Alternatiba pide al diputado general la devolución del presupuesto porque genera más crísis
Los presupuestos han sido redactados a puerta cerrada y de espaldas a la ciudadanía
Bilbao, 10 DE DICIEMBRE DE 2010 – El grupo de Alternatiba en las Juntas Generales de Bizkaia ha solicitado hoy al diputado general, José Luis Bilbao, la devolución del presupuesto de 2011, ya que el Gobierno foral ha presentado «un proyecto continuista que no responde a las verdaderas necesidades de un territorio plagado de EREs y ahonda en las mismas medidas fallidas que nos han conducido a la actual crisis».
Así se lo ha manifestado el juntero Jonathan Martinez al diputado general en la presentación de la enmienda a la totalidad a las cuentas del próximo año discutidas esta mañana, en la que le ha advertido de que el Gobierno foral vuelve a cometer los mismos errores que en el pasado: «Este modelo no favorece un reparto equitativo de la riqueza, nos conduce a una crisis ecológica global y ahonda en las desigualdades y en la pobreza. El presupuesto foral, además, margina la política social en un momento de crisis en el que peor lo están pasando las familias, no piensa en los ciudadanos y les da dinero a las empresas privadas. El modelo social que impera es el de la subcontratación y la privatización», ha señalado Martínez.
El juntero de izquierdas ha explicado que el modelo que certifica este presupuesto es el del hormigón con la idea de que «cementando el territorio se arreglan los problemas. Tenemos que destacar partidas presupuestarias como la de Azpiegitura con 112 millones de euros e Interbiak con 273 millones de euros. Mientras los servicios sociales y la asistencia domiciliaria pierden peso en las cuentas.»
El juntero de Alternatiba ha trasladado también a las Juntas Generales su preocupación por la elaboración de un presupuesto sin ningún mecanismo de participación ciudadana y por lo tanto de espaldas a la realidad bizkaitarra.
Finalmente, Jonathan Martínez ha criticado que el autodenominado partido socialista de un pase a los presupuestos por «orden de Madrid». Para el juntero de Alternatiba los socialistas «tienen una visión tan sucursalista de la política que da igual lo que proponga el PNV en los presupuestos que ellos esperan ordenes de Madrid, con la misma atención que Zapatero espera las ordenes de los mercados para dictar sus políticas.»
«Las cuentas del Gobierno foral son radicalmente distintas a las que presentaría Alternatiba, que no dejaría en la estacada a quienes más lo necesitan en este territorio y arbitraría medidas realmente eficaces contra la pobreza.», ha concluido Martínez.
La misión específica del sistema financiero debería ser la de de vincular el ahorro, por un lado, con la inversión y con el consumo, por el otro, el corto con el largo plazo, garantizando de esta manera el acceso a crédito para la economía productiva y generadora de empleo, así como posibilitando el consumo de los particulares para la satisfacción de sus necesidades básicas. Esta función social de las finanzas debería a su vez insertarse en una lógica de regulación pública, que estableciera las condiciones ecológicas, laborales y sociales oportunas para las prioridades sociales de préstamo, inversión y consumo.
Desgraciadamente, la realidad actual de la banca –y del modelo económico vigente- se encuentra en las antípodas de la función que debería cumplir. Así, frente a ese rol natural de facilitador, el sistema financiero se ha convertido en el máximo exponente de la búsqueda incesante de la maximización del beneficio a corto plazo, llevando al extremo la lógica de desregulación, privatización, mercantilización y descontrol público y social de la economía. El resultado es la primacía de la economía no productiva, a través de un ingente mercado de capitales completamente flexible –en un día dichos mercados mueven seis veces lo mismo que genera la economía productiva mundial en todo un año-, que se rige con lógicas cortoplacistas y de ganancia rápida, y que genera una vulnerabilidad extrema a nivel planetario, con efectos devastadores, como hemos podido comprobar.
