Marruecos decidió intervenir militarmente en el campamento Gdeim Izik, donde treinta mil saharauis levantaban sus jaimas para protestar contra sus miserables condiciones de vida. El campamento ha sido desmantelado y hay varias personas muertas. Con posterioridad los enfrentamientos se han trasladado hasta El Aaiún, la capital saharaui, donde la población resiste al ejército del régimen marroquí.
La intervención violenta de Marruecos se produce el día en que estaba previsto un encuentro informal entre Marruecos y el Frente Polisario en la sede de la ONU, en Nueva York. Ante estos hechos el representante del Frente Polisario en España ha calificado de «declaración de guerra» y de «ruptura unilateral del alto el fuego», la irrupción de las fuerzas de seguridad marroquíes en el campamento de protesta saharaui levantado a las afueras de El Aaiún.
Hay que recordar que el Frente Polisario y Marruecos firmaron en 1991 un alto el fuego en el que ambas partes se comprometían a respetar la celebración de un referéndum organizado por la ONU para resolver el contencioso del Sahara Occidental.
Bilbao 8-11-2010 El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha reclamado «la necesidad de una respuesta unitaria del conjunto de las instituciones vascas ante el asalto de las fuerzas marroquíes del campamento saharaui Gdem Izik.» Para el portavoz de la formación de izquierdas «ante este nuevo ataque al indefenso pueblo saharaui, el gobierno del Reino de España no puede mirar hacia otro lado y ser cómplice una vez más de la maquinaria belicista marroquí.»
Matute ha señalado, que la militancia de Alternatiba participará «no sólo en cuantas incitativas institucionales se presenten para denunciar esta situación, sino también en aquellos actos de repulsa que las diferentes organizaciones en defensa del Sahara y de su soberanía se realicen en Euskal Herria»
El portavoz de Alternatiba ha señalado que «el Reino de España tiene responsabilidades ante lo que está ocurriendo, por un nefasto proceso de descolonización», por lo que pide, «una respuesta contundente y la retirada del embajador del Reino de España en Marruecos como un primer paso».
Finalmente, Oskar Matute señalo la necesidad de «dejar la actual posición de falsa neutralidad del Reino de España». Para Alternatiba esta posición inmoral se basa en gran medida por el volumen de negocio que en venta de armas se mantiene con el gobierno de Marruecos. Matute ha recordado, «que estas armas están siendo utilizadas sistemáticamente para reprimir y atacar al pueblo saharaui».
“Como parte del pueblo español, sentimos vergüenza de que el Gobierno [franquista] no haya sólo hecho una mala colonización, sino una peor descolonización entregándoos en manos de gobiernos reaccionarios como los de Marruecos y Mauritania”, afirmaba en 1976 Felipe González (PSOE) en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia.
Más de 30 años después no descubrimos nada al decir que la descolonización del Sáhara Occidental no ha terminado, único caso en África, y que la potencia administradora de este territorio, según la ONU, es el Estado español. Tampoco si hablamos de los más de 120.000 refugiados saharauis que desde 1974 pueblan la hammada argelina. Allí huyeron de los bombardeos indiscriminados de napalm y fósforo blanco posteriores a la ocupación de su territorio por parte del ejército alauita.
Un muro de 2.700 kilómetros rodeado de minas antipersonas divide los territorios de la antigua provincia y colonia española. A un lado, las zonas liberadas que el Frente Polisario intenta poblar; del otro, los territorios ocupados, donde la población saharaui sufre la ocupación militar de marroquí. “Especialmente desde que el 6 de noviembre Mohamed VI en su discurso conmemorativo de la Marcha Verde declarara que sólo hay dos tipos de personas: marroquíes o traidores. La represión ha aumentado: detienen a gente por recibir a abogados internacionales, a activistas de los derechos humanos les han quitado sus papeles…”, denuncia El Mami Amar Salem, vicepresidente del Colectivo Saharaui de Defensores de Derechos Humanos.
