Los recortes de ZP también en las diputaciones

Alternatiba critica que las Diputaciones impongan a la ciudadanía vasca los recortes sociales de Zapatero

BILBAO, 1 DE JULIO DE 2010 –Alternatiba ha criticado hoy la decisión de Gipuzkoa y Bizkaia de copiar las medidas antisociales de Zapatero e imponer recortes salariales al personal empleado de las diputaciones, ya que consideran que «el problema del déficit es consecuencia de las rebajas fiscales de los últimos lustros y la solución no es gastar menos, sino recaudar más». Por ello, los representantes de izquierdas han apostado por llevar a cabo «una reforma que revierta las políticas fiscales regresivas realizadas durante los años de vacas gordas».

En palabras del juntero guipuzcoano Ander Rodríguez, «los Gobiernos forales de ambos territorios están demostrando su incapacidad para mantener una política propia de izquierdas que nos permita salir de la crisis al imitar sin sonrojo los recortes del Gobierno del Reino de España -que son los del FMI- que pretende reducir el gasto en materia de pensiones, rebajar del sueldo a los empleados públicos (a los que seguirán, de uno u otro modo, los del sector privado) y recortar las prestaciones por dependencia».

El representante vizcaino, Jonathan Martínez, por su parte, ha incidido en que «bajar los salarios no es la solución, hay otros proyectos suntuosos y obras faraónicas innecesarias que podrían suprimirse para contener el gasto», entre los que ha citado la Supersur, el Guggenheim de Urdaibai o el puerto exterior de Pasaia.

Ambos junteros de Alternatiba han subrayado, además, que «con estas medidas antisociales se hace recaer el esfuerzo para salir de la crisis en los trabajadores y trabajadoras, a pesar de no haber sido ellos los culpables de esta debacle económica».

Los piquetes de la patronal

Luis Mª Salgado

Pasada la huelga general, y despues de volver a constatar la violencia represiva que poseen los Estados (sean estos reconocidos o no, como nuestro caso) a mí siempre me vuelven las mismas incógnitas a resolver.
 
Resulta cuanto menos curioso, el empeño y buen hacer que demuestran las fuerzas de represión del Estado, para defender el otrora tan denostado derecho al trabajo durante las huelgas. Que digo yo, que si mostrasen el mismo empeño en defender dicho derecho cuando es pisoteado sin remordimientos por los empresarios quizás estos últimos pondrían mas empeño en mantener una sanidad pública y de calidad, para que les remendasen los desperfectos producidos por las porras de estos perros sin collar ni bozal. Pero claro, como siempre, peco de ingenuidad, el derecho al trabajo solo es defendido cuando enfrente hay TRABAJADORES defendiendo otro derecho elemental, el derecho a la huelga. Y entonces uno se da cuenta de cuan pisoteados yacen nuestros derechos frente a los privilegios de quienes mas tienen.
 
Todavía me resulta mas curiosa la hipocresía con la que se justifican estas actuaciones. Quizás una huelga general no sea el mejor ejemplo para explicar dicha hipocresía, dada la idiosincrasia de la misma, y su proceso complejo de ejecución. Pero si nos centramos en una huelga parcial, de una empresa, o un grupo de las mismas, todo queda al descubierto. Resulta, que si en la empresa en la que yo trabajo junto a otros 99 compañeros, en una asamblea se decide salir a la huelga con 90 votos a favor y 10 en contra, estos 10 tienen el derecho inalienable de ir al trabajo y boicotear la lucha de sus mal llamados compañeros. Si es necesario, como hemos visto en mil ocasiones, estos 10 ESQUIROLES serán protegidos por la policía para que puedan ejercer su derecho. Sin embargo, pongamonos en otra situación. En esa misma asamblea, 51 trabajadores han decidido no salir a la huelga y el resto, 49, votaron a favor de la misma. Pues bien, en este caso, los 49 no tendrán otro remedio que acudir a sus puestos de trabajo, y de no hacerlo así, el empresario tendrá el derecho de sancionarlos y despedirlos con una dulce patada en sus vagos traseros….
 