Así, no hay más que analizar nuestra historia reciente para constatar esta espiral suicida, para darse cuenta de que se ha tropezado en la misma piedra una y otra vez: crack del Nikkei a causa de la burbuja inmobiliaria de Japón en 1990; la crisis del Sistema Monetario Europeo en el 92; efecto Tequila en el 94; la caída de los dragones asiáticos en el 97; el efecto Vodka en el 98; el efecto Samba en el 99; pinchazo de las punto com; Enron y el corralito Argentino en 2001, y finalmente el crack de las hipotecas basura en 2007, cuya crisis aún estamos sufriendo.
Por supuesto, a esta realidad de crisis permanente, con graves efectos sobre los derechos de las personas y pueblos, ha contribuido específicamente la colusión de intereses de mercados especulativos y gobiernos neoliberales. De esta manera, el tamaño global del mercado, junto al peso específico de este sector especulativo, genera una creciente presión sobre los gobiernos, que definen sus políticas en función de las supuestas necesidades de los mercados, en detrimento de las prioridades para la población.
Ante ello, es necesario que la banca asuma la función de promoción del empleo, de la inversión productiva y del consumo responsable, y para ello debemos apartarnos radicalmente del camino capitalista y neoliberal. Por ello, abogamos por un modelo socioeconómico alternativo, que ponga los derechos de las personas y pueblos en el centro de su actuación. En este nuevo modelo, la banca tomaría la consideración de servicio público, con lo que evitaríamos la autorregulación del sector –que es lo que le confiere poder y capacidad destructiva-, a la vez que se constataría la insuficiencia de los controles establecidos en la actualidad, que no son más que puro maquillaje.
Por ello, abogamos por un sistema financiero regulado y bajo fuerte control social y público – empezando por los Bancos Centrales, superando la falacia de su supuesta asepsia y autonomía-. De esta manera, y en el contexto actual, sólo un sistema financiero completamente público y bajo estricto control democrático, puede servir a los objetivos formulados por la sociedad, en términos de empleo, ecología, cuidado, etc.
Por lo tanto, abogamos por la completa nacionalización del sector financiero en Euskal Herria y, como primer paso en esta estrategia, defendemos el mantenimiento y amejoramiento del estatus público de las cajas de ahorro vascas -BBK, Vital Kutxa, Kutxa y Caja Navarra-, bajo dos premisas fundamentales: una, la de definir una regulación interna específica que normativice su misión, de manera que los parámetros sociales del préstamo y de la inversión se adecuen a las prioridades de una economía del cuidado, de la generación de empleo de calidad, de la lucha contra el cambio climático, de transformación de la matriz energética, del apoyo a los circuitos cortos económicos, del apoyo al consumo de los sectores más vulnerables, y, en definitiva, de la justicia social; dos, la de establecer sistemas de control social que garanticen precisamente su alineación con los objetivos sociales marcados previamente.
Así, sólo cambiaremos la caótica realidad actual obligando a las Cajas a concretar el marco de su función social –evitando a su vez la actividad especulativa, los elevados tipos de interés, las estafas, las inversiones en paraísos fiscales, en el sector armamentístico, etc.- y estableciendo sistemas transparentes de rendición de cuentas, además de un control directo por parte de los movimientos sociales ligados a la pobreza o a la precariedad, los movimientos ecologistas, sindicatos y partidos políticos.
Se trataría, por tanto, de avanzar en la lógica contraria a lo legislado por el Gobierno del Reino de España en la reciente Ley de las Cajas de Ahorro. Esta Ley sirve para que las Cajas de Ahorro sean cada vez más una copia zafia de los bancos, imitando sus lógicas perversas -buen ejemplo de ello es la recién creada BBK Bank-. Así, convertir las cajas de ahorros en bancos, es el mejor camino para que estos últimos eliminen la competencia y puedan absorber a las primeras. De esta manera, frente a una banca privada, destructiva, todopoderosa, salvada y ayudada por toda la sociedad, que, a pesar de ello, se atreve, cual Vito Corleone, a señalar con el temible dedo de los mercados a los gobiernos que no se sometan a sus pretensiones, oponemos, de manera radical, una banca pública alternativa.
