiempo que se está dando una intervención de facto. El estado español no tiene soberanía económica real. El gobierno de Rajoy ha dicho amén a todas y cada una de las exigencias de Merkel en cuanto a recortes y reformas. Y, junto con el rescate, vendrán más, para que Europa se asegure de que se cumplan las condiciones puestas para el rescate. Como dijo el propio Almunia, nadie da dinero a cambio de nada.
Eso es lo que ha contado Rajoy. Mentiras. Pero, probablemente, aún sea más preocupante lo que no ha contado. ¿Cuántos rescates vendrán después de éste? ¿A qué interés hay que devolverlo? ¿En cuánto tiempo? ¿Quién pagará los intereses? ¿Qué condiciones se pondrá a las entidades financieras? ¿Qué ocurrirá si las entidades financieras no consiguen devolver el rescate? ¿Qué consecuencias tendría eso en el déficit público? ¿Y en la ciudadanía? ¿Qué consecuencias tendrá el rescate en los y las trabajadoras de las entidades financieras? … y, así, decenas de preguntas. Todas ellas por responder.
Como ya apuntábamos, hace tiempo que la Europa neoliberal tiene intervenido al Estado español. Pero no nos dejemos engañar, todas las reformas están hechas a la medida del capital. También el rescate; no es más que para rescatar la economía especulativa que nos ha traído a la crisis. Una forma de reestructurarla con dinero público para, después, volver a privatizar los beneficios. El estado ha hecho suya la deuda pública, y para poder pagarla, recortarán, cada vez más, los derechos sociales y laborales de la ciudadanía; pondrán al borde de la desaparición el sistema público, eje del bienestar social, poniéndole una alfombra roja a la privatización.
La situación económica que vivimos es grave. Muy grave. Y los gobiernos están cargando a espaldas de los y las ciudadanas más humildes las consecuencias de esta situación. Pero no es la ciudadanía la culpable y, aún menos, la responsable de esta situación. Esta situación tiene culpables y responsables concretos: las entidades financieras y las y los políticos que la han gestionado. Ha sido su nefasta gestión la que nos ha traído a donde ahora estamos.
Y ante esta situación, Euskal Herria Bildu lo tiene claro: debemos exigir responsabilidades políticas y penales hacia las y los responsables políticos y financieros que nos han llevado a esta crisis.
Todos y todas sabemos quiénes son esos responsables: por un lado, los dirigentes de las entidades financieras, quienes tienen nombres y apellidos. Por otro lado, los partidos políticos que han gestionado y protegido el sistema que nos ha traído a esta situación; es decir, junto con el PSOE y el PP, en Hego Euskal Herria, PNV, PP,UPN, PSE y PSN. Esas son las fuerzas políticas que han puesto al borde del abismo el futuro económico y social de Hego Euskal Herria, porque han preferido proteger a los dirigentes de la economía especulativa que nos ha traído a esta situación económica y social en lugar de proteger los intereses de la ciudadanía, basándose en la justicia y en la solidaridad.
Esas y esos políticos que, por medio de la mentira y defendiendo los intereses del capital han actuado contra los intereses de la ciudadanía, han demostrado su nula capacidad de gestión y han perdido cualquier legitimidad de liderar las políticas que guían la vida de los y las ciudadanas. Para colmo, sin ningún tipo de vergüenza, como salida a la gravísima situación que sufrimos, vuelven a poner encima de la mesa las mismas recetas que nos han traído hasta aquí.
Esa es nuestra realidad. Y esa realidad nos deja una consecuencia clara: hoy es más evidente que nunca la necesidad de soberanía económica y política plena para Hego Euskal Herria para evitar así seguir lastrados e indefensos ante la sumisión a los mercados financieros adoptada por el gobierno de España. Aún más, si cabe, cuando, apartando de un plumazo las pocas competencias que el ya agotado marco autonomista nos confería, el gobierno de España ha tomado la vía de la (re)centralización. En la coyuntura económica en la que nos encontramos, en una Hego Euskal Herria ligada a España es imposible construir un nuevo modelo socio-económico basado en la justicia social y en la solidaridad, puesto que se nos niega la capacidad de decidir nuestro propio modelo, basado en nuestras necesidades. Y es, precisamente en Hego Euskal Herria donde la correlación de fuerzas nos puede permitir romper con el sometimiento al capital y poner en pie los cimientos de un nuevo modelo económico y social que haga del sostenimiento de la vida digna y no del dinero y la especulación el eje principal de su actuación.
Pero hay salida. Hoy, más que nunca, Euskal Herria debe dar un paso hacia adelante en el camino de la soberanía, para tener futuro propio y para evitar así que el actual sometimiento a las políticas serviles y sumisas aplicadas en España nos lleve a la pobreza estructural, de la mano de la especulación. Y, entre otras medidas, para transformar el modelo económico actual, debemos construir un banco público. Un banco que, lejos de especular, dirija la inversión a los sectores estratégicos, a crear empleo y a garantizar el bienestar de la ciudadanía.
Es imprescindible caminar hacia la soberanía, porque la soberanía es el único camino para construir desde abajo y a la izquierda otro modelo de sociedad. Euskal Herria necesita de la soberanía económica y política para hacer frente a la crisis, apostando por un nuevo modelo de relaciones económicas y sociales. Por lo tanto, es momento de tomar decisiones.