Vergonzosas donaciones anónimas a PNV y PP

Curiosamente a esto no le llaman corrupción, y curiosamente también, la gran mayoría de donaciones anónimas a partidos políticos recalan en las cuentas de partidos de derecha. En bruto es el PP quién más ha recibido, pero proporcionalmente al número de habitantes del entorno en el que concurren, el PNV gana por enorme goleada. Pero lo dicho, esto no es corrupción, es un firme compromiso de sus militantes en los salvadores de la patria… Y su patria son sus bolsillos, que el capital de fronteras sabe poco. Para colmo, cuando desde el PSOE se ha planteado que se prohiban las donaciones de empresas a partidos, el Partido del Negocio Vasco exige que en caso de eliminarse esta financiación se aumenten las partidas públicas para sufragar los partidos políticos

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Alternatiba llama a secundar la movilización social contra la corrupción

El portavoz de la Asamblea de Bilbao de Alternatiba, Iagoba Itxaso, ha llamado a secundar todas y cada una de las protestas que se convoquen por movimientos sociales, sindicales y políticos para denunciar los graves casos de corrupción dados a conocer en los últimas días, “casos en los que están probadamente implicados tanto el Partido Popular como el Gobierno de Mariano Rajoy, y que provocan una mayor indignación, si cabe, en las personas que sufren recortes diarios en sus derechos sociales mientras ven como la casta dirigente no solo gobierna para los poderosos sino que además se enriquece o privilegia sin complejos con su actividad, de forma ilegal y, a menudo, legalizada”.

En este sentido, el portavoz de la formación de izquierdas ha denunciado casos habituales como “las puertas giratorias que llevan a ex cargos políticos a presidencias y consejos de administración de empresas a las que en su vida política beneficiaron, las comidas a base de angulas a costa del horario público o las donaciones anónimas que los partidos de derechas reciben en cantidades escandalosas”. Así, Itxaso ha señalado los datos recientemente publicados que revelan donaciones de 28 y 18 millones de euros recibidos respectivamente por PP y PNV entre los años 1993 y 2011: “y hay que destacar que el PNV es, con mucho, el que más dinero de fuentes desconocidas ha recibido en proporción al número de habitantes de su ámbito de actuación”.

Antes esta situación, desde Alternatiba han llamado a secundar protestas como la que se producirá esta tarde en la Plaza Moyua de Bilbao, frente a la subdelegación del Gobierno español, a las 19:00 horas bajo el lema “El estado está podrido, queremos recorrer nuestro camino”, organizada por un colectivo de personas.

Lo que el capital ha unido…

Oskar Matute – Portavoz de Alternatiba y parlamentario de EHBildu

Lo dijo el empresario estadounidense Warren Buffett: «existe la lucha de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y estamos ganando.» Buffet no solamente ha conseguido amasar una de las mayores fortunas del mundo, sino que ha sabido resumir en pocas palabras una realidad tan injusta como inapelable. La prensa nos habla estos días de tramas de corrupción, cuentas en Suiza, sobres de dinero negro, y no podemos sino confirmar la impunidad con la que los poderosos acometen su saqueo.

Algunos nos harán creer que las dimisiones políticas solucionarán el problema. Otros nos hablarán de reformar el sistema. Muy pocos reconocerán que es el propio sistema el que genera la corrupción, y que el robo legalizado es la principal seña de identidad de un orden económico y social diseñado por y para los de arriba. Existe la lucha de clases porque los intereses de una minoría cada vez más adinerada son contrarios a los intereses de una mayoría cada vez más empobrecida. Y nos ganan los ricos -los mercados financieros y sus gobiernos títeres- porque ejecutan sus voluntades en territorios ajenos a la democracia de modo que ni siquiera podemos sancionarlos con nuestro voto.

A fuerza de observar la realidad política más inmediata, hemos aprendido que nuestros gobernantes no diseñan sus propias políticas, sino que se limitan a ejecutar las voluntades de aquellos a quienes nadie ha elegido en las urnas: entidades financieras, grandes corporaciones, especuladores, arribistas. Por eso, algunas administraciones tan influyentes y a la vez desconocidas como las diputaciones, crean lo que pueden parecer extraños compañeros de cama que en realidad son medias naranjas condenadas al entendimiento.