El Mami sigue muy de cerca la situación de Aminetu Haidar, pero tampoco se olvida de los siete activistas que desaparecieron en octubre a su vuelta de una visita a los campamentos. “Siguen en la cárcel de Salé, aislados y a la espera de ser juzgados en un Tribunal militar”, denuncia Khadad Emhamed, coordinador saharaui ante la Misión Internacional de Naciones Unidas para la celebración de un Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), que se creó en 1991
Una misión inconclusa y, de nuevo, paralizada. A primeros de diciembre se debía celebrar una nueva ronda de negociaciones que no tendrá lugar, “las detenciones de activistas saharauis y la expulsión a Lanzarote de Aminetu Haidar hacen que estas sean imposibles”, apuntilla Khadad a este periódico.
¿Apoyo a la causa saharaui?
Aun así la postura oficial de la dirección del PSOE es la de defender la causa saharaui que pelea por el derecho a su autodeterminación. Es decir, un referéndum en el que puedan elegir sobre su independencia o integración en Marruecos. ¿Igual que en 1976? “No hemos modificado ni una coma nuestra postura”, explica a este periódico Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional de este partido. ¿Y qué opinan de Marruecos? El propio González formó parte de la comisión que intentó que Marruecos organizara el Mundial de Fútbol de 2010. También es conocida su intermediación ante Mohamed VI en favor de que Telmex, empresa de Carlos Slim, entrase en el mercado alauita. O para que en 2006 Chile y Colombia decidieran no reconocer a la República Árabe Saharaui Democrática.
Eso sí, la Agencia Española de Cooperación Internacional no ha dejado de nutrir a los campamentos de refugiados. “Preferimos que llegue un comunicado político que ejecute la legalidad internacional, a toda la ayuda que mantiene a nuestro pueblo en campamentos de refugiados”, reconoce Khadad.
“Marruecos es un tapón para la inmigración del África Subsahariana; empresas españolas realizan dumping social allí, al instalar sus centros y rebajar así las condiciones laborales de sus empleados; los armadores de barcos españoles pueden pescar en sus caladeros gracias a los acuerdos con la UE. Pero todo esto no me parece motivo suficiente para que el pueblo saharaui sea una moneda de cambio. Tampoco que altos cargos del PSOE como el propio Felipe tengan intereses personales”, explica perplejo Fernando Peraíta, de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Sevilla.
Otra de estas posibles monedas de cambio es el comercio de armas. Desde 1984, todos los gobiernos han vendido o regalado material bélico a Marruecos. Tanto en plena guerra, como en la actual situación de alto fuego. En 2008 recibieron el obsequio de seis torpedos MK46 MOD-2 y una venta cifrada en 113, 9 millones de euros. La monarquía marroquí se convirtió en el tercer cliente de la industria militar española.
Los cambios en la ONU “Desde el Franquismo, los únicos gobiernos españoles que se han abstenido en una votación por la descolonización del Sáhara Occidental han sido el de Franco y el de Zapatero”, reconocía en 2006 a DIAGONAL Mohamed Y. Beissat, embajador del Polisario en Argelia, tras la actuación del Gobierno. Tan sólo un año después de la llegada de Zapatero a la Moncloa las cosas estaban muy claras. En marzo de 2007, en su visita a Marruecos, Zapatero conoció su última apuesta por la autonomía. “La parte española ha acogido esta propuesta con interés y considera que podría generar una nueva dinámica de diálogo”, según recogía entonces Asuntos Exteriores.
“Hay mucha gente del PSOE en las asociaciones de defensa del pueblo saharaui, incluso alcaldes o concejales. Esto debe crear contradicciones en el partido. La cúpula está del lado de Marruecos y la base en contra”, reconoce Peraíta. Según el actor Willy Toledo, presidente de la Plataforma Todos con Aminetu, que lleva en Lanzarote desde el 17 de noviembre, así se han manifestado también parlamentarios vascos del PSE o el secretario de Movimientos Sociales, Pedro Zerolo. Sin embargo, Valenciano no reconoce ninguna tensión. “Decir que hay un movimiento crítico es demasiado, hay mucha gente preocupada y nos pide que hagamos cosas”, apostilla.