En estos momentos en Euskal Herria solo tenemos un ejemplo de banca que funcione con esos criterios, y es el caso de FIARE. No obstante, por mucho que este ejemplo sea recomendable para todas las personas que creemos en estas lógicas alternativas, nuestra labor política es exigir que esa función sea pública, y no quedar exclusivamente en el ámbito asociativo y cooperativo de los ciudadanos. Así, nuestros impuestos, junto con toda la capacidad de control de las instituciones, se deberían destinar a crear un sistema de finanzas al servicio de los ciudadanos y ciudadanas.
Por ello, apostamos por un modelo económico socialista, por una banca pública que asuma una función social, y exigimos la toma de cuantas medidas sean necesarias para que las cajas de ahorro vascas mantengan su estatus público, en los términos antes referidos.
Alternatiba alerta del preocupante aumento del paro en Enkarterri y urge a Diputación y Gobierno Vasco a poner en marcha un plan especial de empleo para la comarca
BILBO, 19 DE NOVIEMBRE DE 2010 – El grupo de Alternatiba en las Juntas Generales de Bizkaia ha alertado hoy del preocupante incremento del paro en Enkarterri y ha urgido al Gobierno Vasco y a la Diputación foral a poner en marcha un plan especial de empleo que frene la grave situación de vulnerabilidad que afecta a la comarca, donde la lista de empresas cerradas o en descomposición supera la treintena.
El portavoz de Alternatiba, Jonathan Martínez, ha recordado que «Enkarterri ha sufrido en el último lustro una pérdida de empleos constante e imparable. El número de personas paradas ha crecido un 77,4% y la comarca presenta una tasa de desempleo del 12,5%. Alonsotegi, Güeñes, Balmaseda y Turtzioz se encuentran entre los doce municipios con más paro de toda la CAV». Así mismo, ha subrayado que «esta zona padece un proceso de desertificación industrial que ha repercutido negativamente en el sector servicios. El sector agrícola y ganadero, además, vive sumido en otro peligroso declive».
Por ello, Martínez ha presentado una proposición no de norma para que las Juntas Generales insten tanto al Gobierno Vasco como a la Adminstración foral a poner en marcha un Plan Especial de Empleo para Enkarterri que frene esta alarmante situación.
El portavoz de Alternatiba ha hecho además un repaso de los casos más sangrantes de despidos masivos que han afectado a esta zona. Así, ha apuntado que «en 2006, el Ayuntamiento de Güeñes recalificó los terrenos de la multinacional Reckitt Benckiser a pedir de boca de la Diputación y su plan foral de vivienda. El solar multiplicó por siete su valor, la empresa cobró los seis millones de euros de la constructora, cerró y se trasladó a Polonia. Se destruyeron alrededor de 300 empleos. Para intentar arreglar el desaguisado, la Diputación proclamó la creación de 1.100 puestos directos a través de Afer, pero han pasado cuatro años y sobre ese solar solamente hay escombros. Mientras tanto, continúa el goteo de despidos, y ahora son 160 las personas que se ven en la calle a través del ERE de Pastguren, la misma empresa a la que el Gobierno foral concedió un aval de 2,5 millones de euros hace solamente un año sin exigirle un proyecto viable de papelera integral».
Martínez ha recordado que un proceso similar sufrió en 2006 Virtisú, la otra parte de la antigua papelera, y Mercapital se llevó 15 millones de euros de las arcas de Bizkaia después de amenazar con trasladar su producción. «Además, mientras Iberdrola levanta en Bilbao el icono más alto de su poder, su subcontrata en Güeñes se deshace de 300 trabajadoras», ha denunciado, al tiempo que ha afirmado que, «por si fuera poco, el Gobierno Vasco acaba de aceptar los despidos de Customer Works en contra de la opinión de la Delegación territorial de Trabajo de Bizkaia; hace un año, Intraplas de Alonsotegi enseñó la puerta de la calle a 56 trabajadores; hace cinco meses, Thyssenkrupp anunció un ERE con el que cerraba su planta de Alonsotegi y hay 120 personas afectadas».
Por todo ello, el portavoz de Alternatiba ha considerado que la situación en Enkarterri «se ha vuelto insostenible» y ha exigido al Gobierno Vasco y a la Diputación «que pasen por fin de las promesas a los hechos».