En fin, este es el maravilloso sistema que nos ha tocado vivir, y así tendremos que asumirlo por el momento, pero por favor, el próximo que me diga que los piketes no tenemos derecho a exigir la igualdad de trato para el derecho de huelga que para el derecho al trabajo, o la próxima vez que alguien llame Huelga Salvaje a una reivindicación como la realizada en el metro de Madrid, solo por que ese día no pudo llegar a tiempo a su trabajo… la próxima vez quizás tenga que plantearme utilizar los mismos métodos de los guardianes de la paz y el orden!
 
Salud y tomense una buena revolución… la necesitan!

http://www.youtube.com/watch?v=ULxzuayc0i4

Huelga sí, huelga no > Mariano Gómez (Alternatiba)

La verdad es que tengo que reconocer que somos much@s l@s que estos días nos hemos tenido que morder la lengua en más de una ocasión… Suele pasar siempre que se convoca una huelga general; les pasaba a nuestros bisabuelos, a nuestros abuelos, a nuestros padres y ahora a nosotr@s. Eso sí, cada vez, son más los que, sobre todo dentro de la función pública, dentro de los que tenemos la suerte de tener un empleo estable, se sienten cómodos y a gusto con la situación reinante. Inventan, reinventan, repiten mil motivos para no moverse, para no hacer huelga, para dejar claro que no va con ell@s. Que sí, que ya saben que les han pisado un poquito el callo, que les han quitado algún dinerillo, que va a ver menos contrataciones en la administración (eso quiere decir reducción de gastos en personal), pero que el rollo de los sindicatos no les gusta, que todo es política, que no va a servir para nada, que le vamos a regalar dinero al estado o al empresario, que la reforma y los recortes no van con nosotr@s. Y en algún caso hasta pueden tener razón, pero dejémoslo claro:

Sí, es verdad, toda huelga general es política, y esta no es una excepción, ya que quiere ser un grito de dignidad, un golpe en la mesa desde la solidaridad con los que más están sufriendo esta crisis, un grito casi a la desesperada y en el desierto para despertar conciencias, contra las políticas neoliberales y conservadoras que se están cargando lo que queda de estado de bienestar. Y hablemos claro, no pasa nada. Que no se pongan excusas. Y que se diga que no hacer huelga también es una acción política. Ya que se tiene  toda la legitimidad para decir:

Que se está de acuerdo con el modelo de desarrollo especulativo, generador de inmensas ganancias, sin ningún tipo de control público que se ha llevado durante los últimos años de bonanza económica, sin reparto de riqueza, ni redistribución fiscal.

Que se está de acuerdo con que se hayan dilapidado miles y miles de millones de dinero público, entregándoselo a los bancos, a las grandes financieras, a las constructores, a los grandes especuladores (es decir, a los principales responsables de esta crisis) para que puedan salir de su “mal” momento, sin tener en cuenta lo ganado durante años y años.

Que se está de acuerdo con que, para hacer frente a la ingente cantidad de dinero entregado a los anteriores, se debilite al sector público (incluyendo sectores fundamentales como la educación y la sanidad), que se reduzca y congele el sueldo de sus empleados, que se elimine el subsidio mísero a los parados que ya no cobren desempleo (justo en el momento en el que a decenas de miles de personas se les ha terminado o está a punto de terminar), que se disminuya la cantidad destinada a la ley de Dependencia, que se elimine el impuesto sobre el patrimonio y se reduzca el de sociedades (Esto se hizo, además, en época de bonanza económica), que no se luche contra el gran fraude fiscal, que se niegue la posibilidad de una política fiscal verdaderamente progresiva.