El expolio, una traición más Desde 2007 a los caladeros saharauis han vuelto los pesqueros europeos, especialmente españoles y franceses. “La historia no tiene marcha atrás”, afirmaba este verano López Aguilar, ex ministro de Justicia y candidato al Parlamento Europeo por el PSOE, sobre las posibilidades de ratificar el Nuevo Acuerdo de Asociación de la Unión Europea con Marruecos. Al menos el conflicto saharaui ha vuelto a la “agenda internacional”. “Hay otros muros en el mundo que deben caer”, denunciaba el presidente hace unas semanas en el vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín. Como dirían en tierras de Zapatero: “Una cosa es predicar y otra dar trigo”. Los 2.700 kilómetros de muralla del Sáhara siguen levantados. Y la valla de Ceuta y Melilla también.
Al menos 22 activistas, un periodista y un juez fueron asesinados durante los primeros 75 días del Gobierno colombiano de Juan Manuel Santos, según un informe de grupos pro derechos humanos presentado hoy en Washington. El Grupo Interdisciplinario por los Derechos Humanos (GIDH) y otras organizaciones expusieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el documento, que se basa en los datos de una plataforma que reúne a cerca de 200 organizaciones pro derechos humanos, la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos (CCEEEU).
En concreto, el informe detalla la muerte de cinco activistas defensores de las tierras, siete líderes indígenas, una defensora de los derechos humanos, cinco sindicalistas, dos mujeres educadoras comunitarias y dos miembros de organizaciones de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transexual (LGBT).
Además da cuenta de los homicidios del juez Pedro Elias Ballesteros Rojas y del periodista Rodolfo Maya Aricape, corresponsal de una radio comunitaria indígena.
Otro caso documentado es el asesinato de tres niños en el Municipio de Tame del 14 de octubre que, según las organizaciones, fue perpetrado por miembros del batallón de contraguerrillas número 45, adscrito a la Brigada Móvil número 5 de la octava división del Ejército Nacional.
Igualmente se exponen amenazas y hostigamiento a decenas de organizaciones pro derechos humanos y sus miembros a lo largo de las 21 páginas del informe titulado «Las palabras y los hechos. Los primeros 75 días del Gobierno de Juan Manuel Santos y la situación de los derechos humanos».
Santos asumió la Presidencia de Colombia en 7 de agosto de 2010.
Tras una audiencia de la CIDH, que celebra estos días el 140 período de sesiones, María Victoria Fallon, de GIDH, dijo que el informe pretende demostrar que existe una «continuidad con otro lenguaje» entre el Gobierno actual y el anterior de Álvaro Uribe en cuanto a la situación de derechos humanos.
«Puede haber un cambio de estilo, pero tiene que verse en la práctica», señaló Fallon, quien insistió en que los datos son un «subregistro», en alusión a que podría haber más muertes no documentadas.
En la audiencia, Fallon pidió a los comisionados de la CIDH una visita a Colombia para evaluar la situación denunciada.
Además aseguró que los grupos pro derechos humanos necesitan el «apoyo» de la comisión para que se avance en el trabajo para una política de atención y reparación de daños a víctimas.
Las y los abajo firmantes, profesoras y profesores de las universidades catalanas, denunciamos la actual política de criminalización de los movimientos sociales por parte de la gran mayoría de medios de comunicación de nuestro país y de muchos responsables políticos de las instituciones que lo gobiernan. Se ignora, se esconde, se desinforma y nunca se dialoga con el abanico de propuestas y alternativas que desde estos movimientos sociales se están haciendo en todas partes, para transformar y dar nuevas opciones de vida en sociedad.