Así pues, el romance que viven PNV y PP en estas fechas de acuerdos presupuestarios es la consecuencia lógica de dos siglas que participan en esa lucha de clases de la que nos hablaba Buffet, y que además, lo hacen del lado de los poderosos. El tándem Ortuzar-Basagoiti ha vuelto a dejarnos claro que el cambio de cromos es una tradición arraigada en los partidos clásicos, y que Bizkaia y Araba son mercancía sometida a la compraventa. Pero sobre todo, jeltzales y populares han vuelto a dejar claro que por encima de grescas ficticias o interesadas, las derechas de uno u otro color siempre han sabido ponerse de acuerdo a la hora de repartirse el botín.

Con la misma celeridad que exhibieron a la hora de adueñarse del consejo de administración de Kutxabank, PNV y PP han pactado unos presupuestos para Bizkaia y Araba que siguen al milímetro la doctrina neoliberal, que insisten en una fiscalidad que premia la especulación mientras hace recaer todo el peso sobre las rentas de trabajo, que traza todo un laberinto de deducciones y exenciones solamente al alcance de las grandes fortunas, que no renuncia al cemento indiscriminado y a la devastación de nuestro territorio, y que bendice la exclusión social y hace recaer la sombra de la duda del fraude sobre los perceptores de prestaciones sociales y no sobre los especuladores. Esta es la medicina del PNV y del PP ante la crisis, reproducir los mismos errores que nos han llevado a la miseria.

Atrás quedan los tiempos en que el Diputado General de Bizkaia, José Luis Bilbao, presumía de «bolsillos de cristal». «Si alguien mete o intenta meter la mano al cajón, hay que hacer cerrar el cajón con la mano dentro», aseguraba con la contundencia de quien escoge sus propios titulares. ¿Han de temer por su mano los Bárcenas, Correas, Fabras, Orejas y demás compañeros de viaje del señor Bilbao? ¿Es posible ser implacable con la corrupción abrazando a quien la ha practicado con la impunidad y el descaro de los inquilinos de la calle Génova?

Antes de que el PNV y el PP paseen su fogoso romance quizá por Ajuria Enea, Iñigo Urkullu se ha apresurado a pedir a las diputaciones una reforma fiscal que engorde las esqueléticas arcas públicas de la Comunidad Autónoma Vasca. ¿Pero qué reforma fiscal pueden emprender quienes se han negado una y otra vez a suprimir los privilegios de las clases pudientes? ¿Qué reforma fiscal van a llevar a cabo aquellos que suprimieron sin escrúpulo el Impuesto de Patrimonio a pedir de boca de magnates y ricachones? ¿Qué pueden reformar quienes han amparado nidos de especulación como las SICAV o las SOCIMI, quienes han rebajado las exigencias fiscales a grandes empresas que han seguido acumulando abultados beneficios en plena crisis?

Solamente podemos temernos lo peor de un PNV que ríe las gracias a una de las derechas más montaraces de Europa, ese PP ensimismado en su política de recortes, reformas laborales, ayudas a la banca, copagos farmacéuticos o privatización de la educación y la sanidad. Un PP que ha hecho de la violencia contra las protestas sociales su seña de identidad, un PP que presume de ramalazos filofranquistas y cuyo nombre quedará ligado para siempre al escándalo público del enriquecimiento ilegal.

Para los poderosos y su coro de palmeros, la lucha de clases es una batalla que están ganando. Para quienes nos reclamamos de izquierdas, la brecha creciente que separa al pueblo raso de sus privilegiados gestores es la injusticia que nos indigna y nos enciende. Porque nos negamos a perder la batalla. Porque no queremos quedarnos de brazos cruzados mientras se consuma el expolio. Porque somos mayoría quienes los padecemos, y porque queremos una política al servicio de las personas y no del gran capital.

Es momento de elegir en qué lugar queremos situarnos: del lado de los saqueadores o del lado de los saqueados. Y es momento de elegir también nuestra compañía en este viaje. El PNV y el PP ya han elegido. Y los ricos lo celebran.

El tren de Mas, Urkullu, Rajoy y los Borbones

Aitor Miguel Quintana – Alternatiba Araba

Recientemente las portadas de periódicos estatales fueron copadas por la morbosa foto que llenaban Mariano Rajoy, la ministra de Fomento, el príncipe de la corona española y el presidente catalán Artur Mas en la inauguración del último tramo ferroviario del corredor de Alta Velocidad Madrid – París.

Fotografía desbordante de tensión desde la óptica del conflicto sobre la soberanía de Catalunya. Soberanistas catalanes frente a quienes imponen las decisiones del estado sobre la libertad de los y las ciudadanas y sus territorios.