Que se está de acuerdo con la última reforma laboral (¿y van?), que abarata el despido de forma escandalosa, que, además, hace que una parte de la mínima indemnización la paguemos entre todos a través del FOGASA, que se pueda de forma unilateral tomar medidas contrarias al convenio colectivo, flexibilidad laboral máxima.

Que estás de acuerdo con la generalización de la precariedad laboral, de los contratos temporales; ya que con tanto abaratamiento de despidos, con tanta flexibilidad, con tanta posibilidad de incumplimiento unilateral por parte de la empresa del convenio colectivo, lo que en realidad se hace es que dé lo mismo tener un contrato fijo o uno temporal, ya que te pueden poner de patitas en la calle con la misma facilidad.

Que no te importa que estemos ante el más grave atentado a los derechos  de  l@s trabajador@s en los últimos treinta años (aderezados con las sucesivas reformas del PSOE, PP, PSOE otra vez). Ante un ataque en toda regla a nivel mundial a lo que se ha conocido como estado del bienestar, ante un intento de llevarnos al sistema norteamericano, en lugar de  defender el europeo surgido tras las segunda guerra mundial.

Que te da igual que se produzcan recortes de derechos laborales que han costado en este país muchísimo sacrificio conseguir: miles de muertos, encarcelados, apaleados, listas negras. Todo ello durante tres-cuatro generaciones de luchas obreras y sindicales. (Soy de la margen izquierda-zona minera, y este año se cumple cien años de la huelga que empezó aquí, entre los mineros de esta zona, y tras semanas de huelga minera, y cuando parecía que todo se iba a perder la solidaridad obrera se extendió por toda la siderometalurgia, primero, por todos los sectores después, terminando convirtiéndose en huelga de TODO EL ESTADO. Pedían, entre otras cosas mucho más básicas, respeto a los convenios y acuerdos. Enfrente el ejército, la guardia civil, los matones armados a las órdenes de los patronos, encarcelamientos masivos, obreros heridos, y muertos).

Que te encuentras cómodo y a gusto dentro de este sistema, de esa mayoría silenciosa que, mientras no te toqué a tí, mira para otro lado.

Que cuando pones en la balanza los ataques recibidos y los agravios de los convocantes, tienes muy claro que son mucho peores las conductas sindicales que las de los gobiernos títeres de las multinacionales, del Fondo Monetario Internacional, y del Banco Mundial. Y que por eso te alineas con ellos.

Y, ¿por qué no decirlo?, que me da mucha pena porque estamos en un pequeño país que ha demostrado que tiene un sindicalismo que, no estando exento de las derivas producidas a nivel mundial, está planteando un discurso global correcto, con un grupo importante de compañeras y compañeros militantes de diferentes sindicatos que, aún siendo minoritario, han sabido y saben luchar en condiciones muy difíciles, que han sido capaces de trasladar ese espíritu al conjunto de las organizaciones de la mayoría sindical vasca, de llevar adelante un tipo de huelgas y de luchas que ya nadie sabe ni quiere hacer, sobre todo en el Estado.

Y esta Huelga, es una de esas Huelgas que más gusta hacer, sobre todo a los que tenemos la suerte de tener un trabajo fijo o trabajar en la Administración, porque aunque es verdad que también respondemos a un ataque directo a nuestros intereses (recortes de salarios y contrataciones, congelación), es sobre todo una huelga de solidaridad con el conjunto de la sociedad, una solidaridad ejercida desde aquell@s que nos podemos permitir el lujo de hacer huelga sin ningún miedo a represalias, demostrar que somos una parte más del mundo del trabajo, y no un aparato sumiso al servicio siempre del amo y del poder. Sé, soy consciente, que somos minoría l@ que pensamos esto en este sector, pero en lo que yo conozco, una minoría nada- nada desdeñable. Hagámonos notar.