Focalizar en ciertos episodios violentos, sin ni siquiera escuchar la contestación y la voz de los movimientos sociales a los que se ataca es directamente criminalizarlos; construir el chivo expiatorio y desviar la atención ciudadana de los conflictos reales en los que estamos inmersos más que nunca en nuestra sociedad: el paro, la pobreza y la exclusión social, la desigualdad creciente entre grupos, el recorte constante de los derechos sociales, el debilitamiento de las reivindicaciones del movimiento obrero organizado, el racismo y la xenofobia, la corrupción política y su impunidad, la violencia contra las mujeres, la dureza y la severidad del control penal contra los más vulnerables, el índice creciente de encarcelamientos, detenciones, sanciones … Espiral de violencia estructural en aumento. Una sociedad verdaderamente democrática, que debe respetar plenamente el derecho a disentir ya discrepar, no se lo puede permitir.
¡Digamos basta!
Cataluña ha sido, es y queremos que sea una sociedad de acogida y de refugio a la diversidad de todo tipo, a la diferencia de color, de sexo, de opinión y también de revuelta. Bienvenida sea.
Digamos basta a la invención mediática que etiqueta de antisistema a los movimientos sociales. Los movimientos sociales se sublevan, luchan y proponen que otro mundo es posible.
Digamos basta a la criminalización de losmovimientos sociales!
Alternatiba agradece a la ciudadanía la masiva implicación en la manifestación de esta tarde
BILBO, 02 de Octubre de2010 – Alternatiba ha agradecido a la ciudadanía la masiva asistencia a la manifestación realizada esta tarde en contra de la prohibiciones y a favor de todos los derechos humanos.
El portavoz de la organización de izquierdas, Oskar Matute, ha realizado declaraciones al finalizar el acto en Bilbo en la que ha valorado muy positivamente la participación de la ciudadanía, “ la ciudadanía vasca no está dispuesta a que un derecho como el de manifestación desaparezca de un plumazo. El día de hoy es el inicio de un camino hacia la paz que requiere de grandes dosis de altura política.”
Matute ha instado a la partes implicadas, “el cese de todo tipo de violencia y al restablecimientos de los derechos civiles y políticos“. Para Matute es necesario que “no se haga oídos sordos a un clamor popular que se ha visto reflejado en la manifestación de esta tarde y que se restablezca los derechos políticos y civiles“.
El portavoz de Alternatiba ha añadido que “Está tarde ha quedado demostrado que hay una ciudadanía activa que quiere y que exige la paz y la normalización, y que cree que la paz no sólo es posible sino que está más cerca que nunca.” Sin embargo, en palabras de Matute, “ esto requiere actitudes abiertas y movimientos en diferentes sentidos por parte de quienes tienen algo que decir y que hacer, para que la esperanza de la paz no sea un espejismo que se desvanezca.”
Así, ha apostado por “perseverar y sumar a más y más gente a la causa de la paz y normalización. La ciudadanía es el motor de cualquier cambio, y de éste, también”.
Alternatiba se solidariza con los detenidos de Askapena y reprueba la política de Interior encasquillada en el ‘todo es ETA’
DONOSTIA, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2010 – Alternatiba ha expresado hoy su solidaridad con Askapena y con las personas detenidas en la operación policial de esta madrugada, al tiempo que ha reprobado la política de Interior, «encasquillada de forma consciente y con cálculo electoral en la doctrina de ‘todo es ETA’, que cada vez queda más en evidencia ante los movimientos que se están dando en favor de la superación del conflicto y la violencia».
El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha exigido la liberación de los detenidos de forma inmediata, así como que se garanticen sus derechos, ya que «los signos de tortura, por desgracia, acompañan frecuentemente a estas redadas mediático-políticas».
En palabras de Matute, «la actividad de Askapena puede o no compartirse, pero es absolutamente pública y transparente». Por lo tanto, a juicio del dirigente de izquierdas, «poca credibilidad se le pueden dar a las declaraciones de ministro Rubalcaba».
El portavoz de Alternatiba ha agregado que «el camino hacia la paz exige el compromiso y el respeto de todos y todas, así como el restablecimiento de los derechos para todas las personas». En este sentido, Matute ha agregado que «la búsqueda del bien colectivo por encima de los intereses particulares, algo que el PSOE no entiende o no quiere entender para no debilitar sus cotas de poder».