La sensación de confrontación que suscitó esta imagen no fue, probablemente, compartida en igual medida por todas y por todos. Quienes analizamos la soberanía desde otra óptica veíamos a cuatro personas viajando cómodamente en el mismo tren. Veíamos a dirigentes a los que por encima de las guerras mediáticas que supuestamente les separan parecían mucho más unidos por todo lo que tienen en común. De ahí que salvando las diferencias identitarias se les viera plácidamente viajando juntos en Alta Velocidad.

Y es que para algunas personas la soberanía nacional es un instrumento de corto alcance si no se utiliza para la consecución de la soberanía plena de los pueblos. De poco sirve la soberanía nacional si tan solo sirve para reconstruir sobre ella el mismo modelo socioeconómico.

No encontramos diferencias sustanciales entre Rajoy y Mas mientras viajan a Alta Velocidad a través de viaductos situados muy por encima de los pueblos. No vemos las diferencias si ambos ven la crisis como algo coyuntural y no como una crisis sistémica, si ambos aplican las mismas recetas basadas en recortes e inversiones en macroproyectos para su mayor gloria y para beneficio de unos pocos.

Proyectos como el Tren de Alta Velocidad que han sido promovidos sin aval alguno de estudios de movilidad e impacto económico. Y que no han sido dirigidos bajo los principios de precaución que deberían gobernar las actuaciones sobre el medio ambiente que comprometen los recursos económicos de países durante décadas.

Son Marianos, Mases y Urkullus adalides de un mismo modelo socioeconómico. Que se erige sobre AVEs, Súper Sures, macroincineradoras o el Fracking. Se nos ha tachado de primitivos a los que hacíamos oposición a esta manera de entender el desarrollo. Todavía se nos llama caníbales cuando hablamos de Soberanía Alimentaria. Pero lo cierto es que, a día de hoy, tras 20 años de explotación, AVE no le salen las cuentas en el estado español. Tampoco a Bizkaia con la Súper Sur. ¿Debemos contaminar también los acuíferos alaveses para darnos cuenta que el Fracking no es el camino?

Solo un modelo erróneo y una civilización enferma destinan el grueso de sus recursos a proyectos sin garantía de éxito mientras, con el pretexto de carácter de alternativas, mutila pilares sociales imprescindibles como la sanidad y la educación.

Por todo ello, la soberanía nacional solo nos diferencia y tiene sentido intrínseco como instrumento, internacionalista y solidario, para un cambio de modelo que nos garantice la transición hacia la soberanía plena de los pueblos.

Alternatiba exige a Urkullu renunciar a financiar el TAV para blindar las coberturas sociales

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha exigido hoy al lehendakari Iñigo Urkullu que ante una situación que el mismo califica de “emergencia, renuncie a seguir detrayendo dinero público para financiar el Tren de Alta Velocidad para destinarlo a blindar las coberturas sociales básicas de las y los ciudadanos de la CAV”. Ha realizado esta petición al hilo de la reunión entre la consejera Ana Oregi con la ministra de Fomento Ana Pastor en torno al TAV.

Antes este encuentro, el portavoz de la formación de izquierdas ha requerido a Oregi, responsable de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno de Urkullu, “que todos los datos aportados en la misma sean puestos en conocimiento de la sociedad vasca”; datos como las intenciones o compromisos del gobierno con dicha infraestructura, tiempos de ejecución y plazos de finalización de la misma o la evolución de las obras en los ramales Burgos –Gasteiz.

Por otra parte, Matute ha denunciado el recorte de 1.200 millones de euros en los próximos presupuestos mientras se sostiene la financiación del TAV por parte del Gobierno Vasco, por más que sea a modo de adelanto reintegrable, lo que supone “no solo la confirmación de una obcecación errática, sino también del anuncio de una mayor precarización de las condiciones de vida de la ciudadanía de Araba, Bizkaia, y Gipuzkoa, que van a ver como 350 millones de euros se reservan a una obra de dudosa viabilidad y nula rentabilidad social”.

Finalmente, desde Alternatiba han subrayado que en estos momentos, “las obras del TAV solo benefician a las empresas constructoras implicadas, mientras que la población vasca sigue empobreciéndose, y pensar en una discutible puesta en marcha del TAV en 2018 no supone alivio alguno a la dura situación que viven cada vez más personas”. Por ello, Matute ha instado a Urkullu a “reconocer que el TAV es un proyecto inspirado en megalomanías propias de otra época”, y le ha encomendado “gobernar situando la vida digna de las personas en el eje de su acción, y no el cemento y la devastación medioambiental”.

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