Así que sin hacernos trampas a nosotr@s mism@s, elijamos y digamos a quien queremos responder (no digo a quien queremos seguir, sino a quien queremos responder). Yo me encuentro en excedencia por cuidado de mis hijas, mi compañera con un contrato de un solo tercio de jornada por cuidado de familiar gran dependiente. Pero tenemos muy claro que aún así tenemos el privilegio de poder elegir, y disminuir aún más nuestros exiguos ingresos actuales, por solidaridad con lo que más lo necesitan (mi compañera hará huelga). Ya, que de momento, voy a tener el privilegio de volver a currar cuando quiera, dentro de cinco, seis, u ocho meses; sin embargo con esta reforma miles y miles de trabajador@s se irán a la calle con una mísera indemnización.

Nos vemos en las movilizaciones de este Martes, día 29. Y, para l@s que todavía no lleguéis al convencimiento, hablarlo, debatirlo, comentarlo. Que, por desgracia, esto va para largo.

Mariano Gómez, empleado público.

Hacia la huelga general, indefinida y revolucionaria > Luis Mª Salgado (Alternatiba)

Que nadie se asuste por este título, no nos hemos vuelto locos, ni vivimos en un sueño, ni nada por el estilo. Este título simplemente refleja una necesidad palpable, tal y como mantenemos en todos los documentos de Alternatiba, la necesidad de confrontar un nuevo modelo económico y social al capitalismo reinante.

A pesar del desprestigio que tanto desde el poder político, como económico se ha hecho de la palabra revolución. En Alternatiba no nos duelen prendas en decir que esta, la revolución, es un bien propio de quienes creemos que otro mundo es posible. Por que creemos que la revolución no es sino; un cambio rápido y profundo en cualquier cosa o situación, como se define en una de las acepciones aceptadas por la R.A.E. Por que esta crisis, y sus consecuencias no hacen más que confirmar algo que ya sabíamos; al capitalismo no se le reforma, se le combate. Y, si ya antes de que esta crisis cayera sobre los hombros de los trabajadores y trabajadoras con la última reforma laboral aprobada por el Partido «Socialista Obrero» Español, partiamos de este convencimiento, ahora que esta reforma se ha convertido en realidad, no podemos sino luchar con más fuerza si cabe contra un sistema que tiene en la exclusión y la desigualdad sus señas identitarias.

Esta cruel reforma, ha de ser contestada con fuerza por todos los sindicatos, por los partidos y movimientos sociales, por los y las trabajadoras vascas. La próxima huelga general del 29 de junio ha de convertirse en uno de los primeros hitos de una larga lucha por nuestros derechos y contra sus privilegios. Es por tanto una oportunidad para iniciar un camino hacia la unidad de las izquierdas en Euskal Herria, unidad que nos demanda a diario la sociedad. Aquí no han de valer medias tintas, ni quedarse en ambagajes sin sentido. Debemos dar una respuesta firme y contundente al ataque recibido. Debemos convertir la próxima huelga general en un clamor, un grito que movilice y despierte a la sociedad al completo.

Es SU crisis, la crisis de los banqueros, de los grandes mercados, de las multinacionales, y deben ser ellos quienes paguen sus consecuencias. El 29 de Junio ha de ser nuestra primera victoria. Tenemos que paralizar toda Euskal Herria, y es responsabilidad de todos que así sea. Pero tampoco hemos de quedarnos ahí, la huelga general no es un fin en si mismo, simplemente ha de ser el pistoletazo de salida para demostrar a quienes nos gobiernan, a los banqueros y a los empresarios, que estamos dispuestos a luchar, que no vamos a renunciar a nuestros derechos, esos que hemos ganado en la calle con grandes sufrimientos. Nuestra oportunidad para gritar, alto y claro, que queremos una sociedad diferente, una sociedad que sea solidaria, feminista, y radicalmente democrática. Por que solo bajo estas premisas podremos crear una sociedad justa.

Es por todo lo anterior que desde Alternatiba mostramos todo nuestro apoyo a la huelga general del próximo 29 de Junio, y es por eso que ese día saldremos a la calle a gritar; NO, a la reforma laboral.

X