Hoy nos hemos despertado con la noticia de la detención de siete personas de la organización internacionalista Askapena. Esto supone un nuevo ataque contra la mayor expresión de solidaridad entre los pueblos, el internacionalismo.
Dentro de una lógica represiva, perversa y desbocada a la que desgraciadamente nos estamos acostumbrando, ahora le ha tocado el turno al internacionalismo. Unas personas cuyo delito es «sentir como propia cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo», como dijera el Che, se encuentran incomunicadas y detenidas en alguna comisaria.
Frente a los rápidos cambios que se están dando en este país en las úlitmas semanas, el gobierno español se encuentra perdido y sin saber que respuesta articular. De momento lo único que se les ocurrre es aumentar la represión de una manera ilógica y cómo no, injusta.
La solidaridad entre los pueblos es una característica intrínseca de cualquier lucha por un mundo mejor. Como en una ocasión dijera nuestro querido Alfonso Sastre, una izquierda sin internacionalismo sería una impostura y nosotros no seríamos nada.
¡Cómo no apoyar las luchas de otros pueblos por sus derechos! ¡Cómo ignorar la lucha contra la injusticia en otros lugares!
Desde Komite Internazionalistak, organización de solidaridad con los pueblos, expresamos un apoyo total a nuestra organización hermana Askapena. Todo lo que hayan hecho, nosotros también lo hacemos y nos reafirmamos en ello.
Porque imposible lograr un mundo más justo y porque no es viable construir un país sin tener en cuenta las luchas del resto de los pueblos, Askapena aurrera, Internazionalismoa aurrera!
La palabra democracia es muy popular en estos días. Hoy, virtualmente no hay país en el mundo cuyo gobierno no reivindique ser el gobierno de una democracia. Pero al mismo tiempo, virtualmente no hay país del mundo hoy del que otros –dentro del país y en otros países– no denuncien al gobierno por ser antidemocrático.
Parece haber muy poco acuerdo acerca de lo que queremos decir cuando decimos que un país es democrático. El problema es muy claro en la misma etimología del término. Democracia viene de dos raíces griegas –demos, o pueblo, y kratia, dominio, la autoridad para decidir-. Pero ¿qué queremos decir con dominio? ¿Y qué queremos decir con pueblo?
Lucien Febvre nos mostró que siempre es importante mirar la historia de una palabra. La palabra democracia no fue siempre tan popular universalmente. La palabra arribó a su uso común político moderno durante la primera mitad del siglo 19, sobre todo en Europa occidental. En ese entonces, tenía las tonalidades que hoy tiene el terrorismo.
La idea de que el pueblo pudiera de hecho mandar era considerada por las personas respetables como una pesadilla política, soñada por radicales irresponsables. De hecho, el objetivo principal de las personas respetables era asegurarse de que no sería la mayoría de la gente quien tuviera la autoridad de decidir. La autoridad tenía que dejarse en manos de personas que tenían intereses en conservar el mundo como era, o como debería ser. Éstas eran personas con propiedades y sabiduría, que eran consideradas competentes para tomar decisiones.
Tras las revoluciones de 1848, en la cual el pueblo se levantó en revoluciones sociales y nacionales, los hombres con propiedades y competencia se fueron atemorizando. Respondieron primero con la represión, y luego con concesiones calculadas. Las concesiones eran admitir a gente, lentamente y paso a paso, a que votaran. Pensaron que el voto podría satisfacer las demandas del pueblo y en efecto lo cooptaría a que mantuviera el sistema existente.
Durante los siguientes 150 años, esta concesión (y otras) funcionaron hasta cierto punto. El radicalismo fue acallado. Y después de 1945, la propia palabra, democracia, fue cooptada. Ahora todos alegan estar a favor de la democracia, que es donde estamos hoy.
El problema, sin embargo, es que no todo el mundo está convencido de que todos vivimos en países verdaderamente democráticos, en los cuales la gente –todo el pueblo– sean quienes en verdad mandan, es decir, toman las decisiones.
Una vez que se escoge a los representantes, con mucha frecuencia no cumplen las demandas de la mayoría, u oprimen a importantes minorías. La gente reacciona con frecuencia, protestando, con huelgas, con levantamientos violentos. ¿Es democrático que se ignoren las manifestaciones? ¿O lo democrático es que el gobierno se pliegue y se someta a la voluntad del pueblo?
¿Y quiénes son el pueblo? ¿Son la mayoría numérica? ¿O hay grupos principales cuyos derechos deben garantizarse? ¿Deben grupos importantes contar con una autonomía relativa? ¿Y qué clase de compromisos entre la mayoría y las minorías importantes constituyen resultados democráticos?
Finalmente, no debemos olvidar los modos en que la retórica en torno a la democracia se utiliza como instrumento geopolítico. Regularmente, denunciar a otro país de antidemocráticos se usa como justificación para entrometerse en países políticamente más débiles. Tales intromisiones no necesariamente tienen por resultado que lleguen al poder gobiernos más democráticos; son sólo diferentes o tal vez con política exteriores diferentes.
Quizá debamos pensar que la democracia es una reivindicación y una aspiración que no se ha concretado aún. Algunos países parecen ser más antidemocráticos que otros. Pero, ¿acaso hay países que puedan demostrar ser más democráticos que otros?
Después de que el departamento del ínclito Rodolfo Ares Taboada pusiese en marcha, hace no mucho tiempo, un teléfono ciudadano para que todos tengamos la posibilidad de denunciar a nuestros vecinos si creemos que sus actuaciones los hacen proclives a pertenecer a ETA o aledaños, llega ahora a Gasteiz una nueva producción de similares características. En esta ocasión la propuesta nace del Alcalde Lazcoz y su equipo de gobierno, y el tema central de la propuesta no es el terrorismo sino los fraudes en las ayudas sociales.
El Consistorio vitoriano justifica esta medida alegando que la ciudadanía gasteiztarra se halla intranquila, e incluso enfadada para con estos estafadores sin escrúpulos que malversan entre todos cerca de un millón de euros anuales a las arcas municipales cobrando ayudas al tiempo que desempeñan trabajos que luego cobran en dinero negro.
Líbreme Dios de llevarles la contraria, al fin y al cabo, si por algo se caracteriza este gobierno municipal es por saber escuchar a sus súbditos, y por tanto, si Lazcoz dice que estamos intranquilos y enfadados, así debe de ser. Pero no obstante, si algo me produce intranquilidad en mi fuero interno es el gusto que parecen estar cogiendo los políticos pseudo-socialistas de estos lares por convertirnos a todos en delatores y confidentes al más puro estilo de los estados dictatoriales, donde cualquiera es proclive de ser nuestro enemigo y donde la desconfianza hacia el prójimo es un activo para la desarticulación social.
No, no justifico a quienes amparándose en un sistema de ayudas sociales utilizan las mismas para su lucro personal, y estoy seguro que como en el caso de las meigas, haberlos haylos. Lo que me produce desazón es ver cómo se busca crear en la sociedad una sensación de constante inseguridad que justifique actuaciones como la que nos ocupa y que a todas luces son constantes antidemocráticas. Por no hablar de lo hipócrita que resulta esta campaña, lanzada a bombo y platillo, mientras el fraude fiscal de los grandes capitales multiplica por mil la cifra estafada.
Mucho me temo, que nos encontramos ante una nueva campaña populista, orquestada como tantas otras para desviar la atención de los ciudadanos de los verdaderos problemas. Diseñada para hacernos creer que la falta de solidaridad de unos pocos ciudadanos pone en riesgo un sistema deficitario de ayudas, cuando el problema real es que la avaricia de unos cuantos banqueros y empresarios nos ha llevado a una situación insostenible de paro, pobreza y exclusión social, y mientras quienes gobiernan nos mantienen entretenidos creando alarma con los síntomas, la enfermedad, y las bacterias que la han producido siguen extendiéndose apoltronados en sus tronos.